Capítulo uno: Nervios...

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A veces nos preguntamos cuando llegara nuestro momento de brillar, de estar completamente seguros con nosotros, de saber que algo en lo que nos arriesgamos tanto valió al fin la pena, conozco ese sentimiento de primera mano y estoy completamente familiarizada con él. Hay días en los que pienso por cuanto eh pasado y aun no llega el tan esperado llamado MI MOMENTO, me llamaras exagerada, pero, es lo que siento y desde que he pasado por ese sentimiento aprendí a no minimizar los problemas y las emociones de las personas. Cuando aprendes a vivir con ese sentimiento te vuelves de cierta manera una persona difícil de entender, te vuelves una persona fría, más selectiva y esa es la parte que más me gusta de todo esto, que el pasar por mucho te enseña la importancia de saber quién tiene merecido estar en tu vida, al menos eso creo yo.

Lo cierto es que son solo dos personas con las que tengo la suficiente paciencia para no sacarlas mágicamente de mi vida y en este preciso momento de mi habitación.

- ¡Pueden parar de gritar! -Suelto ya hastiada de la absurda discusión que tenían Aihnoa y Jenniffer. Si, las dos personitas mencionadas son mis mejores amigas (Y las únicas) las cuales quedaron perplejas por la manera en que las calle.

-Pues tú acabas de gritar, deberías dar el ejemplo, ¿No? -Dice Aihnoa cruzando sus brazos delante de su pecho- ¿Cierto Jenn?

Jenniffer esta tan concentrada mirando su celular que Aihnoa rueda los ojos al no recibir respuesta. 

- ¿Cierto Jenn? -Lo último que pronuncia suena más a que si no le responde la matara.

- Ehm... S-sí? -Jenniffer no sabe ni siquiera en donde está parada, responde sin quitar la vista del móvil.

Ainhoa abre tanto sus ojos que parece que se le saldrán de las cuencas- Sí Jenn, .

Jenniffer se aclara la garganta fingiendo que sabe de lo que habla Aihnoa.

-Ah claro, si, si - Dice moviendo la cabeza de arriba abajo bruscamente mirándome, pero lo cierto es que, en vez de querer convencerme a mí, sería más bien a ella misma.

-Sabía que no era buena idea aceptar a alguien tan inútil como amiga- Dice Aihnoa dándole unos golpecitos en el hombro a Jenniffer negando.

- ¿A quién llamas Inútil sapa? –Dice Jenniffer con una mirada amenazadora.

- ¿Pues a quien más? -Escupe Aihnoa- A la única inútil que tengo enfrente.

-Si me vuelves a llamar INUTIL te voy a sacar los ojos con una cuchara- Dice Jenn señalándola acusatoriamente mientras entrecierra los ojos- ¿En-ten-di-do?

- ¡Ay que miedo! No sabes lo asustada que estoy- La vacila la otra inútil- No me hagas reír Jenn...

No la dejo acabar ya no soporto a este par de gallos de peleas, ni siquiera tienen punto de comparación.

- ¡YAAAAAA! BASTA ambas son INUTILES-Enfurezco - ¿No tienen nada mejor que hacer que pelear hasta por cómo respiran?

Ambas me miran como si me hubiera crecido una segunda cabeza, pero no me importa ya me tienen harta, no paran de pelear desde esta mañana cuando ambas despertaron y no encontraban sus cepillos de dientes (Que yo bote porque no recordaba de quienes eran) pero el caso no es ese ¿Cierto? Jajaja... En fin, hoy no estoy con la suficiente paciencia para aguantar cada que se quieren agarrar de las greñas.

Definitivamente no soporto a ninguna de las dos.

-Uy, creo que alguien amaneció de malas- Suelta Aihnoa restándole importancia.

- Tú crees? - Le sigue Jenniffer.

Y así de rápido es como vuelven a estar de buenas y yo quedo como la mala, siempre y cuando digo siempre es SIEMPRE.

Rayos de luz entre sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora