El Jefe Maestro se quitó su armadura y su casco, ya que le impedían nadar bien. Se quedó solo con su traje negro ajustado, que le protegía del frío y del agua. Luego se puso unas gafas especiales que le permitían ver bajo el agua sin problemas.
El Jefe Maestro se sumergió en el océano y empezó a explorarlo. Vio corales de diferentes colores, esponjas de diferentes formas, medusas de diferentes tamaños y tortugas de diferentes especies. Vio delfines que jugaban con él, tiburones que lo atacaban y calamares que lo manchaban con tinta.
Pero lo más importante que vio fue un barco hundido, que yacía en el fondo del mar. El barco tenía un aspecto antiguo y desgastado, pero también tenía un aura de misterio y de aventura. El barco era grande y tenía varios mástiles, velas y cañones. El barco tenía un nombre grabado en su casco: "El Holandés Errante".
El Jefe Maestro reconoció el nombre del barco como una leyenda pirata, que contaba la historia de un capitán maldito que vagaba por los mares sin poder atracar en ningún puerto. El Jefe Maestro se preguntó si el barco era realmente el Holandés Errante o si era solo una coincidencia.
El Jefe Maestro entró en el barco y buscó algún tesoro o alguna pista. El barco estaba lleno de objetos viejos y rotos, como muebles, ropas, armas y joyas. El barco también estaba lleno de esqueletos vestidos con trajes de pirata, que habían muerto en el naufragio o por la maldición.
El Jefe Maestro encontró una cabina que parecía ser la del capitán. Dentro de la cabina había un escritorio, una silla, una cama y un armario. Sobre el escritorio había un mapa, una brújula, una pluma y un libro. El Jefe Maestro cogió el libro y vio que era el diario del capitán.
El Jefe Maestro abrió el diario y leyó la última página:
"Querido diario,
Hoy ha sido el peor día de mi vida. He perdido a mi tripulación, a mi barco y a mi alma.
Todo empezó cuando encontramos una isla desconocida en medio del océano. La isla tenía una forma extraña, como si fuera un cuadrado gigante. La isla estaba cubierta de árboles, flores y setas. La isla tenía un portal en su centro, que emitía una luz azul.
Decidimos explorar la isla y el portal, pensando que podríamos encontrar algún tesoro o algún secreto. Entramos en el portal con curiosidad y valentía.
Pero lo que encontramos al otro lado fue una pesadilla.
Nos encontramos en un bosque oscuro y tenebroso, donde reinaba el frío y la niebla. El bosque estaba lleno de monstruos horribles, como arañas gigantes, esqueletos vivientes, fantasmas voladores y bestias aladas. El bosque también estaba lleno de trampas mortales, como laberintos sin salida, torres infestadas y castillos encantados.
Nos dimos cuenta de que habíamos entrado en un lugar maldito, donde no había esperanza ni salvación. Intentamos escapar del bosque y volver al portal, pero fue en vano. El portal se había cerrado y no había forma de abrirlo.
Nos quedamos atrapados en el bosque, sin poder salir ni morir. Nos quedamos condenados a vagar por el bosque, sufriendo y luchando por la eternidad.
Este es mi castigo. Este es mi destino.
Firmado: El capitán del Holandés Errante."
El Jefe Maestro cerró el diario y lo dejó en el escritorio. Luego salió de la cabina y salió del barco.
Así fue como el Jefe Maestro descubrió el secreto del barco hundido, que era el Holandés Errante. Un barco que había entrado en el mismo portal que él, pero que no había podido salir. Un barco que había sufrido una maldición terrible, que lo había condenado a vagar por el océano sin rumbo.
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El Jefe Maestro en el Mundo de Minecraft: Una Aventura de Bloques y Balas
AdventureLa historia es una aventura de ficción, donde el Jefe Maestro, el protagonista de la saga de videojuegos Halo, se encuentra en el mundo de Minecraft, un juego de construcción y supervivencia. El Jefe Maestro tiene que explorar el mundo de Minecraft...