CAPÍTULO 20

312 48 12
                                    

Capítulo 20: Marcado

─Hey, acuéstate con cuidado ─le rogué a Penny, que ya comenzaba a ponerse más colorada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

─Hey, acuéstate con cuidado ─le rogué a Penny, que ya comenzaba a ponerse más colorada.

─Tranquila, estamos bien ─me dedicó una sonrisa.

La ayudé a recostarse y la abrigué bien, besé su frente y salí de la habitación.

─Dejemos que descanse ─exclamé hacia los 3 vampyr que estaban allí en la sala, y a mi papá.

Todo había sucedido tan rápido que no tenía idea de cómo era que aún no sentía frío a pesar de estar completamente empapada por la lluvia de verano.

Valak, Mónika y Bastian estaban allí, ellos habían acompañado a papá y a Penny cuando ella comenzó a sangrar. La culpa que sentía por no haber estado ahí estaba creciendo, y sabría que cuando aquellos vampyr se fueran a casa, mi papá me reclamaría.

Y tenía toda la razón en hacerlo.

Mi amigo vampyr pelirrojo estaba mucho mejor. No había tenido tiempo de hablar con él, pero su rostro tenía mejor aspecto.

Se notaba que había tenido que recuperar la compostura. Ser un vampyr y no ser fuerte debía ser una tarea muy difícil.

Se despidieron cordialmente. Mi papá los acompañó a la puerta, y cuando la cerró se volvió a mirar de forma decepcionada.

─Antes de que digas algo ─dije antes de que él pudiera siquiera pronunciar palabra─. Tengo una razón válida, aunque poco creíble, para haberme ausentado.

─Te escucho ─dijo fríamente.

─Vi a mi mamá ─sus ojos se abrieron asombrados y desconcertados.

─¿De qué me estás hablando, Nayla? ─preguntó.

─Era ella, puedo jurarlo ─respondí sobresaltada─. Estaba detrás de los presentes, mirándome, después corrió al bosque y yo corrí detrás de ella.

─¿Y la encontraste? ─inquirió, acercándose a mí, con una leve esperanza en los ojos.

─No ─tuve que admitir─, pero estuve muy cerca.

Negó con la cabeza. Podía ver el dolor en sus ojos, y sabía que parte de aquella tristeza era por mi culpa. No había estado allí cuando me había necesitado, y todo por seguir un fantasma.

─Vete a tu cuarto ─me pidió duramente.

─Papá...

─No digas nada, Nayla, te lo ruego ─jamás lo había visto tan molesto y dolido.

─Papá, de verdad lo siento...

─¡Ya basta! No entiendo que es lo que está mal contigo ─exclamó apretando la mandíbula─. ¡Tu mamá está muerta, Nayla! ¡Penny está viva! No puedes ir persiguiendo a cualquiera que tenga parecido con Rowena. Ella está muerta.

Cuidado con lo que deseas [EN FÍSICO EN FEBRERO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora