Coros angelicales sonaban por el lugar... O eso creía realmente estaba bastante confundido y no entendía anda de lo que estaba sucediendo.
Justo ahora me encontraba sentado en una silla, en un especie de vacío infinito de un extraño pero relajante tono azulado, por más que mirase a mi alrededor no podía encontrar nada más que vacío y colo azul. Era como si estuviera mirando al protector de pantalla de alguna computadora, aunque extrañamente me sentía calmado. Aun así, el pensamiento de mi mejor amiga no abandonaba mi mente.
Momentos después ante mí una visión que únicamente podría ser considerada mágica y que nunca pensé que vería se plasmó frente, o más bien encima de mí. Era una especie de portal que dejó salir a una bella chica.
Era hermosa, de cabello rubio con ojos verdes. Vestía un vestido de color rosa con una falda muy corta que dejaba expuestos sus muslos y notaba que sus panties estaban visibles a medida que iba bajando.
—Vaya —murmure—... No esperaría que fueran negras por la apariencia externa de aquella chica.
Para mi sorpresa, mientras ella extendió ambos abrazos unas enormes alas que emergían de su espalda. Estaba completamente embelesado con aquella imagen, era tan surrealista y sin embargo ahí estaba. Bajando con gracia mientras colocaba sus manos en su falda para bajarla lo más posible cuando notó que no dejaba de ver aquel encaje que decoraba el pedazo de tela negro que cubría la zona prohibida de cualquier mujer.
Una vez aquella chica, que evidentemente era un ángel según varias definiciones, tocó el "suelo" con las mejillas sonrojadas, aclaró su garganta.
—Valiente joven —su voz sonaba tan dulce, y daba esa aura de "Ara Ara" de una onee-san—. Seguro que estás confundido, pero lamentablemente moriste hace unos minutos.
Si bien aquello me tomó por sorpresa, no supe como reaccionar. Quizá porque aun seguía enfocado en el recuerdo de su encaje o quizá porque tan solo era una forma de sobrellevar el shock.
—Mi amiga... ¿Cómo está ella?
El angel tan solo tomó asiento en una silla dorada que se materializó de la nada y sonrió gentilmente.
—Gracias a tu sacrificio se encuentra bien —respondió con una sonrisa.
Sentí que una gran carga se liberaba de mis hombros en aquel momento, me sentía mucho más ligero aunque una lágrima silenciosa rodó por mi mejilla. El angel no dejó pasar eso sin hacer mención.
—Bien ahora. Déjame explicarte la situación —se aclaró la garganta—. Hay dos opciones que puedes tomar ahora. Una es que tu alma vaya al cielo y descanse en paz por el resto de la eternidad mientras que la otra es que renazcas como un bebé nuevamente. Tus recuerdos serán borrados y no recordarás está conversación.
A decir verdad ninguna opción me agradaba, no era justo que mis recuerdos fueran borrados contra mi voluntad. Mientras que ese asunto del cielo no terminaba de convencerme, nunca había sido muy religioso. Aunque incluso así tenía un pase garantizado al Reino de los Cielos que ironía.
Mi rostro era de desconcierto, había permanecido con mi mano bajo mi mentón, por un muy largo rato necesitaba meditar bien aquello. Finalmente el Angel se acercó a mí y puso una mano sobre mi mejilla.
Sentí el calor recorrer mi rostro y mi mente se había quedado en blanco mientras veía su pecho a escasos centímetros de mí, cuando ella noto eso me miró con una expresión algo molesta pero continuó con aquello.
—Hay... hay una tercera opción —dijo de repente—. A diferencia de mi senpai yo no estoy muy convencida de decirla tan a la ligera por lo peligroso que puede ser.
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Bendito sea este maravilloso Fanfic (¿Yunyun x tu?) -KonoSuba-
أدب الهواةPUEDE CONTENER SPOILERS SI NO HAS LEÍDO LAS NOVELAS LIGERAS Luego de morir has sido encomendado con la tarea de salvar al mundo de este peligroso Rey Demonio, sin embargo poco esperabas que tu historia no sería como lo esperabas. Todos los personaje...