Narra Joseph
Fui temprano un sábado para visitarla quería ver su rostro y entregarle su cachorro, que había dejado por accidente conmigo, la verdad no puedo explicar los nervios que sentí cuando toqué la puerta, lo que sé es que intenté mantenerme quieto y no hacer algo estúpido, pero al verla no puedo evitar sentirme nervioso y que mis palabras se entre corten, tenía el deseo de verla para saber si vendría el cumpleaños de mi abuelo; al verla en pijama me causó ternura y tenía un deseo inmenso de besarla, para mi Ella es como una rosa en el desierto que me hizo querer protegerla, amarla y entender toda su rareza, Simplemente no podría describir con mis palabras lo hermosa que se veía sonriendo o estando molesta
Intenté hablar con ella y sus palabras fueron cortas y rápidas parecía querer evitarme, no puedo evitar que me cause ternura al ver como acariciaba al pequeño cachorrito y salió de mis labios yo también soy un buen chico;la verdad logré notar que no prestaba atención a mis palabras parecía distraían sus propios pensamientos, pero me causaba ternura verla, No sé desde cuándo empezó este sentimiento y no sé realmente que sea solamente sé que su actitud poco inusual y el que sea diferente a las chicas que he conocido me atrae como un imán, inmerso en mis pensamientos mientras hablaba vi comí se marchaba.
- pero irás a la fiesta?
Dije gritando a lo que contesto un
-siii
Mientras seguía corriendo.
Allí estando yo de pie esperando con el pequeño cachorro estaba mirando una pared esperando que apareciera de la nada en el salón pero anocheció y no había vuelto me cansé de esperarla y y dispuesto a irme me llegó la llamada de mi madre diciéndome que el abuelo tenía que irse mañana que era su cumpleaños Entonces teníamos que adelantar la fiesta que tenía que ir a ayudar a improvisar algo ya que los preparativos eran para el día siguiente entonces decidí marcharme sin antes haberle dejado un mensaje de voz Amalia en la que decia
-malía estaba esperándote pero al ver que no regresaste decidí marcharme cuando me llegó una llamada de mi madre diciéndome que el abuelo tenía que irse mañana por asuntos de negocios Entonces tenemos que adelantar la fiesta te espero hoy en la noche en unas pocas horas Si puedes asistir por favor Confírmame
Guarde Entonces el teléfono en mi bolsillo y me dispuse a ir a la casa cuando llegué todos estaban corriendo de un lado a otro tratando de preparar la fiesta antes de que llegara el abuelo a la casa, mi abuela me dio unas latas de sardina limpias para que con un cuchillo caliente les abrirá agujeros para usarlo como linternas.
- abuela en serio tenemos que usar esto
Mi abuelita me sonrió y me tocó el hombro con cariño
- mi hijito en esta vida hay que ser recursivos,nunca se sabe cuando la vayas a necesitar algo tan sencillo y sin valor como esto, por eso Nada se bota hijo todo se recicla
Sonriendo con una risita tome un cuchillo para calentarlo