Ordo Theoritas. [GUAPODUO]

Capitulo 22

Días apagados en la sede, Días dónde un ambiente desolado se podía lograr sentir en el aire a cada paso que dabas en cualquier rincón, sin la presencia del líder quien era el que mantenía todo en orden, siendo Forever el que tomara su puesto temporalmente mientras Cellbit se disponía a descansar.

Todos con la guardia en alto debido a que el líder estaba vulnerable en ese momento, por lo que tenían que estar con los ojos bien abiertos y en alerta al mínimo movimiento extraño, con tal de proteger al jefe mayor. Estaba prohibido hablar del tema o exparcir rumores sobre lo sucedido, teniendo solo una tarea, y esa era trabajar.

Pocos tenían el permiso de visitar a Cellbit, estrictamente siendo Forever, Maximus, Richarlyson y Roier.

Sin embargo, este último no había pisado ni una sola vez la habitación personal del líder, manteniéndose haciendo guardia afuera de la puerta estando quieto y de pie 24/7 obteniendo pequeños descansos que Forever le ordenaba, ya que el chico parecía no querer moverse bajo ningún motivo.

Creyendo que así, parte de la culpa que sentía, se tranquilizaria si permanecía como una estatua cuidando a Cellbit, cosa que no pudo hacer anteriormente.

Era algo así como...consuelo.

Consuelo a si mismo.

Quería sentirse útil.

No lo negaba, le dolían demasiado las piernas por estar tanto tiempo de pie, pero era mayor la culpa de haber sido un pésimo guardaespaldas, como si se tratara de un castigo.

Cellbit parecía mejorar poco a poco con el paso de los días, aún en reposo, pero lograba hacer actividades más llevaderas, como leer sus libros de interés, resolver sudokus y crucigramas, al igual que revisar uno que otro documento.

Pues aunque estuviera lastimado, no pararía de hacer su trabajo, al menos ayudando un poco a Forever con las revisiones, siempre quería estar al tanto de lo que sucedía en la sede, no le gustaba no saber nada de trabajo, siempre quería mantener el control.

Forever no le podía discutir, por más que le dijera y le reprochara con tener reposo absoluto, sabía que el líder no haría caso a sus palabras, el hombre era muy terco.

Aún así, eso les alegraba, el que se mantuviera activo después de recibir tremendo impacto, solo quería decir que el líder seguía con la cabeza en alto.

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Roier, el cual se la pasaba día y noche velando la seguridad de Cellbit, se encontraba recargado sobre la misma pared al lado de la puerta que daba hacia la habitación del líder, era tarde marcando el reloj a las 2:45 AM, había poca luz en los pasillos, y una soledad acompañándolo. Sus ojos se cerraban con pesadez, no es como si no durmiera, lo hacía, cuando Etoiles le proponía un cambio de guardia para que él fuera a descansar un poco.

Pero aún así, no conseguía dormir bien.

Muchas cosas pasaban por su cabeza.

Así que solo dormía unas 2 o 3 horas, demasiado poco para darle energía.

Se sentía tan cansado.

Quería dormir, pero la ansiedad de quitarle un ojo de encima a Cellbit vivía latente.

No sabía cómo explicar lo que sentía en ese momento, estaba confundido y perdido, no entendía si era miedo, desconfianza, tristeza, decepción, culpa, era un montón de emociones y sentimientos que lo encarcelaban sin darle una salida de paz.

Confundido porque con aquella situación se dió cuenta de que tal vez poseía sentimientos más profundos por Cellbit, más de lo que pensó.
Miedo porque jamás imaginó que se enfrentaría a una experiencia tan amarga como lo era el ver a alguien morir de la forma más agresiva. Perdido debido a que no tenía idea que lo que sucedía en la sede, ¿Por qué Cellbit asesinó a BBH?, ¿No eran como una familia?, ¿Qué problemas habían en la sede?, ¿qué ocultaban?, Cellbit nunca le explicaba nada, y eso lo desorientaba demasiado.