ᴘᴜᴇᴅᴏ ᴘᴇɴsᴀʀ, ᴘᴜᴇᴅᴏ sᴇɴᴛɪʀ, ᴘᴜᴇᴅᴏ ʀᴀᴢᴏɴᴀʀ ʏ ᴘᴜᴇᴅᴏ ʜᴀʙʟᴀʀ...ᴘᴇʀᴏ ᴀᴜ́ɴ ᴀsɪ́ ᴛᴇɴɢᴏ ᴍɪᴇᴅᴏ...ᴘᴏʀǫᴜᴇ ᴀ ᴘᴇsᴀʀ ᴅᴇ ᴇsᴏ ʏᴀ ɴᴏ sᴏʏ ʜᴜᴍᴀɴᴀ.
━━━━━━━━━━━━━━━━━
El planeta entero está bajo los efectos de una mutación que convierte a los humanos en criaturas i...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Capítulo Treinta y seis ┏━━━━━━━━━━━━━━━┓ “ ᴢᴏᴍʙɪᴇs ” ┗━━━━━━━━━━━━━━━┛ ▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂
Aún no puede creer lo que está pasando.
Aquella chica inconsciente sobre la cama improvisada que hizo lucía como un verdadero sueño. Era como un ángel caído del cielo. Sus facciones son tan lindas y delicadas, y mucho más ahora que le ha quitado la tierra y la sangre de la cara. Tiene algunas cicatrices grandes como en la nariz y la mejilla, pero eso solamente la hace ver como una auténtica guerrera celestial. Es simplemente hermosa...
Diablos. Se nota que no ha tenido contacto femenino desde el fin de la humanidad.
Remoja de nuevo el paño para seguir quitando el exceso de suciedad, no obstante, se detiene en seco cuando al pasar el trapo cerca del busto la joven abre los ojos con brusquedad y toma su mano con fuerza.
—¡Hey! Hey... Tranquila —Levanta la mano libre en son de paz—. No te voy a hacer nada, ¿De acuerdo? Estás a salvo. Nadie te hará daño...
Cualquier otro habría gritado o incluso forcejeado, pero la joven mantiene su mirada fija en él y viceversa, sin decir ni una sola palabra más. Era como volver a revivir su encuentro en la iglesia, pero ahora podían apreciar mejor el aspecto del otro sin tener a su alrededor a un montón de muertos junto a la oscuridad.
Podía verlo mucho mejor ahora...
Gracias a la luz, la cabellera rubia despeinada del muchacho al igual que sus pestañas y cejas son mucho más brillantes, como si cada hebra estuviera hecha de oro puro, de un amanecer intenso y hermoso. Sus ojos castaño oscuro ahora se asemejan a la dulce y exquisita miel. Su piel blanca y lisa como el cristal tiene pequeñas pecas y manchas como si fuesen chispas en una deliciosa y tierna galleta de vainilla. Y sus labios delgados tienen un ligero color rosa, como si estuvieran ruborizados de la vergüenza. Jamás había visto un hombre igual en su vida, un hombre tan femenino y frágil en un mundo roto y seco como lo es ahora.
Y por el contrario, el chico también puede apreciar con más detenimiento las características de la maravillosa bella durmiente hechizada. Esas hipnotizantes esmeraldas en sus ojos. Esa diminuta y respingada nariz que parece ser solo de adorno. Ese elegante lunar en su mejilla derecha. Y sus labios tan grandes y rojos como los de una fresa, una frutilla que parece haber soportado bajas temperaturas y dificultades en la vida.
Lo sé, lo sé. Demasiada cursilería. Tal vez para muchos, este es el típico encuentro de dos personas que se han enamorado a primera vista. Pero lo cierto es que nada de eso se acerca a la realidad. Esto es mucho más grande, y definitivamente, mucho más significativo que un simple flechazo de novela. De hecho, ni siquiera es un flechazo como tal...
