CAPÍTULO 10: ATRACCIÓN

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Era una mañana normal ,otro día más de la universidad .Elisa estaba contenta e iba pensando en Hugo mientras se dirigía a desayunar .

Elisa estaba en la cafetería de la universidad desayunando cuando Bruno se acercó a ella. -Disculpa, Elisa, dijo Bruno con una voz tranquila. Quiero pedirte disculpas por mi actitud el otro día. No debería haberte tratado así.

Elisa levantó la vista y lo miró fijamente.

-No me trago tus disculpas, Bruno. Tu actitud fue totalmente inaceptable. No tienes derecho a amenazarme o intimidarme, así que por favor, no vuelvas a hacerlo.

Bruno parecía decepcionado, pero entendió que las disculpas no siempre funcionan para reparar el daño hecho.

-Lo entiendo, Elisa. De todas formas, quería que supieras que lo siento mucho, respondió antes de alejarse.

Elisa terminó su desayuno y se dirigió a su clase, mientras Bruno se quedaba allí con una mueca de decepción en el rostro. Sabía que había perdido la oportunidad de arreglar las cosas con Elisa, pero también entendía que a veces, aunque pidas perdón, las cosas no pueden volver a ser como antes.

-Hola Elisa, ¿Cómo estás? - dice con una sonrisa falsa.

-Hola Blanca, estoy bien, gracias - responde con una expresión neutral.

-Oye, ¿Qué hablabas con Bruno? - pregunta con una mirada desafiante.

-Nada importante, solo estábamos hablando sobre la clase - responde Elisa tratando de evitar cualquier problema.

-Espero que no estés intentando coquetear con mi novio - dice Blanca con una voz llena de amenaza mientras pellizca el brazo de Elisa con fuerza.

-¡Ouch! ¿Qué estás haciendo? - exclama Elisa tratando de liberarse del agarre de Blanca.

-Te advierto que no se te ocurra acercarte a él de nuevo, o te haré la vida imposible aquí en la universidad - amenaza Blanca mientras se aleja de Elisa con una sonrisa maliciosa.

Elisa se queda paralizada y preocupada por las palabras de Blanca, sin saber cómo enfrentar la situación.

-Tu novio no me interesa a mi me gusta otra persona así que déjame en paz. -Dice Elisa antes de marcharse

Elisa se sobresalta un poco cuando se topa con Ana en el pasillo, pero intenta disimular su nerviosismo.

-Oh, hola Ana, todo bien, solo un pequeño incidente con una chica en la cafetería, responde con una sonrisa nerviosa.

.¿Una chica? ¿Alguna de tus compañeras?", pregunta Ana con curiosidad.

-Sí, Blanca. No es muy "amistosa", dice Elisa encogiéndose de hombros.

-Ana frunce el ceño. Blanca, ¿otra vez?

-Sí, no se cansa, parece que no le gustó mucho que tu hermano me hablara. -Dijo Elisa.

-Ana suspira. -Lo siento mucho, Elisa. Bruno es un buen chico, pero a veces no sabe elegir bien a sus amistades y Blanca ha sido su novia desde que tengo memoria.

Elisa asiente, agradecida por el apoyo de Ana.

-Sí, creo que tienes razón. Pero no me va a detener, tengo que centrarme en mi carrera aquí.

-Me alegra que tengas esa actitud, dice Ana con una sonrisa cálida. Y hablando de eso, ¿Cómo van tus estudios?.

Elisa se anima al hablar de su pasión y empieza a contarle a Ana sobre las asignaturas que está cursando y lo mucho que está aprendiendo. Ana la escucha atentamente y le da algunos consejos sobre cómo organizarse y aprovechar al máximo su tiempo en la universidad.

Después de unos minutos, Elisa se despide de Ana y se dirige a su siguiente clase con una actitud más positiva.

Ella vuelve a casa después de una larga jornada en la universidad y se siente agotada. Se quita los zapatos y se deja caer en el sofá de la sala de estar.

Su tía le pregunta cómo le fue en la universidad y Elisa le cuenta lo que ha pasado con Blanca y cómo Bruno intentó disculparse pero ella no lo aceptó. También le cuenta que Ana la vio en la cafetería después de hablar con Bruno y se preguntó por qué estaba tan agitada

-Oh, eso suena desagradable. ¿Quieres hablar de ello?"

-Sí, pero antes quería preguntarte algo. Tía, ¿estás bien de dinero? No he estado contribuyendo desde que empecé a estudiar y no quiero ser una carga para ti.

-La tía de Elisa sonrió con cariño. -No te preocupes por eso, mi amor. Estamos bien. Además, sabemos que vas a conseguir un buen trabajo después de graduarte.

Mientras hablaban, Marcos entró por la puerta. -¡Hola, primita! ¿Cómo estás?

-Estoy bien, Marcos. ¿Cómo estuvo tu trabajo hoy?.

-Fue agotador, pero estoy feliz de estar de vuelta. Ya extrañaba a la familia.

Después de cenar, Elisa se sentó con Lara en su habitación y hablaron de todo lo que había pasado en la universidad ese día.

-Lara, estoy preocupada por el dinero. No quiero ser una carga para tía, pero tampoco tengo un trabajo para contribuir.

-Lo sé, Elisa. Pero no te preocupes, encontrarás algo pronto. Además, siempre puedes pedir un préstamo estudiantil para ayudarte con los gastos.

-Supongo que tienes razón. Pero también estoy preocupada por los problemas con mis compañeros de clase y Blanca.

Lara se sentó al lado de Elisa y le puso una mano en el hombro. -No te preocupes por ellos, Elisa. Eres fuerte y puedes manejar cualquier cosa que te lancen. Además, siempre estamos aquí para apoyarte.

-Gracias, Lara. Eres la mejor prima que podría tener.

Ambas se abrazaron y se acostaron a dormir.

ENAMORADA DE LA ÉLITEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora