Dionisio: No se detendrá, Edgar solo recibe mis órdenes... si fue por insistencia, ni siquiera debería haber venido. No me importa lo que pienses de mí, lo único que no sabe es quién soy... no piensas que sabes - resoplé de ira - ¿qué quieres chica? ¿Qué? Ya me está molestando... pagué 100 mil dólares por tu compañía y no para estresarme, así que un consejo... quédate bien callada y dame paz - dije enojado - chica estúpida y mimada, si fuera mi hija le daría unas nalgadas para aprender.
Solté un aire de risa y lo miré enojada.
María: Estúpido eres tú, que ni siquiera sabes cómo tratar a una mujer... estoy muy lejos de ser mimada, imbécil...- hablé con rabia - doy gracias al cielo, por no ser mi padre... sobre todo porque no tengo uno... el único que parece ser mimado aquí eres tú, que está pensando que porque tiene dinero, puede hacer y decir lo que quiere y si no se detiene, me iré de una forma o otra en la primera oportunidad que tenga...- hablé tratando de abrir la puerta del auto, pero estaba cerrada.
Dionisio: Sé muy bien cómo tratar a una mujer, tú sólo no mereces eso - le dije mirándole - yo quien agradezco por no ser - resoplé y al escucharla me callé - solo vas cuando yo quiera.
María: Por supuesto, no me lo merezco - lo miraba roja, sacudiendo la cabeza de manera negativa - eres despreciable Dionisio Ferrer...- hablé fría y en un tono un poco bajo - prefiero estar sin un padre, que tener uno como tú... y no... quiero bajar ahora... no eres mi dueño...- hablé enfadada y angustiada... estaba empezando a sentirme sofocada allí... digamos que no me gusta estar mucho tiempo en lugares donde me siento atrapada... termino pasando mal y me veo terminar así aquí, no quiero desmayarme estando con este hombre... sabes lo que puede hacer conmigo... aún más ahora que lo irrité... puedo ver la ira que siente en sus ojos, que casi me están disparando.
Dionisio: No se detendrá... puedes seguir Edgar - le dije sin mirarlo.
Me alisé allí, me quité un poco el vestido y me alisé el cabello solo hacia un lado. La agonía solo estaba aumentando. Mi respiración comenzó a sentirse pesada. Cerré los ojos y respiré hondo en busca de aire.
María: Por favor...- en un gesto involuntario lo sostuve en su brazo - abre el auto, no me siento bien...- hablé en voz baja.
Dionisio: Qué sientes? - la miré preocupado por su fisonomía - Edgar pare el auto, por favor.
Edgar: Sí Sr - estacione el auto tan pronto como pueda en el arcén.
Intenté abrir el auto y vi que ya estaba desbloqueando. Abrí la puerta e intenté salir, pero sentí que me sostenía por la cintura y lo miré.
María: No intentaré salir corriendo, solo necesito un poco de aire - le hablé mirando.
Dionisio: Manténgase calma... déjeme ayudarle - la solté y luego sali yendo hasta el otro lado, ayudándole a salir del coche - respire con calma... cierra los ojos... estoy aquí - le dije calmando.
Me apoyé en el auto y cerré los ojos tirando el aire con calma. Abrí un poco mis labios y solté el aire por mi nariz.
Me quedé allí a su lado por unos minutos, esperando que todo pasara.
Dionisio: ¿Se sientes mejor? ¿Podemos volver a la habitación? - pregunté tranquilamente.
María: Sí... gracias...- hablé alejándome de la puerta del coche y lo miré - sí... podemos...- hablé llevando la mano a la puerta para abrirla.
Dionisio: Ven - le ayude a entrar en el coche, entré y nos dirigimos a mi casa. Minutos después llegamos y le ayudé a entrar en la casa - ¿te sientes mejor? Tomaré algo para comer y beber... siéntete libre.
María: Me siento sí... gracias...- hablé con el medio torcido... miré su casa discretamente y fui hasta la sala, como él me había indicado, lo vi salir yendo a un compartimiento que creí que era la cocina, luego volvió y me ofreció el acento... me senté y lo miré.
Coloqué la bandeja de comida y bebida en la mesita y me senté a su lado en el sofá.
Dionisio: Lo siento por antes - respiré hondo - no quería que pensara tan mal de mí... tampoco que tuviera mala impresión, no soy ese tipo de hombre. Nunca he tratado a una mujer así, nunca he obligado a ninguna a hacer lo que no quiere.
María: Un...- hablé en un tono de falta de interés - está bien, lo dejaré pasar. Espero que no vuelva a tratar a ninguna otra como me trató... debería tener más control sobre sus nervios...- hablé cruzando las piernas.
Dionisio: No lo haré, digamos que es un poco difícil controlar mis rupturas - sonríe torpemente - ¿vamos a empezar de nuevo?
Lo miré medio sospechosa, pero luego cedí.
María: Está bien... después de todo, como dicen, todos merecen una segunda oportunidad... pero si hago alguna otra cosa que me ofenda o algo así, me voy sin importarme la cantidad que gasté para tener mi compañía.
Dionisio: Prometo que no lo haré, me comportaré muy bien y te agradezco mucho por darme esta segunda oportunidad.
María: Ok, entonces...- sonríe encantadoramente - bueno... no sé cómo funciona muy bien esto de acompañante... entonces necesitaré tu ayuda...- le dije que le miraba mucho menos agresiva, como de costumbre yo era.
Dionisio: Entonces somos dos - ríe - esta es la primera vez que hago una oferta, siempre hago donaciones por fuera... podemos hablar, conocernos... nada nos impide ser amigos... prometo que no haré nada para ofenderte - levanté mi mano derecha.
María: ¿La primera vez? - cuestioné medio sorpresa - ¿debo sentirme halagada? - miré su mano y extendí la mía, apretando ligeramente la suya saludándole.
Dionisio: Sí, la primera vez... debe sí - sonríe - no me gusta mucho... pero confieso que me has llamado mucho la atención... no me esforcé por ganar esa disputa.
María: Sí, lo entiendo...- le dije mirando - no es atoa que calló enseguida aquel señor... su oferta nos ayudará mucho... pero me pareció un poco exagerado...- sonríe.
Dionisio: ¿Usted es parte de la ONG? - la miré - conozco bien a ese buitre... conozco todas sus actividades extra... ¿puedo preguntarte algo? - le entregué un vaso con jugo.
María: Sí, lo hago. Crecí con todos ellos, hoy trato de ayudar de todas las formas posibles... ¿actividades extra? - lo miré sin entender - sí, puede...- hablé tomando el jugo.
Dionisio: ¿Es huérfana María? Sé que no tiene padre, como dije en el auto... ¿tampoco tienes madre? Sí, actividades extra... tiene una casa para adultos... si me entiendes... ¿alguna vez Ota intentó algo contigo?
Suspiré pesado, estrechando mis manos mirándolo.
María: Sí lo soy... perdí a mi madre a los 8 años...y mi padre... bueno, mi padre no me quiso, así que me dejó en la ONG. Mi suerte fue que Marcia se encantó por mí y me crió con mucho cuidado y cariño...- sentí un escalofrío en mi columna vertebral por lo que dijo - muchas gracias por deshacerme de ese hombre...- suspiré - Ota... siempre me trató diferente... pero siempre le he dejado muy claro nuestra relación. Me respeta, porque si no lo hiciera, Marcia lo mataría.
Continúa...
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⚖️ El Remate ⚖️ - Maria y Dionisio (Concluído)
Random"Mi corazón no está a subasta, si quieres ganarlo tendrás que hacerlo por merecerlo! " Nota: Si usted está leyendo esta historia en cualquier otro sitio que no sea en wattpad, los invito a leer directamente en el sitio original. 🚫El plagio es un de...