Rayos de luz entre sombras

Capítulo nueve: Maximus

Nicka

Se llevan a Antoni a la fuerza y grita todo tipo de insultos, desde que se la van a pagar hasta que son la mismísima mierda Angela y Jason. Cuando me cruce con Antoni me paralice, no sé por qué, recordé las palabras de Angela y pensé en las veces que el muy hijo de puta fingía ser muy amigo de mi padre mientras le clavaba el puñal por la espalda.

Cuando se le fue encima a Jason sentí mi sangre herví, sentí como si fuera a mí a quien le intentaba pegar, pensé en mil maneras de meterme y partirle la cara, todas terminaban en que la única cara que salía perjudicada era la mía, así que fui por los de seguridad de la mansión, pensé que no harían nada, pues ellos siguen solo ordenes de Antoni. Para mi sorpresa al decirles lo que pasaba corrieron y me ayudaron.

Ahora me encuentro revisando a Jason de arriba abajo y de abajo arriba. Me preocupa que le haya hecho algo ese canalla que tiene por padre. Lo miro a la cara y este ya se encuentra mirándome con una sonrisa.

Pedazo de imbécil.

- ¿Qué te da risa? -Pregunto -No sabía que eras masoquista y que te causaba alegría que te golpearan.

-Ni me toco-Responde sobrado.

-Ojalá te hubiese encajado uno-Farfullo.

Es que de verdad es muy estúpido, le acaban de intentar dar una golpiza y se anda riendo.

-Como dices? -Demanda.

-Que, qué bueno que no. -Alegue, enarca una ceja y entrecierra sus ojos.

No me cree, pero no me importa.

-Ajá. -Suelta divertido.

Ruedo los ojos y una sonrisa se posa en mis labios por la forma en la que me ve.

-Quédate-Propone de forma espontánea.

¿Que? ¿Qué haga qué? No, no debo. Debe ser una broma.

-Que me quede? -Pregunto con confusión.

-Sí. -Admite.

-Pero...

-Jason, tienes que saber los motivos de porque lo eche.

De pronto se escucha la voz de Angela salvándome de lo incomodo que estaba siendo esto.

- ¿Ahora? -cuestiona Jason en dirección a su madre.

-Si. -Responde ella, Jason me mira y le hago seña de que vaya.

Se lo que le dirá Angela, él tiene todo el derecho de saberlo, pero no niego que tengo un poco de terror por como eso le pueda afectar.

O a nosotros...

No, no hay nosotros, yo lo odio y no me importa. Pero a la vez si me importa, mierda.

¿Por qué me importa? ¿Por qué carajos no puede ser igual que con todos? Que los odio y los odio, que no los quiero ver y no los veo, que dejo de sentir todo por ellos y ya, con el no puedo, ¿qué mierda me hizo? Como hace para poner mi vida patas arriba y que no me importe en lo más mínimo por el simple hecho de que es el.

Siempre lo fue, desde esos días en el insti hace unos años...

-Nicka, puedes...-Me habla Jason sacándome de mis pensamientos.

-Sí, me quedare. No hagas que me arrepienta de esto, Jason. -Declaro y el suspira y ladea sus labios.

-Jamás te arrepentirás. -Dice acunando mi rostro en sus manos rozando nuestras narices. Ese simple contacto hace que mi cuerpo se erice y sienta la puntada en mi estómago.