En una vida pasada, dos almas se encontraron y se enamoraron de la forma más honesta, haciendo caso omiso a sus claras diferencias. A pesar de las dificultades y los obstáculos, buscaron la forma de seguir en contacto con la promesa de volver a enco...
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—¡Nhu, no corras tan rápido, te vas a caer! —grité al verlo perseguir a un pequeño pájaro como si de eso dependiese su vida, y tal como le advertí estuvo a nada de caerse por una roca en su camino si no fuese porque lo detuve por la cintura — Te dije que vayas con cuidado...
—¿Me ganó la emoción? —intentó excusarse sonriéndome, pero al ver que aquello no funcionaba se giró a dejar un beso en mi mejilla — Seré más cuidadoso.
Me aseguró y terminé soltándolo para regresar al árbol desde donde lo había estado observando, pero el aura demoníaca de varios demonios acercándose a toda velocidad me hizo regresar mis pasos y tomar a Nunew por la ropa como si de un pequeño gato se tratara.
—¿Qué pasa? —me preguntó y entonces él también lo sintió, aferrándose a mi cuerpo — Dime que los conoces...
—¿Quieres conocer a tus cuñados? —intenté bromear con él para hacerlo cambiar su cara toda asustada, pero creo que se asustó más.
—¿Conocer significa pelear? —me preguntó al notar como cada uno de mis hermanos descendía con sus armas listas para una batalla, y como yo hacía aparecer mi espada también —¡Ni te atrevas, aún no puedes pelear Zee Pruk!
En realidad, sí podía pelear, solo que digamos que había decidido fingir un poco más los dolores para pasar un poco, nada más un poco más de tiempo consentido por él. Ya había pasado una semana desde aquella pelea y la herida había sanado por completo, por lo que estaba listo para recibir a mis queridos y adorables hermanos.
Aun así, no quería hacerlo enojar así que me quedé quieto unos segundos hasta que escuché a Max hablar.
—¿Ahora dejas que un simple ángel te dé órdenes? —intentó provocarme y no pude evitar fruncir el ceño al no poder ir a callarle la boca.
—¿Me acabas de decir simple ángel, demonio insípido? —escuché hablar a mi principito completamente enojado y sin poder evitarlo sonreí por lo que le esperaba a Max.
—Te dijo simple cariño, ¿Puedes creerlo? Tú ¿Simple? Nunca mi amor —lo incité un poco más con inocencia, a lo que podía sentir a Max preguntándose qué estaba planeando.
Y en lo que fue un parpadeo Nunew ya tenía a Max recluido contra el suelo, pidiéndole que se disculpe honestamente.
—¡No te escuché! ¿Qué dijiste?
—¡Que perdón ángel! —gritó Max y Nunew negó, presionando más el brazo de mi hermano mientras yo y mis otros hermanos reíamos por la escena —¿No me van a salvar de este enano?
—¡Te dijo enano! —gritó Joss alentando más el enojo de Nunew.
—¡Y simple! —añadió Jimmy y Max nos miró con mala cara a los tres.
—Di "Lo siento Nunew, querido cuñado, no debí decirte simple y mucho menos enano", te escucho —le ordenó y Max a regañadientes parece que finalmente se rindió.
