Rayos de luz entre sombras

Capítulo dos: Nostalgia

 A veces nos sentimos perdidos, nos sentimos vacíos, como si todo lo que hagamos no valiera y solo sea la pura rutina. La rutina, se vuelve tan pesada de llevar, pero a la vez tan normal, tan común, como si eso es todo lo que queda y más nada, sin emoción, sin nada que te haga salir de la llamada zona de confort, al menos así se le llama a la rutina, al menos eso me parece a mí.

Al principio es más pesado aun, pero con el pasar del tiempo te acostumbras, te haces la idea de que eso es todo y ya no hay nada más, que ahí es donde tienes que estar y sentirte como te sientes, piensas que ese hoyo te atrapo y ya no puedes escapar, se vuelve parte de la vida, de lo que llamas día a día, y no queda más nada que acostumbrarse, que quedarse atrapado ahí hundido y perdido.

Pues mi hoyo se ha vuelto más llevadero, menos pesado, pero claro, ya me acostumbré y me hice la idea de que así era todo, pero no sabes cuanto deseo no haberme acostumbrado, de no haber aceptado que era lo que me tocaba y nada más, hubiese querido pelear contra eso, tener fuerza de no rendirme, pero no pude, por mi familia sería capaz de hundirme en un hoyo más profundo, porque estoy segura de que ellos harían lo mismo. Pero tú si ese hoyo te esta por atrapar, lucha, ten fuerza, yo estoy segura de que no es tarde para no caer, para no aceptarlo, para estar tranquilo y feliz...

- ¿Como una persona puede desaparecer una semana después de haber lanzado una bomba como esa? -Habla Noa mientras arregla su cabello en el tocador.

-No lo sé, solo sé que no se ha comunicado con nadie cercano a mí y eso es bueno.

- ¿Crees que pueda llegar a acercarse a alguien de tu circulo? -Pregunta Jenn quien también se arregla para la noche de hoy, incluyéndome.

-A estas altura creo a Gastón capaz de cualquier cosa.

Me gustaría no tener la razón, pero después de esa foto lo cual está en todo el internet y ya me han llamado para hacerme entrevistas, si, realmente lo creo capaz de eso y de más.

La cosa es esta, mi apellido es muy importante, pues mi padre es el arquitecto más famoso e importante de Europa, tanto que ha tenido proyectos de más de mil millones de dólares en Dubái, así que siempre hemos estado en la mira de los periodistas y de las revistas amarillistas, y que Gastón haya subido esa foto alboroto el avispero del cual nos habíamos encargado de calmar hace unos años debido a un escándalo de mi hermano, del cual la carrera de mi padre estaba en una cuerda floja, así que ahora pase esto no está bien.

-Pues, igual yo- Dice Noa, levantándose de la silla y mostrando como quedaron sus ondas en la hermosa melena oscura- ¿Qué tal? ¿Así están bien o les falta algo?

-Estas perfecta Noa- Lo digo enserio- Como siempre.

-Si estoy de acuerdo con Nick- Me sigue Jenn que también luce preciosa con su melena perfectamente despeinada por sus rizos castaños.

-Tú igual Jenni- La alago y esta empieza a alegar que obvio y que siempre.

-Listas? -Pregunta de pronto mi hermano Sebastián quien entra y nos mira de arriba abajo y hace una mueca de asco- Si, ya vi que sí.

Sebastián me lleva solo tres años, pero se los juro que es muy bueno metiéndose en líos y siendo un idiota, él es igual a mama, cabellera negra azabache y ojos color miel, pero alto como mi padre y tez tan blanca como la de mama, un par de tatuajes decoran sus brazos y unos llegan al cuello, imbécil, de cariño claro.

-Ay chao, salte chuchu- Lo saco a empujones y aviso que ya bajamos.

Hoy es una noche importante, es la gran fiesta de uno de los viejos amigos de mi padre, el señor Antoni quien hace una fiesta en honor a la apertura de su nuevo concesionario de autos en la gran ciudad de Berlín.