María: Entonces vamos con el conductor... quiero ir cuidando de ti...- hablé sosteniéndolo en su mano - no me gusta verte enfermo.
Dionisio: Sabe que te quiero mucho - le dije abrazándola de lado - nunca imaginé que aquella subasta, sería el cambio de mi vida... vamos con el conductor mi amor.
María: Yo mucho menos...- sonríe - creo que fue la mejor elección que he hecho en mi vida mi amor...- le apreté un poco la cintura.
Dionisio: Sé que lo fue y no me arrepiento de nada... creo que es bueno renunciar a la subasta del próximo año... sólo va a participar como organizadora - sonríe abriendo la puerta del coche para ella y pronto entramos.
María: Fue la primera y la última vez mi amor...- le sonreí y me subí al coche seguido de él - en la subasta del próximo año voy a dar todo el apoyo que pueda.
Dionisio: Sí, mi amor... te ayudaré en lo que pueda - le besé la mano. Minutos después entramos al hospital de la mano.
María: ¿Que tiene que decir? ¿Podemos llevar a nuestro niño a casa? - lo miré feliz - estoy loca por poder cogerlo en mis brazos.
Dionisio: Así como yo mi amor - llamé a la puerta del consultorio y entramos al ser autorizado - buenos días Dr.
Dr: Buenos días Sr y Sra. Ferrer, pasen.
María: Buenos días doctor...- sonríe - ya estamos aquí... ¿qué tiene que decir?...- lo pregunté de inmediato.
Dr: Finalmente tenemos buenas noticias - sonríe - su hijo ya está bien y finalmente puede irse a casa con ustedes - sonríe mirándolos.
María: Sí, ¿Está diciendo la verdad doctor? - sonríe emocionada - ¿ya podemos llevar a nuestro niño? - sonríe feliz - Dios mío.
Dr: Por Supuesto... él ya está esperando por ustedes - les sonríe - sólo tengo algunas precauciones y todo bien.
Dionisio: Por Supuesto Dr... puede hablar, haremos todo por el bien de nuestro hijo - sonríe estrechando la mano de María - queremos contratar a una enfermera para que nos ayude con él.
Dr: Gran idea... le indicaré a la persona que lo está cuidando... ella está familiarizada con su caso y conoce todas las restricciones... evitar visitas y paseos... Valentin necesita cuidados especiales.
María: Puede dejar doctor, tendremos todo el cuidado necesario. Ahora, por favor, llévanos a verlo...- sonríe un poco nerviosa.
Dr: Por Supuesto... acompáñenme - me levanté de mi silla y fuimos a la guardería. Llamé a la enfermera que pronto vino con el bebé en sus brazos.
Cuando la enfermera se acercó, tomé a mi pequeño en mis brazos y sonreí emocionada viendo su carita.
María: Hola mi vida...- sonríe mirándolo - soy tu mamá mi amor - me acerqué a Dionisio y le miré - mira lo hermoso que es mi amor.
Dionisio: Hola mi pequeño... soy tu papá mi amor... finalmente está en nuestros brazos mi vida... es tan hermoso - sonríe besando la cara de María - ¿vamonos?
María: Sí...- hablé sosteniendo la mano de mi pequeño - ¿ya podemos ir doctor? - lo miré y luego lo vi decir que sí... todo estaba arreglado y la enfermera pronto estaría en nuestra casa. Yo, Dionisio y nuestro pequeño paquete de luz, nos fuimos a casa más que felices... ahora sí, estaríamos cien por ciento felices.
Días después todo iba bien, la prioridad ahora sería nuestro matrimonio. Sería una pequeña ceremonia para las personas más cercanas a nosotros dos. Estaba trabajando desde casa ese día, quería cuidar un poco a mi hijo. Después de una videoconferencia en mi oficina, salí de allí y fui a su habitación.
Dionisio: Hola, ¿todo bien con él? - pregunté acercándome a la enfermera que cuidaba a Valentin.
Ana: Sí Señor...- lo miré y le sonreí - Valentin es un chico muy fuerte y cada día está mejor...- hablé sin apartar los ojos de él... qué hermoso era.
Dionisio: ¿Puedo atraparlo un poco? Es tan tranquilo... pensé que sería más agitado... es un guerrero.
Ana: Sí, puede...- hablé acercándome más a él... le entregué al niño y lo sostuve en su brazo disfrazado - él es sí.
Dionisio: Hola mi amor - se ríe de mi hijo que murmuró al salir de los brazos de Ana - creo que no le gustó salir de su regazo - me ríe mirándolo.
Ana: Es que ya se está acostumbrando a mí... digamos que ya tenemos un lazo muy fuerte...- lo miré seductoramente y le sonreí enseguida - pero pronto se acostumbra.
Dionisio: Sí... necesitamos cambiar eso mi amor... se queda tanto tiempo con Ana, que no quiere ni a papá - dije alejándome un poco de ella.
Lo miré alejarse y suspiré pesado. Tenía que encontrar una manera de acercarme más a él.
Ana: Si quieres puedo ayudarte con eso y ahora es hora de que coma.
Dionisio: Quiero hacer eso Ana... él es mi hijo y quiero hacer todo con él - hablé sentándome en el sillón que tenía allí.
Ana: Por supuesto Señor... es que... no nada... - me acerqué después de tomar el biberón y se lo di - tengas cuidado de no quemarlo Señor.
Dionisio: ¿Está en la temperatura ideal? - la miré - ayúdame por favor - ríe torpemente - no queremos causar un accidente... mi esposa me mata si algo le sucede a nuestro niño.
Ana: Por supuesto que ayudo...- sonreí acercándome mucho más a él.
Ya estaba casi todo listo para nuestro gran día. Faltaba muy poco para nuestra boda, solo faltaba Dionisio probarse su traje y yo confirmar si mi vestido estaría listo para el día señalado.
Iba a la habitación de mi pequeño a darle su cena, como siempre lo hacía. Cuando entré y vi aquella escena, me quedé allí callada, observando todo. La forma en que Dionisio hablaba y aquella mujer se insinuaba hacia él, era descarada. Hace unos días, vengo percibiendo que Ana está muy atrevida para el lado de mi marido y eso no me está agradando en nada.
María: Buenas noches...- dije los mirando sería.
Dionisio: Buenas noches amor - sonríe mirándola - estoy tratando de darle biberón a nuestro pequeño... pero estoy en problemas.
María: Entonces deja que te ayude...- hablé acercándome y encaré a Ana, que se alejó - puede dejarnos a solas...- la miré en serio.
Ana: Sí señora... disculpe...- hablé y me fui en contra de mi voluntad.
Dionisio: Mira mi amor... es mamá... ella vino a ayudarnos... tengo hambre mamá... mucha hambre - bromeó mirándola.
Lo miré un poco seria y luego sonreí a mi pequeño, haciendo gracia por el mismo.
María: Hola mi vida...- lo acaricié - no quiero ella aquí Dionisio...- lo miré.
Dionisio: ¿Ana? ¿Qué está pasando mi amor? - pregunté con cuidado mientras le daba el biberón a mi pequeño.
María: Ya no la quiero cerca de nosotros Dionisio... ella ha mostrado comportamientos muy extraños... ¿no has notado nada todavía?... no la quiero cerca de nuestro hijo y mucho menos de ti...- hablé en serio mirándolo.
Dionisio: Está bien mi amor... será como quieras, puede despedirla y contratar a otra persona... nuestro hijo necesita que alguien esté pendiente de él las 24 horas del día - le tranquilicé - solo tengo ojos para ti mi vida - le sonríe.
María: Voy a proporcionar otra... no quiero que ella esté aquí y es bueno que realmente tenga Señor Ferrer... no voy a permitir que nadie te saque de mí...- hablé haciendo cara de enfadada, pero medio graciosa.
Dionisio: No mi amor - le sonríe - nadie me quitará de ti - ni siquiera le di un beso como pude.
María: Un... está bien entonces... ahora déjame ayudarte a darle el biberón a nuestro niño...- hablé sentándome en el brazo del sillón en el que estaba.
Continúa...
ESTÁS LEYENDO
⚖️ El Remate ⚖️ - Maria y Dionisio (Concluído)
Random"Mi corazón no está a subasta, si quieres ganarlo tendrás que hacerlo por merecerlo! " Nota: Si usted está leyendo esta historia en cualquier otro sitio que no sea en wattpad, los invito a leer directamente en el sitio original. 🚫El plagio es un de...