Capítulo 5. El Rottweiler

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 Becky asintió y respiro profundamente antes de comenzar a hablar.

- Cuando tenía quince años, mis papas me cambiaron a una nueva escuela. Era nueva para ese entonces, y cuando entre al salón no fue el profesor quien llamo mi atención, si no la chica que se sentaba al fondo de la clase. Era reservada para sus cosas, y jamás hablaba salvo sea con el profesor.

- ¿Esa era Freen? –se apresuró en preguntar.-

- Si. Al pasar los días, me enteré de que su papá estaba en la cárcel y que su mamá la abandono al nacer. No tenía familia, estaba completamente sola y sus compañeros de clase le dieron el apodo de "La fenómena", eran muy crueles con ella...- dijo con tristeza, recordando aquellos tiempos.- un día el profesor nos dio un trabajo grupal, en donde a mí me toco estar con ella. Desde ese día todo cambio, me transforme en su amiga. Estaba decidía a cambiar su forma de ser y lograr que subiera sus calificaciones ya que repitió dos veces de grado. Y lo logre. La gente no la conocía, decían muchas cosas de ella, pero en verdad era una chica muy buena.

- ¿Y qué paso después?

Becky tardó un poco en contestar, buscando las palabras correctas que debía decir.

- Paso lo que tenía que pasar. Nos graduamos y cada una se fue por su lado.- finalizó la conversación, no queriendo hablar más del tema y se levantó.- bueno, hay mucho trabajo que hacer, la mudanza ya llego y necesito que me ayudes a ordenar las cosas.

- Si, creo que es lo mejor.- respondió y se levantó, siendo consiente del repentino cambio de conversación.

Y así estuvieron los últimos días. La mayoría del tiempo Becky lo pasaba junto a Zed. La casa ya estaba casi lista salvo por las paredes blancas que ella misma pintaría más tarde. Los muebles estaban en su lugar, y lo único que le faltaba a Becky era conseguir algún trabajo, pero de eso, se encargaría después.

- Oye, Zed.- le dijo Becky a su lado, mientras veía televisión.- ¿Conoces alguna tienda en donde vendan mascotas?

Zed la miro extrañado.

- Si, hay una cerca por aquí. ¿Por qué?

- Es que quiero comprarme un Rottweiler.

Zed se echó a reír. Becky lo fulmino con la mirada.

- No te rías, es por si acaso. Tengo mucho miedo y lo sabes.- dijo con sinceridad.

- Lo sé, tienes razón, lo lamento.- besó su mejilla.- bueno, ¿Quieres que te acompañe?

- Por favor.- lo miro suplicante.

- Esta bien.- sonrío.- vamos.

Ambos salieron sin antes colocarle la alarma a la casa y se subieron al auto de Zed. Era tarde, anochecía y para cuando llegaron a la tienda de mascotas estaban cerrando, pero afortunadamente les dieron tiempo para escoger alguna mascota.

- ¿Qué raza de perro busca, señorita?- pregunto el muchacho del mostrador.

- Un Rottweiler, por favor.

- Tenemos uno por aquí, espéreme un segundo.- Becky asintió y al poco tiempo después volvió con un pequeño cachorro en sus brazos.

- Oh, es hermoso.- dijo conmovida viendo a la pequeña criatura.- ¿Puedo tomarlo?

- Claro que si.- se lo entrego y Becky lo envolvió en sus brazos. El perrito se acurrucó.- ¿Lo va a llevar?

- Si.

- Becky.- dijo Zed a su lado.- debo irme por una emergencia.- dijo leyendo algo que parecía ser un mensaje desde su celular.- ¿No te importaría irte sola?

- Claro que no.- sonrío.- nos vemos mañana, Zed.

- Gracias.- sonrío y se acercó para besarla en la mejilla. Dirigió su mirada hacia el cachorro.- adiós perrito... por cierto, ¿Ya le tienes pensado un nombre?

- No lo sé, de ahí se me ocurrirá algo.- río.

Zed se fue y Becky se quedó unos minutos más en la tienda. Compró unas cuantas cosas necesarias para su perrito y cuando ya termino, salió de la tienda. Empezó a caminar acompañada del frío de la noche cuando su celular comenzó a vibrar en el bolsillo de su pantalón. Sujetando al perrito de un brazo junto con las bolsas, se las arregló para sacar su celular y contestar.

- ¿Diga?

- Hola princesa...

Te estaré vigilando | Freenbecky (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora