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Topkapi
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Los aposentos más grandes del palacio estaban iluminados por la tenue luz de las velas mientras el sultán y su esposa se enfrentaban en una tensa discusión.

—Hurrem, mi amor, debemos hablar sobre el futuro de nuestro hijo. Su amor por su concubina es genuino y profundo. No puedo ignorar su felicidad.

La haseki de mirada firme y postura regia, cruzó los brazos sobre su pecho.

—Suleiman, entiendo que nuestro hijo esté enamorado, pero debemos ser realistas. Nuestro matrimonio hizo ruido en el imperio estando bajo las mismas circunstancias, la diferencia es que tú eres el sultán... No quiero que Selim se vea perjudicado por algo así.

El sultán suspiró, sabiendo que esta sería una conversación difícil. La sultana se mantuvo firme en su posición, quien diría que el gran Suleiman era únicamente débil ante su esposa, el amor de su vida y su consejera.

—Te comprendo, pero debemos pensar en nuestro príncipe...

—Hurrem, siempre he defendido la justicia y el amor en el imperio. ¿Deberíamos negarle a nuestro propio hijo la felicidad que promovemos para todos?

—No quiero que Selim sufra. Puede tener a las mujeres que quiera en su harem, enviaré a las mujeres mas hermosas del mercado a Manisa quizá eso lo haga cambiar de opinión.

Suleiman supo que no solo se trataba de el matrimonio, sabía de las preferencias que Hurrem tenía con sus nueras y no le interesaba ser partícipe de eso, pero nunca pensó que su favoritismo podría llegar hasta ese punto.

—Necesito pensar las cosas, esta noche deseo estar solo.—Anunció antes de cortésmente señalarle la puerta pidiéndole que se retire.

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Ese mismo día, cuando las voces empezaron a sonar por el palacio Nurbanu tuvo el infortunio de enterarse de lo que estaba pasando, y ahí estaba sollozando en sus aposentos, su corazón se había roto por completo, se sentí traicionada, usada. ¿En que momento lo había perdido? ¿Cuando había dejado de amarla?

—Su alteza.—Hablaron los guardias que custodiaban la puerta mientras abrían la misma.

De ellas emergió el pelirrojo que tanto amaba, pero su mirada ya no era la misma, ya no estaba ahí el inmenso amor que alguna vez había sentido por ella, solo era indiferencia, como si nunca hubieran estado juntos, enamorados, pasando noches juntos y mañanas llenas de alegría, todo eso ya formaba parte del pasado.

—Nurbanu.—Saludó, ni siquiera le importó que ella no lo reverenciara.

Ella no apartó nunca su mirada de él, no había razón alguna, solo quería observar el rostro del hombre que amaba y que a su vez odiaba, con ojos llenos de tristeza y una voz temblorosa, comenzó la conversación.

—Hemos compartido tantos momentos juntos, y he esperado durante tanto tiempo que me escogiera a mi...

Silencio. Nurbanu esperaba ansiosa que el dijera algo, que se arrepintiera, que en ese momento le propusiera ser su esposa legal y dejara de lado a aquella mujer sin moral.

—Te he valorado y respetado desde el momento en que nos conocimos. Pero mi corazón se ha comprometido con Dilara. Mi amor por ella es genuino, y no puedo ignorarlo.

Nurbanu, volvió a sollozar tratando de evitar su llanto provocando así que Selim bajase  la mirada, sintiéndose culpable por el dolor que causaba a la madre de su primogénito.

—Lamento profundamente la situación en la que te encuentras. Pero no puedo fingir amor por ti cuando mi corazón pertenece a otra. Sería injusto para ambos.

Las lágrimas de Nurbanu cayeron libremente mientras luchaba por comprender.

—¿Acaso todo lo que vivimos no significa nada? ¿No eres consciente de las implicaciones de tus acciones?

—Estoy dispuesto a asumir las consecuencias de mis acciones.

—Tu amor por una prostituta podría tener consecuencias devastadoras.

Entonces Selim sintió rabia en su ser, no permitiría que nunca más nadie hablara así de la mujer que amaba.

—Estas enojada, eso lo entiendo. Pero si vuelves a hablar así de ella te expulsaré del harem y nunca más verás a mi hijo.—Amenazó.—Vivimos muchas cosas juntos, y te quise mucho, pero el amor no lo conocí hasta que ella llegó a mi vida, contrólate no quiero que vuelvas a insultarla ni rebajarla.

—No quiero que estes aquí.—Reclamó ella limpiando su rostro de lágrimas.—Déjame sola, por favor.

Sin más que decir, el príncipe se marchó dejando así un corazón roto que alguna vez espero ser correspondido.

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⏰ Última actualización: Sep 01, 2023 ⏰

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I Will |Principe Selim.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora