7. Una clase de baile.

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— Soy malísimo. — rio el monegasco.

— Vamos cariño, no eres tan malo. — Carlos tomó su mano. — Ven aquí, yo te enseñaré como se hace.

— Pero nada de ritmos rápidos. — negó risueño.

— Si Sergio pudo hacer bailar decentemente a Max, claro que tu puedes. — le guiñó un ojo, sacándole una carcajada.

— Bien, pero no te burles. — asintió, dejándose llevar.

— ¿Ves? No lo haces nada mal. — le sonrió.

— Estoy mas acostumbrado a ser quien ve desde el fondo del salón. — se encogió de hombros.

— Mi amor, desde que te conocí, entendí que tu no eras alguien que debía permanecer en el fondo del salón. — lo besó con dulzura.

— ¡Carlos! Hey. — escuchó a alguien llamarlo, girandose de inmediato. — Gracias por eso, creo que estoy siguiendote desde hace cuatro cuadras.

— Lo siento. — lo miró apenado.

— No, está bien, mi culpa por no hablarte antes. — le dio una suave sonrisa. — ¿Vas a algún lugar en especial? Me gustaría hablar contigo.

— En realidad yo...

— Oye, llevo esperándote 20 minutos. — Lando lo miró mal, acercandose rápidamente. — Oh, Arthur...

— Vaya, me imaginaba que habías avanzado, solo no creí que tanto. — el monegasco soltó sin pensarlo mucho.

— Arthur no, no es lo...

— Vaya, tienes un anillo. — señaló su dedo anular. — Supongo que debería felicitarlos.

— No, no, dejame explicarte todo Art. — negó el español.

— Preferiría que no me llamaras mas así. — lo miró, soltando un suspiro. — Creí que tal vez podríamos hablar, yo estaba realmente preocupado por ti, pero creo que has pasado bastante bien la partida de Charlie, supongo que era algo normal, solo no creí que tan pronto.

— No es lo que piensas Arthur. — Lando negó. — Pero Carlos tiene derecho a rehacer su vida, Charles se fue hace casi un año y estoy seguro que el no querría que Carlos pasara el resto de su vida solo.

Su conversación se vio interrumpida cuando otro hombre llegó, acercandose furiosamente hasta ellos.

— ¿Que haces aquí Arthur? — reclamó. — Te dije que no debías acercarte a el.

— Lorenzo... — Carlos suspiró.

— No, tu no te atrevas a hablarme. — lo miró de mala manera. — Veo que no perdiste el tiempo.

— Si nos dejaran explicarles. — Lando fue silenciado nuevamente por el mayor.

— ¿Explicar que? Que tardó mas Charles en irse que tu en meterte en su cama. — les gritó, llamando la atención de otras personas ahí.

— Lorenzo, basta, vamonos ya. — Arthur negó. — La gente está viéndonos.

— No, ¿sabes que? Es buen momento para hablar. — soltó un bufido. — El 15 de febrero se cumple un año de que Charlie se fue y dejó una carta para ti, la va a leer el abogado el 17 del mismo mes y enserio espero que después de eso, no volvamos a saber más de ti.

— Lorenzo...

— ¡No! Todo es tu culpa, murió por ti. — le gritó, sin importar que se encontraran en un parque. — Lo supe, desde que te vi lo supe, sabía que no podía terminar bien.

— Fue un accidente. — Lando intervino.

— ¡Fue por él! — volvió a gritar. — Estaría aquí si no fuera por ti, habría podido ver sus obras en esas galerías, estaría bien, estaría aquí.

— Lo siento. — murmuró Carlos, completamente derrotado, sintiendo como su corazón se arrugaba y las lágrimas se acumulaban en sus ojos. — Lamento todo.

— Tus disculpas no van a arreglar nada, el ya no está aquí, el está muerto. — lo miró a los ojos. — Debiste ser tu, tu eres quien debería estar en su lugar.

— Lorenzo, basta ya. — regañó Arthur.

— Me voy a casa. — lo miró por última vez, antes de tomar sus cosas e irse.

Arthur suspiró, estaba agotado de esa situación, cansado de todo.

— El no quiso decir eso. — se disculpó. — Carlos, yo quisiera poder hablar contigo, se que no es el momento...

— No, está bien, íbamos por un café, ¿quieres acompañarnos? — tomó un par de suspiros.

— No quiero ser una molestia.

— No lo eres. — Carlos negó.

— Podemos hablar después Carlos, le diré a Dani que no estas en condiciones de ayudarnos hoy. — le sonrió.

— Gracias Lan...

— Adiós Arthur. — se despidió.

— Sígueme, apuesto que va a gustarte ese lugar. — Carlos sonrió.

— ¿Como te sientes? Me refiero a de salud, ¿como estas? — preguntó Arthur al llegar a la bonita cafetería.

— Tengo días mejores, pero este frío sin duda está matándome, el doctor dice que debo caminar para disipar un poco el dolor, aunque cada paso es una tortura. — trató de sonreír. — ¿Tu como estas?

— También tengo días mejores. — le regresó la sonrisa. — Lo extraño mas unos días que otros, estoy tratando de acostumbrarme a que no está, no es fácil, Lorenzo y yo hicimos todo por él, es raro asimilar que no está.

— Lo siento, yo en verdad lo siento mucho. — Carlos sintió sus lágrimas acumularse nuevamente en sus ojos.

— No creo que debas disculparte, fue un accidente.

— Si pudiera regresar el tiempo, tomaría su lugar, lo juro. — una lágrima resbaló.

— El no te habría dejado, Carlos, Charles te amaba, habría hecho lo que fuera por verte feliz y bien. — tomó su mano por encima de la mesa. — Te amaba tanto como amaba pintar.





¡Gracias por leer!♥

Los amo, besos ✨🏎

Y si, hubo cambios aquí, Charles es el menor de los tres hermanos :)

Otro cambio que haré será las fechas de cumpleaños de ambos.

Se despide, Arlet 💜

100 Días Con Él ||• Charlos •||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora