Te estaré vigilando | Freenbecky (G!P)

Capítulo 10. Melancolía de un corazón

 Becky negó con la cabeza.

- No haré el amor contigo.- le aseguró Becky.

- Llámalo como quieras; follar, coger, sexo... es lo mismo. Al fin y al cabo, terminaras acostándote conmigo sí o sí.

Becky apretó los labios, aguantándose las inmensas ganas de querer echarse a llorar y desvío su mirada hacia la ventana.

- ¿Por qué haces esto?- preguntó ella sin despegar su mirada de la ventana.- ¿Qué es lo que te hice, Freen?

Freen sintió un dolor desgarrador en el corazón, como si se lo atravesaran con un cuchillo.

- Me dejaste sola. Te fuiste sin siquiera despedirte.- le dijo y Becky pudo notar el sufrimiento en su voz.

- Sabes que no fue así. Fuiste tu quien no quiso saber nada más de mi.- se volteó para mirarla a los ojos, ahora cristalizados, húmedos por las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos.

- Da igual, ya no importa.- dijo, aunque Becky sabía que en el fondo de su corazón si le importaba, y demasiado. Se giró y camino unos cuantos pasos, pero antes de irse, agregó.- ya no estoy enamorada de ti, Becky.

Y ella ya no aguanto. En cuanto Freen se fue, Becky se tiró a la cama y se desahogó llorando. Era demasiado el sufrimiento por el que estaba pasando, que ya no podía más, ¿Dónde quedo la Freen tierna y tímida al que una vez ella amo?

Se ha ido...

Ahora, lo único que le quedaba era rogar por qué Zed la estuviera buscando en ese momento. Nada más quería su vida de antes, ¿Acaso eso era mucho pedir? Al parecer sí.

"Debí haberme quedado en casa junto con Bonbon", se repetía una y otra vez.

Y de repente, Becky se preocupó. Bonbon. ¿Qué habrá hecho Freen con él? Rezó por que estuviera bien. Se levantó de la cama y miró a su alrededor, buscando alguna salida. Llorar no le iba a servir de nada si quería huir de ahí. Se dio cuenta de que Freen le había quitado el celular de su pantalón, le había colocado seguro a la puerta y ella era lo demasiado cobarde como para saltar desde la ventana. Rendida, Becky se sentó en la cama y cogió un libro que encontró por ahí.

Mientras que Becky leía, pasaban las horas y el cielo se tornó en un color anaranjado precioso. Atardecía, y ella estaba tan concentrada leyendo que no se dio cuenta cuando Freen entro a la habitación.

- Voy a salir, te dejé comida abajo por si tienes hambre.- dijo simplemente y se volteo para caminar.- y no intentes escapar de aquí, no lo lograras.- le aclaró.

- Espera.- lo llamó antes de que se fuera.

Freen se detuvo en seco, pero no se giró. No quería verla a los ojos. La había escuchado llorar, y eso lo hirió más de lo que pensó.

- ¿Qué?

- ¿Qué hiciste con Bonbon?

- Tranquila, a tu perro no le hice nada. La verdad es que no sé dónde está, la última vez que lo vi estaba en el parque. A la que quería era a ti, no a él.- dijo y se alejó.

Becky suspiro de alivio cuando escuchó la puerta principal del primer piso cerrarse. Al menos hoy no la tocaría más... por ahora.