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- ¿Quieres que finja ser tu esposo? -preguntó Jimin, incrédulo, mientras caminaban por una avenida llena de tiendas. La noche anterior, Yoongi lo había llamado de manera urgente, diciendo que necesitaba hablarle sobre algo importante. Jimin no esperaba que la conversación fuese a derivar en esta loca petición.- ¿Y no se te pudo ocurrir un mejor nombre? -continuó Jimin, aún procesando lo que le pedía.

- Casi me hago Jin en los pantalones. Entré en pánico. -se defendió Yoongi, con una mueca de disculpa.

- ¿Tú, entraste en pánico? -Jimin rodó los ojos con escepticismo.- Te inventas un esposo o una esposa nueva todos los viernes.

Yoongi se encogió de hombros.- Sí, eso te debe dar una idea de lo mucho que él me importa. Me deja sin palabras, ¿sabes?

Jimin lo miró con una mezcla de lástima y resignación.- ¿Y no has pensado en lo que pasará cuando Taehyung vaya a tu consultorio? Soy tu asistente y recepcionista. Me va a reconocer en un segundo.

- Soy cirujano plástico. -replicó Yoongi, como si la solución fuera obvia.- Tu cara no volverá a ser la misma.

- Estás completamente loco. -Jimin lo miró de reojo, reprimiendo una sonrisa.

- Te daré un bigote falso. -añadió Yoongi, sin inmutarse.

- No has considerado nada, ¿verdad? -Jimin suspiró, ya acostumbrado a las improvisaciones caóticas de su amigo.

- Cálmate, solo escoge ropa y fin de la historia. -respondió Yoongi mientras señalaba una vitrina de ropa elegante.

Jimin negó con la cabeza, riendo suavemente.- No me veo usando esos trajes, Yoongi. Y tengo ropa por cierto, no necesito nada de lo que hay ahí. -señaló una tienda lujosa con evidente incomodidad.

- Claro que necesitas. -Yoongi lo miró de arriba abajo, evaluándolo como si fuese una de sus cirugías.- Tienes ropa de tiendas comunes. Si vas a ser el esposo de un cirujano plástico, tienes que parecerlo. Quiero que crea que tuve un esposo sexy, no uno cualquiera.

Jimin entrecerró los ojos.- Eres un...

- No... esta cosa. -dijo Yoongi, señalando el atuendo casual de Jimin de manera exagerada.

Jimin lo fulminó con la mirada.- Cretino.

Yoongi cambió rápidamente su expresión por una de súplica. Sabía que podía jugar esa carta para convencer a su mejor amigo.

- Bien, lo haré. -suspiró Jimin al final, cediendo ante la mirada insistente de Yoongi.

El alfa sonrió y, antes de que Jimin pudiera reaccionar, lo abrazó con fuerza.- ¡Perfecto!

Lo que siguió fue un día entero de compras. De tienda en tienda, Yoongi y Jimin se probaron diferentes atuendos, buscando el look perfecto para la cena de esa noche con Taehyung. Yoongi cargaba docenas de bolsas, pero no se quejaba. Sabía que Jimin estaba haciendo esto por él, y si quería hacerlo bien, debía hacerlo con estilo. Además, tenía un cariño genuino por el omega. Era su mejor amigo, y aunque nunca habían cruzado la línea de la amistad, su conexión era sólida.

Entraron a una peluquería, y Yoongi observó con atención cómo retocaban el rubio de Jimin, dándole un brillo renovado. También le hicieron una limpieza facial, y Jimin, aunque al principio se mostró reacio, terminó disfrutando de cada segundo del tratamiento.

- ¿Sabes? Esto no está tan mal. -dijo Jimin, cerrando los ojos mientras el estilista trabajaba en su cabello.

Yoongi sonrió desde su asiento.- Te lo dije. Si vas a fingir ser mi esposo, al menos debes verte mejor que yo.

𝙀𝙨𝙥𝙤𝙨𝙤 𝙙𝙚 𝙢𝙚𝙣𝙩𝙞𝙧𝙖 - YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora