CAPÍTULO 23: HIPOTERMIA

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El sol empezaba a iluminar el nuevo día, y con él, Elisa sentía que era una oportunidad para dejar atrás las preocupaciones del fin de semana. Había sido un período intenso, con emociones revueltas, pero ahora era lunes y sabía que tenía dos días libres para recargar energías.

Al despertar, sintió la necesidad de cambiar el rumbo de su día. Una idea se formó en su mente y, sin dudarlo, tomó su teléfono y marcó el número de Bruno. Sentía una mezcla de emoción y ansiedad mientras esperaba que respondiera.

-¿Sí?.- Desde el otro lado.

-Lo siento, ¿estabas durmiendo?. -Con un tono de disculpa.

-No pasa nada, dime.

-Solo quería ofrecerte desayunos juntos.- Con entusiasmo. Tengo dos días libres a la semana, así que es mejor aprovecharlos.

- La verdad es que no me apetece desayunar.

Elisa sintió un pequeño pinchazo de decepción, pero no quería dejar que eso la detuviera.

-Entiendo, no pasa nada.- Tratando de ocultar su decepción.

-Peeeroo, tengo un plan mejor. En media hora paso a buscarte. Coge ropa de cambio y pide permiso.

-¿Qué?.- Sorprendida.

- Pues eso, en media hora te recojo. ¡Adiós, guapa!.

- ¡Estás loco! Jaja.

Bruno colgó y Elisa quedó mirando su teléfono con una mezcla de emoción y curiosidad. La idea de pasar tiempo con Bruno, aunque no sabía qué plan tenía en mente, la llenaba de emoción. No perdió tiempo y se levantó de la cama con una sonrisa en el rostro.

Apresuradamente, se dirigió a su armario y eligió una ropa cómoda para la ocasión. Quería estar lista para cualquier cosa que tuviera planeada. Mientras se cambiaba, no dejaba de pensar en la sorpresa que le tenía preparada.

Pasaron los minutos, y antes de que se diera cuenta, ya habían transcurrido los treinta minutos desde la llamada de Bruno. Justo cuando pensó que quizás no llegaría a tiempo, escuchó un toque suave en la puerta. Abrió la puerta y allí estaba Bruno, con una sonrisa juguetona en el rostro.

-¿Lista para una aventura?.- Mirándola de arriba abajo.

-Definitivamente, pero primero dime a dónde vamos.

-Eso es parte de la sorpresa.- Guiñándole un ojo.

Mientras el coche avanzaba por la carretera, Bruno decidió poner música. La canción de "Niña Bonita" de Feid . Elisa miró a Bruno, curiosa por su elección musical.

-¿Por qué esta canción en especial?.- Sonriendo.

-Porque me recuerda a ti.-Guiñándole un ojo.

La canción flotaba en el aire mientras las palabras de Bruno quedaban suspendidas en el coche. Elisa sintió un cosquilleo en el estómago y con la cara roja desvió la mirada hacia el paisaje que pasaba velozmente por la ventanilla.

Las próximas tres horas en el coche se hicieron eternas y a la vez fugaces. Elisa, abrumada por la mezcla de emociones y el cansancio, finalmente se rindió al sueño. Bruno condujo en silencio, disfrutando de la presencia de ella a su lado.

Después de un rato, Bruno notó que habían llegado al destino. Se acercó para despertar suavemente a Elisa, pero mientras lo hacía, su mirada se posó en los labios de ella, lo que le hizo sentir ganas de besarla. Justo en ese momento, Elisa abrió los ojos, sorprendida por la cercanía.

-¿Hemos llegado ya?.- Parpadeando.

Bruno se apartó rápidamente, sintiendo que quizás se había excedido en su proximidad.

ENAMORADA DE LA ÉLITEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora