01

613 59 6
                                    

Martes 02

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Martes 02

De: Nunew Chawarin, ¿tu futuro esposo?

Para: Mi demonio favorito. 

﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌ 

My darling, resulta que los gansos son muy escurridizos, y al parecer también tengo prohibido corretear detrás de ellos. Si te contara la cantidad de cosas que me han prohibido desde que tengo uso de razón, no pararía. Creo que algunas cosas son más tontas que las otras.

¡Zee, al parecer ahora no puedo montar a caballo por el bosque! El consejo de ancianos arrugados dijo "Es peligroso que su alteza monte solo", como si necesitara que alguien me cuidara...

Sabía que este día llegaría, la fecha en que tendría que convertirme en el rey de Auroria, es decir, para eso me concibieron y educaron tan rigurosamente durante 20 años. Aun así, a veces sueño con ser solo un humano normal dentro del reino, alguien que pueda amarte con libertad y sin miedo a ser descubierto.

Te extraño, Zee, sé que dijiste que lo mejor sería mantener nuestra distancia por un tiempo luego de que casi te encontraran en mi habitación, pero realmente necesito un abrazo tuyo estos días. ¿Estás comiendo bien? Duermes a tiempo, ¿verdad? Sé que dijiste que no necesitas dormir mucho, pero aun así dime que lo haces ¿Vale? ¿Tú me extrañas?

Es raro no verte entrar por mi ventana cada noche para dormir juntos.

Atte. Tu principito. 

﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌

—Ve con cuidado y vuelve a salvo nuevamente por favor... —mencionaba con melancolía el príncipe de Auroria al ave oscura que su novio le había regalado con el propósito de que puedan enviarse cartas en este periodo en el que debían permanecer alejados el uno del otro.

Había muchos peligros afuera y el príncipe era consciente de ello, tras la aparición de su pareja como príncipe demoníaco junto a sus guardias, estos habían logrado poner por primera vez a la iglesia y el reino a la defensiva.

Lo curioso es que desde que ambos se conocieron, el demonio había ordenado que se alimentaran sólo con humanos con el alma oscura, una orden que no hizo gracia a sus hombres, pero que acataron.

Desde el primer momento en que se enamoró de ese joven príncipe, el demonio supo que debían cambiar su forma de alimentación, no podían dejar de comer, pero podrían hacer la excepción de comer netamente sangre despreciable por más asquerosa que esta sea para ellos.

.

.

.

.

𓅂

.

.

.

.

Jueves 04

De: Zee Pruk Panich, Tu novio demoníaco.

Para: Mi hermoso príncipe.

﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌

Seguramente esta carta ya debe estar en tus manos, dale unas caricias de mi parte a "Pollo" por entregártela. Ahora que lo pienso, nunca me dijiste por qué le pusiste "Pollo". No lo ves como comida, ¿verdad? Porque te aviso que mi hermano una vez en una misión se comió uno y dijo que era como comer brea.

Yo también te extraño, mi principito. No te preocupes, tus detestables súbditos se calmarán pronto y podré verte sin causarte problemas. No quiero ni imaginarme lo que esas personas serían capaces de hacer si supieran que tienes como novio un príncipe demoníaco.

Nunew, ¡Porque decidiste perseguir a un ganso justo cuando yo estoy fuera! Joder, me perdí una imagen seguramente divertida, me lo imagino y no puedo dejar de reír. Aún así, ten cuidado, algunos animales no son muy amistosos cuando se sienten en peligro y tú eres un pequeño tigre al acecho.

A propósito, ni te quejes de esos viejos pasas que te dije hace meses que podía deshacerme de ellos y te negaste. Tienen el alma podrida, así que ten mucho cuidado con ellos, cariño.

Estoy alimentándome bien, duermo lo normal para un demonio con la agenda apretada, sueño cada día con volver a dormir a tu lado. Solo han pasado dos semanas y ya necesito verte, pequeñín.

Nunew Chawarin, incluso si tus progenitores te concibieron solo para tener un sucesor al trono, créeme, no pudieron hacerme mejor regalo que tu existencia.

Te amo mi príncipe, no lo olvides.

Atte. Tu demonio favorito con buen gusto en música. 

﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌

—Mi señor, su padre desea verlo.

Suspiró Zee asintiendo a lo mencionado por uno de sus guardias. Observó por última vez el retrato que había dibujado a lápiz de Nunew y él, ambos sonriendo, y salió a ver a su padre con molestia.

Él era el culpable de que no pudiera volar a ver a su pequeño humano, a pesar de lo mucho que le hacía falta. Maldecía la hora en que su hermano tuvo que discutir con su padre y ahora todos los demás tenían que encargarse de sus tareas.

"Te extraño tanto, mi principito", fue su último pensamiento antes de tener que cambiar su semblante a uno serio y oscuro al tener frente a su imponente padre.

Cada día que pasaban separados, se refugiaban en las cartas. "Pollo", su ave mensajera y guardiana, daba todo de sí para que sus amos se pudieran comunicar lo más pronto posible. Era el único testigo del amor y anhelo que ambos seres sentían.

Había presenciado el enojo del príncipe demoníaco cada vez que su padre le imponía una tarea tras otra sin dejar el mínimo espacio para volver al mundo terrenal, y cómo el aura de este se apaciguaba cuando tomaba la pluma y escribía para su amado.

Era casi lo mismo para el príncipe humano, pero este lloraba ante el fuerte anhelo de los brazos de su pareja. La carga de su futura coronación era cada vez más pesada, el humano lloraba con desesperación cada vez que cerraba la puerta detrás de sí con llave.

La corona se volvió aún más pesada para el joven soberano y cada día sentía que se ahogaba al perder la poca libertad de la que antes sentía que gozaba. Era vergonzoso, comer siendo observado por todos, soportar los comentarios de esos viejos hombres sobre su "débil masculinidad" y cómo ellos consideraban su cuerpo uno muy parecido al de una sexy mujer.

Si bien pronto sería el rey, todo lo que sucedía a su alrededor solo lo hacía sentir como un preso en ese castillo, con la única diferencia de que él llevaba una corona en la cabeza y sangre real por sus venas.

La salida de los problemas para ese joven humano eran las cartas que escribía entre lágrimas y pequeñas risas, su escape a la felicidad eran las dulces y divertidas palabras que eran escritas en tinta por su novio. Pronto se cumpliría un mes de su comunicación por cartas, tiempo en el que no pudieron verse ni una sola vez.

Continuará... 

𝐌𝐲 𝐥𝐢𝐭𝐭𝐥𝐞 𝐩𝐫𝐢𝐧𝐜𝐞, 𝐲𝐨𝐮 𝐚𝐠𝐚𝐢𝐧 → 𝐙𝐞𝐞𝐍𝐮𝐧𝐞𝐰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora