Bendito sea este maravilloso Fanfic (¿Yunyun x tu?) -KonoSuba-

Entregando la invitación a esta Noble refinada

Como la Princesa Iris nos lo había pedido tuvimos que partir de la capital. Habíamos tardado un par de horas en lo que nos asegurábamos de tener las provisiones suficientes para el viaje, encontrábamos un carruaje adecuado y las monturas más rápidas y resistentes que nos pudieran ofrecer.

Bien podríamos buscar a alguien que nos teletransportara, pero luego de lo que había ocurrido con Yunyun, que a mitad de camino, nos encontramos con esas ogros que pudieron haber terminado con mi vida, dándome muerte por snu-snu, prefería recorrer los caminos de una manera más tradicional. Además, me gustaba observar el paisaje detenidamente, era algo que se había vuelto una afición y siempre que viajaba, trataba de que fuera de esa manera.

Heidel era un hombre mayor, pero para su edad era muy profesional y rara vez teníamos que hacer paradas innecesarias, también era bastante hablador, hasta el punto de ser molesto, pero también prefería eso a que el viaje fuera silencioso e incómodo durante varios días. Aproveché que él no se callaba para poder conocer más acerca de la hija de la familia Dustiness. Había visto a varias nobles en el castillo y todas eran muy dignas y hermosas, así que pensaba que ella también lo sería, y dado que lo único que sabía de Lady Lalatina era que tenía aproximadamente mi edad, siendo un par de años mayor, no estaría mal probar suerte con ella.

—¿Heidel-san?

—¿Sí, joven?

—Has servido muchos años a la Familia Dustiness, ¿cierto? Lady Lalatina... ¿Cómo es ella?

El sirviente se atragantó un poco con el café que bebía, y se disculpó por su actuar. Dudó unos segundos más, pero al final respondió a mi pregunta con solemnidad.

—Verá usted, joven. Ella es la hija de Lord Ignis. Aunque su relación no es mala, suelen tener sus pequeñas discusiones. Mi señor ha tratado de buscarle un esposo digno y ella siempre arruina las propuestas, argumentando que no desea eso, sino una vida que la haga feliz y...

—¿Qué tiene de malo eso? —interrumpí.

—El último noble, Walter Alexei Barnei, fue quien decidió romper con el matrimonio arreglado —siguió, ignorando al parecer mi ultima pregunta—. Me preocupa que Lady Laltina siga con esto. Me pregunta qué tiene de malo. Bueno su estilo de vida no es como se esperaría de un noble. Se arriesga mucho y lucha constantemente. 

Heidel en verdad parecía preocupado por Lady Lalatina, dijo que luchaba constantemente, así que podía intuir que su vida siempre estaba en peligro, ahora entendía porqué su padre quería casarla lo antes posible. Quizá de esa manera dejaría de arriesgar su vida. La conversación siguió un poco más, y de pronto comencé a notar algo raro.

—Heidel-san... ¿Estamos yendo hacia Axel?

—Sí ¿no lo sabía usted, joven? Lady Lalatina vive en Axel. 

¿Qué hacía una noble, y no solo cualquier noble, la hija de la Familia Dustiness, una de las familias más prestigiosas del reino, viviendo en un pueblo repleto de aventureros novatos?

A como yo me la imaginaba era una joven hermosa, refinada, elegante, con piel de porcelana. ¡Un cien total! Si estuviéramos de vuelta en nuestra escuela, estoy muy seguro de que ella sería la Idol entre todas las estudiantes. Mi mente estaba trabajando a mil por hora,  quizá no estaría del todo mal intentar hacer un progreso con una noble tan importante ¿Qué podría salir mal?

Seguimos nuestro camino. Llegamos hasta una enorme mansión que estaba en una parte retirada de la ciudad. Era bastante lujosa, y se viera como se viera, quien viviera ahí debería tener un estatus muy alto en la sociedad. Sin lugar a dudas ese lugar era digno de un duque...