⁕Young And Wild⁕ Seongjoong

Capitulo 72

Capítulo largo..

Aviso: Van a sorprenderse de todo

Como había dicho el capitán del Destiny , unas horas al aire libre en el gran barco le sentaron bien. Seonghwa no se sorprendió en lo más mínimo, no había sido la primera vez que algo así sucedía y ciertamente no sería la última. Sus sueños siempre habían sido algo mucho más grande de lo que cualquier hombre podría explicar, e incluso el capitán pirata lo sabía, por lo que Hongjoong había aprendido durante el tiempo que compartieron juntos que era mejor poner a Seonghwa lo más cerca del mar cuando sucediera algo como esto.

El aire libre y la brisa salada... algo en ello ayudó a calmar el corazón inquieto de Seonghwa.

Toda la tripulación del Destiny había planeado partir tan pronto como pudieran porque habían obtenido las respuestas que habían buscado originalmente, y todos sabían que era mejor hacerse a la mar lo antes posible porque ninguna tierra sería segura. Así que estaban todos en el barco mientras el sol rojo brillante todavía se elevaba hacia el cielo, y tener a todos alrededor de Seonghwa lo ayudó más que cualquier palabra tranquilizadora.

Hongjoong se aseguró de permanecer lo más cerca posible, pero él era el capitán del gran barco y había deberes que tenía que cumplir mientras Seonghwa tenía los suyos propios. Fue necesario un poco de convencimiento, pero después de un tiempo, Seonghwa pudo dejar ir al capitán y le prometió que estaría bien. Su corazón estaba más estable y no le dolía tanto como cuando despertó. Seonghwa estaba seguro de que lo peor ya había pasado, por lo que empujó suavemente al capitán a cumplir con sus deberes con el primer oficial para que no tuvieran que retrasarse más de lo que ya estaban, ya que Seonghwa se había despertado tan tarde.

Había hombres por toda la cubierta principal mientras se apresuraban a preparar el barco para izar el ancla y abrir las velas, junto con las muchas otras cosas que tenían que comprobar antes de poder decir que era seguro navegar. Seonghwa tenía sus propias tareas: atar barriles y asegurarse de que los amarres de las velas aún se mantuvieran firmes. Ser útil con tales cosas le permitió a su mente estar en otra parte que no fuera el molesto pequeño zorro rojo que se encontraba en la parte posterior de su cerebro.

El sol todavía era de un rojo brillante mientras seguía saliendo, y en lugar de verlo como una señal, Seonghwa hizo todo lo posible por ver la belleza en un sol rojo. Nadie más parecía preocuparse por eso, ni siquiera Mingi, a quien Seonghwa había encontrado parado afuera de las puertas de la posada mirando el horizonte donde sangraba de rojo cuando él y Hongjoong finalmente salieron de la habitación de la posada. Pero el maestro pistolero no dijo nada al respecto, ni siquiera se inmutó más tiempo del necesario y siguió a Seonghwa y al capitán hasta donde estaba atracado su barco.

El viento era un poco más fuerte de lo habitual, por lo que atar todo fue más difícil de lo normal, pero eventualmente Seonghwa aseguró todo para que no rodara cuando golpearan las pesadas olas que los esperaban. Hubo fuertes gritos de órdenes a su alrededor de diferentes cadenas de comandos que provenían todas del capitán, pero parecía que todo iba bien.

Jongho había venido a Seonghwa antes, cuando subió al barco por primera vez, para decirle a Seonghwa que había podido conseguir algunas frutas muy frescas y que había escondido las mejores piezas en un lugar secreto que solo él conocía y que debía venir a buscar. él cuando Seonghwa tenía hambre de un pequeño refrigerio más tarde ese día. Eso puso una sonrisa en su rostro fácilmente, ya que pudo ver lo orgulloso que estaba el sicario de sus hallazgos, por lo que Seonghwa solo se acercó para revolver el cabello de Jongho y le dijo que definitivamente aceptaría eso del joven.

Yunho estaba arriba con el capitán en el alcázar trazando la ruta que tomarían durante unos días mientras el primer oficial seguía transmitiendo órdenes a uno de los hombres debajo en la cubierta principal. Parecía que Yunho había dormido bien; las bolsas bajo sus ojos que habían estado allí durante unos días ahora habían desaparecido en su mayor parte de lo que Seonghwa podía ver y parecía tener los pies más ligeros. En realidad, todos parecían más livianos; incluso Yeosang, que estaba doblando las redes de pesca y guardándolas para más tarde ese día y arrastrando cajas pesadas que no deberían ser llevadas por un solo hombre debajo de la cubierta principal, se veía mucho mejor.