Al comenzar su carrera como espía, Twilight aprendió que la clave era estar siempre preparado y tener un plan para todo. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que esas reglas no funcionaban de la misma manera en la Operación Strix ni con su compañera de misión, Yor Forger.
Ella no solo cumplía su papel, sino que era igual o más indispensable que él. Su actitud altruista, su empatía y su sentido de la justicia, acompañados de cierta torpeza, eran fundamentales para conectar con Anya y mantener el equilibrio de su vida.
Una vez que comprendió ese tema, el resto del tiempo lo dedicaba a intentar comprenderla, pero cada esfuerzo terminaba en frustración. Era un espía con más de una década de experiencia; se suponía que debía saber lo que hacía. Pero, Yor Forger seguía siendo un misterio.
La mayor evidencia de que no entendía nada llegó durante su cita en el bar. El posible enamoramiento de Yor lo tomó por sorpresa, pero logró recomponerse y verificó sus tácticas; después de todo, estaba entrenado.
Sin embargo, el desenlace fue que su esposa le propinó una patada directa en la barbilla, dejándole claro de manera contundente que no tenía el control que pensaba tener.
Si era honesto consigo mismo, sabía que se lo merecía. Solo el hecho de haber considerado utilizar los sentimientos de Yor para su propio beneficio era un error. Era una línea que nunca debió haber cruzado, sobre todo porque eso no detuvo a su esposa, quien siguió siendo parte de la familia. Y si ella podía seguir adelante, Twilight entendió que él no tenía razones para detenerse.
Yor se mantenía firme y alegre, como en ese instante, jugando con Anya y Bond entre las hojas secas del otoño. Twilight observaba con discreto asombro cómo ella interactuaba con ellos, con esa naturalidad que siempre la había caracterizado. Era una cualidad que había conservado a lo largo de su vida, desde los días en que trabajaba para apoyar a Yuri hasta ahora, siendo un pilar fundamental en la familia Forger.
Esa era, sin duda, la mayor prueba de su fuerza.
—Espera —murmuró Twilight, quedándose inmóvil mientras una expresión de sorpresa se dibujaba en su rostro—. ¿Eso significa que yo...?
El pensamiento quedó suspendido, como si temiera terminarlo, pero su corazón ya había comenzado a completar la frase por sí mismo.
La brisa le rozaba la piel cuando Twilight se percató de que Yor se había detenido a unos pasos de él. Las hojas otoñales caían lentamente. A lo lejos, Anya y Bond competían por reunir la mayor cantidad de hojas, mientras aguardaban el momento del almuerzo.
Yor se giró hacia él, recorriéndolo con la mirada de pies a cabeza, como si intentara descifrar algo. No dijo nada, pero su sonrisa habló más de lo que cualquier palabra podría expresar.
Había algo en esa escena que hizo que Twilight se sintiera... en casa.
Fue entonces cuando comprendió que nada en su carrera como espía lo había preparado para entender lo complejo que era darse cuenta de que estaba enamorado de su esposa.
Nota de la autora: El segundo opening de Spy x Family es de los mejores que he visto y dudo que algo lo supere en mi top personal. Por eso, no pude resistirme a escribir algo sobre mi parte favorita.
Ciao.
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Adecuado
FanfictionPara un espía y una asesina, la perfección era inalcanzable, pero estarían dispuestos a aceptar cualquier cosa que fuera adecuada para ellos [Colección Twiyor Week/Twiyor Month].