Capítulo catorce: No grites...

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Jisung salió del baño envuelto en su bata de baño y con el cabello mojado, comenzó a peinarlo frente al espejo de la habitación hasta que sintió que fue sostenido con posesión por la cintura.

Minho comenzó a depositar besos en la mejilla de Jisung y bajando hasta su cuello, dejando mordidas y chupones bastante notorios. Jisung estaba ahogado en jadeos y con un solo movimiento se volteó y atacó los labios del alfa con intensidad.

Minho lo alzó envolviendo sus piernas en su cintura y lo tiró a la cama dejando el interior de sus muslos descubierto, Jisung se tapó rápidamente con su rostro sonrojado.

El alfa retiró la mano del rubio de sus muslos con cuidado y al ver que este no se opuso supo que tenía permiso. Comenzó a acariciar y amasar el interior de estos mientras besaba el cuello y parte del pecho descubierto del omega que se estremecía bajo suyo.

—¡Alfa...!—gimió.

Minho subió un poco más su mano hasta llegar a la dilatada y húmeda entrada del omega, quitó su mano de allí y con ambas desató el nudo de la bata dejando expuesto al omega totalmente, quien se escondió con las sábanas avergonzado.

—¿Podrías apagar la luz...?—preguntó con timidez.

—¿Quieres que continúe?—preguntó y Jisung asintió avergonzado.

—P-pero sin la luz, es que... mi vientre no se ve nada bien, alfa...—lloriqueó.

—¿Lo dices por las secuelas del embarazo?—preguntó y Jisung asintió. Minho rió y se acostó a su lado atrayéndolo a su cuerpo en un cálido abrazo.

—Se cómo queda en cuerpo luego de eso, todo el mundo se ve así, no deberías avergonzarte.—dijo.

—Seguro que cuándo me veas sales corriendo.—rió apenado.

—Ya te vi y no salí corriendo.—regañó.

—¿Y-ya me viste?—preguntó avergonzado.

—Si, ni siquiera se nota, cualquiera que te ve en traje de baño en la playa y cargando a Jihoon pensaría que el cachorro es adoptado.—rió.—Iré a darme un baño y luego dormimos.—dijo incorporándose de pie.

—¿Por qué mejor no te bañas después?—preguntó y haló al alfa hasta que cayó encima suyo pero sin poner todo su peso.

—Vaya que eres la picardía misma...—dijo y atacó sus labios con intensidad y regresó a terminar lo que comenzó, besando el torso del rubio y lamiendo y mordisqueando los botones rosas y erectos sacando múltiples gemidos al más bajo.

Minho volteó al omega con su cara golpeando el colchón con un solo movimiento. Abofeteó sus glúteos con fuerza y luego los apretó y amasó.

Hizo a Jisung levantar la cadera con su pecho aún pegado a la cama. Sin previo aviso metió un dedo en la húmeda entrada sacando un grito al omega.

—No grites, vas a asustar a Jihoon.—pidió comenzando a embestir con su dedo.

—N-no... al menos.. al menos avísame, i-imbecil, ¡ah!—dijo ahogado en jadeos y gemidos.

—¿Por qué me dices así? Recuerda que soy tu mayor.—metió dos dedos de golpe yaciendo tres en el interior y volviendo a sacar otro grito del omega.

—¡Ah! Lo..lo siento, ¡A-alfa...!—volvió a gemir.

Pocas embestidas con los largos dedos de Minho se hicieron necesarias para que Jisung se corriera en las sábanas blancas un gemido avergonzado. Minho rió.

El alfa se tiró en la cama con intenciones de acurrucarse junto al menor, pero este lo obligó a sentarse y se arrodilló en frente suyo. Minho lo miró asombrado, sin embargo, no se negó.

Holo, papá • MinSungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora