Capítulo tres: Desespero

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Toda mi semana estuvo igual que las anteriores, clases, salidas con las chicas, reuniones familiares, pero lo único que no era parte de la rutina eran las charlas nocturnas con aquel desconocido, del cual solo sabia que detestaba a su padre y que por alguna razón cuando hablábamos había cierta complicidad a pesar de tener gusto diferentes y no tener nada en común, o al menos casi nada.

Si, lo sé, se estarán preguntando, ¿Por qué razón Nicka hablaría con un completo desconocido del cual no sabe absolutamente nada, mientras que el sabe cosas importantes que ella nunca le dijo y aun así no piensa que sea alguien que la secuestrara?, Por supuesto que lo pensé, pero ese pensamiento me duro solo tres noches, ya que ha demostrado que no me secuestrara o eso quiero pensar.

No, claro que no esta bien que hable con él, pero es que hay algo que me resulta familiar aun así sin verlo, sin saber como o quien es, siento que alguna vez nos vimos, o quizás solo es una teoría que creo mi cabeza y nada más.

-Nicka- Salgo de mis pensamientos cuando alguien mueve las manos frente a mi rostro.

Y cuando veo quien es quiero escapar y mudarme de país.

¿Por qué esto me pasa a mi?

-E-eh, señora Sandra lo siento yo esta...

-No me importan sus excusas, si no le interesa mi clase bien puede irse, ahí esta la puerta-Dice señalando la puerta del aula.

Si bien, me tienta la idea de levantarme e irme, pero solo asiento con la cabeza y nuevamente me disculpo.

-Ética-Digo dándole un mordisco a mi sándwich.

-La señora Sandra? -Habla Jenn.

-Es una bruja-Dice Noa.

-Y en que pensabas Nick?

En un extraño que no se como se ve ni se cómo se llama.

-E-eh no... si

Ambas me ven confundidas y no las culpo ni sé que carajo dije.

Concéntrate imbécil.

-En lo de...Matemática, si en eso.

-Matemática?

Si Noa, Matemática.

-Si, tenemos una prueba en unos días y no he estudiado lo suficiente enton...

-Las pruebas de todas las materias acabaron la semana pasada Nicka.

Siempre Noa.

Por que no puede ser como Jenn que no nos pone ni un poco de atención por lo entretenida que esta con su comida.

Vaya, parece que no comía hace años.

-Pero... a mi me reprobaron y la tengo que repetir.

-Mentirosa.

-Me llamas mentirosa?

-Si, cuando entregaron las calificaciones estábamos las tres juntas y ninguna reprobó.

-Además, tu eres buena en matemática no es una buena excusa para mentir.

Jenn, porque no podías seguir entretenida con tu comida.

Metida.

-Ay, esta bien. Con ustedes definitivamente nunca puedo.

Me rindo y les cuento todo en lo que pensaba.

-Y si te quiere secuestrar para pedir rescate? -Pregunta Jenn, es bien paranoica.

- Lo pensé, ¿pero porque se interesaría en saber cómo me va en la escuela?

Rayos de luz entre sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora