CAPÍTULO 15

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Capítulo 15: Acusaciones

─Supongo que después de todo la mascarilla no sirvió de mucho para evitar la contaminación de la muestra ─bromeó Valak, mientras me daba otro vaso de agua

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─Supongo que después de todo la mascarilla no sirvió de mucho para evitar la contaminación de la muestra ─bromeó Valak, mientras me daba otro vaso de agua.

Me había trasladado a una de las salas de la mansión Stoker, para poder tranquilizar mis nervios y mi estómago.

Le lancé una mirada asesina a Valak, que apenas me tomó en cuenta y siguió burlándose.

─Te apuesto que ni borracha te habías puesto así.

─Deja eso, ¿quieres? ─exclamé.

Ekimmu entró a la sala, acompañado de su esposa Bibi, la que se acercó a mí de una forma muy maternal.

─¿Te encuentras bien? ─preguntó, y noté que nunca antes había oído su voz, ni estado tan cerca de ella.

Su tez era pálida, y su cabello rubio caía con gracia a ambos lados de su cabeza.

─Sí, no te preocupes ─respondí, bebiendo otro sorbo de agua.

─Valak te llevará a casa ─habló Ekimmu─. Por obvias razones será mejor que por el resto de tus vacaciones no trabajes en el Black, y evita salir de tu casa. Pondré algunos vampyr en el perímetro, pero no interferirán en tu rutina diaria.

─Gracias ─respondí a duras penas.

¿Dónde estaba Pontianak?

Después de mi numerito vomitivo, Nak había salido del laboratorio y ya no lo había vuelto a ver. Valak se había quedado conmigo, acompañándome y burlándose de la situación. El pelirrojo no había mencionado nada de lo que Mónika nos había contado, y yo estaba más que agradecida con ello.

Era demasiado que asimilar, demasiado, y la culpa había aparecido luego de saber que era mi sangre la que había matado a Lucien después de todo.

Pero, ¿de dónde había sacado mi sangre? ¿Quién demonios estaba haciendo esto? Las preguntas eran más que las vagas respuestas que podía obtener, y en ese punto me sentía tan responsable por todo lo que estaba pasando.

"Desearía vivir en una cueva bajo tierra", pensé.

─Toma esto ─dijo Bibi entregándome una botella con un líquido incoloro en su interior─, esto te ayudará a dormir.

Asentí con la cabeza en señal de agradecimiento.

─Sé que tu cabeza es un lío, pero puedes acudir a mí si lo necesitas ─exclamó tomando una de mis manos.

Solo le sonreí, y noté como ella se quedaba observando mi rostro con detenimiento, hasta un punto en que fue incómodo.

─Hora de irnos, bella dama ─indicó Valak.

Me despedí cordialmente y caminé hacia la entrada.

─¡Nayla! ─oí una voz femenina llamarme.

Me giré y Sienna estaba allí, con sus ojos tristes.

Cuidado con lo que deseas [EN FÍSICO EN FEBRERO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora