Ordo Theoritas. [GUAPODUO]

Capitulo 1

Perdido en lo que parecían ser sus pensamientos desordenados, no encontrando la forma en ponerles un alto para estar con claridad, y es que, ¿Cómo hacerlo después de lo que había sucedido?. Hace días de lo que podría ser una propuesta de...¿Trabajo?. Si, era más parecido a eso, que otra cosa.

Pero, ¿Qué clase de trabajo?.

Simplemente se le fue entregada una tarjeta con la información necesaria para comunicarse en caso de estar interesado. Maximus no le dijo más que se trataba de una organización bastante secreta de la cual, solo los altos mandos estaban al tanto, ¿Eso no era aterrador?.

¿Una mafia?.

¿Qué tipo de organización?.

¿Qué trabajo haría?.

¿Y por qué él?.

Maximus le mencionó que se trataba de un trabajo relacionado con los talentos que poseía, diciendo algo como...

"Sabes a lo que me refiero con talentos, chico".

Si, anteriormente, Max siempre le elogiaba con su desempeño en manejar armas, pero...no creía que fuera eso.

¿O si?

Llevas más de media hora viendo esa tarjeta - Desvío la mirada hacia el chico quien le sacó del trance en el que vivía, Quackity cómodamente estaba sobre su sillón comiendo aperitivos mientras jugaba con el celular - no! Ya perdí, chingada madre, valgo verga.

No entiendo, ¿Qué es lo que quiere decirme?- aún seguía atormentandose con eso, quería respuestas y no estaría tranquilo hasta saberlo.

Fácil, eres el único idiota que sigue sin entenderlo- se reincorporó levantándose del sillón- un joven necesitado, genial en defensa personal- se fue acercando quedando detrás de Roier quien estaba sentado en su pequeño comedor de dos sillas- y un excelente tirador - Quackity lo abrazó por el cuello colocando sus dedos en forma de una pistola sobre la cabeza del castaño - paw, paw- susurró con una leve sonrisa - ¿Quién crees que requiere a alguien así?- se alejó tomando asiento frente a él - una mafia.

Okay, estoy asustado- si era lo que Quackity decía, entonces no significaba nada bueno.

Qué divertido, ¿No?, Trabajar en una mafia, tener dinero, increíble, diles que me contraten para limpiar las escenas del crimen - decía emocionado.

Ni siquiera te limpias la pinche cola, no digas pendejadas- pensaba seriamente en que hacer, tampoco podría huir, ¿Qué tal si se enojan porque no aceptó?, Lo matan y lo tiran al río para ocultar evidencias.

Estaba ligeramente asustado.

Se mordió el labio inferior tratando de encontrar una opción donde no terminara muerto. Maximus no se veía tan macabro, él no haría algo así, ¿O si?.

No, no, no.

Maximus no era así.

Mierda...- suspiró estirando sus cabellos, era todo muy estresante, suficiente tenía con la vida que tenía, con su abuelito enfermo, como para que otro problema se sumara a la lista.

No lo pienses más, solo acepta- le quitó importancia.

Cómo se nota que aún eres un pinche chamaco miado, al chile, mejor sigue jugando con tu celular todo chafa del oxxo- Quackity le sacó la lengua como niño pequeño.

Ñiñiñiñi- imitaba a Roier- me voy a dormir- diciendo aquello se propuso a ir directo a la habitación del castaño.

Oye, ¿Dormirás aquí otra vez?, Llevas dos días quedándote, ¿Por qué?- cuestionó fastidiado, no le gustaba dormir con Quackity porque era insoportable, aparte de hablar dormido, se movía mucho.