03

110 15 10
                                    

[Shuichi Saihara]

Me encontraba cuestionándome muchas cosas respecto a la situación. La idea de que alguien entre nosotros pueda estar trabajando como la mente maestra de este juego de matanza me hiela la sangre. Solamente conté a Kaede mi suposición al respecto, pero ella decidió creerme y debatimos sobre un plan para atrapar al culpable a la menor oportunidad. Desde el momento en que el polvo que coloqué en el lector de tarjetas fue removido mi suposición fue comprobada, alguien había usado la tarjeta llave para abrir la puerta secreta y esa misma persona fue la responsable de que Monokuma apareciese nuevamente cuando anunció su segundo incentivo. El día de ayer, mientras esperaba a que Miu modificase las cámaras, decidí invertir el tiempo hablando con varias personas que llamaban mi atención, aunque admito que pasar el rato con Kokichi y Korekiyo fue realmente incómodo. Ya sea por tensión o por nervios debido a sus personalidades, pero muchas cosas de esos dos me inquietan hasta cierto punto.

El sonido del anuncio matutino de los Monokubs me sacó de mi trance. Juro que ese anuncio sonando cada mañana va a hacer que pierda los estribos. No imagino el mal humor que algunos tendrán a causa de ese sonido molesto despertándoles cada día a la misma hora, es una suerte que siempre despierte minutos antes de que salte. Como ya se me estaba haciendo costumbre, solamente esperé unos minutos antes de finalmente salir de mi habitación, solo para ser recibido por la cara de Kaito, con una sonrisa enorme y a punto de llamar a la puerta.

—¡Shuichi, estás despierto! Como siempre tan madrugador. —saludó el pelimagenta. Me limité a asentir sin decir una sola palabra antes de que este voltease a ver a otra dirección. Justamente Kaede se nos acercaba, como siempre, con sus ánimos en alto.

—¡Buenos días, Shuichi, Kaito! —saludó.

—Buenos días, Kaede. —respondimos a la par.

—Me iré adelantando, ustedes dos. —hablo Kaito nuevamente. —Seguro que ya la mayoría está en el comedor. —y tan rápido como se despidió, se fue. Lo agradecía, de hecho. Kaede y yo teníamos que pasarnos por el laboratorio de Miu para recoger las cámaras que ya debían estar listas. No podíamos hacer eso si Kaito se quedaba.

—¿Listo para ir a por esas cámaras?

—S-Supongo... ¿Las colocaremos inmediatamente?

—Sería sospechoso si tardamos mucho, así que solamente tomémoslas y las colocamos luego de reunirnos en el comedor con los demás.

—Buen punto.

Hicimos nuestro camino al comedor con la intención de encontrarnos con los demás, y en lugar de ello nos topamos con una Angie agitada que salía del sitio al que íbamos con una expresión de preocupación. Para no hacer el cuento largo, nos contó rápidamente que Ryoma y Rantaro estaban teniendo una "discusión" algo acalorada, según ella, y el resto no sabía qué hacer. Tengo la ligera impresión de que solo ha salido de allí para no verse envuelta en el argumento sabiendo que pasarán de ella en cuanto mencione al supuesto "Atua", así que simplemente le dejamos seguir su camino mientras que Kaede se adelantó y abrió la puerta, entrando rápidamente con la intención de detener la aparente riña que se estaba cociendo dentro. Encontramos a Kirumi, Korekiyo y otros pocos, en especial a Rantaro y Ryoma. No parecía ser una discusión tan grave, a decir verdad, ambos estaban relativamente calmados. No me sorprende, si es que se me hacía raro que a Angie le pareciese que la discusión era algo fuerte.

Mientras Kaede intervenía con la intención de entender el contexto y poner fin a la confronta verbal, pude comprender de qué iba todo el asunto. Por una parte, Ryoma intentaba ofrecer su vida como chivo expiatorio para librarnos del tiempo límite. Mientras tanto, quien se hiciese cargo de él podría aprovechar el primer incentivo para dejar la academia sin juicio de por medio y pedir ayuda. Lo había pensado todo, pero no había forma de que alguien estuviese de acuerdo con ello, nadie quiere hacer eso, hasta me aterra pensar que pueda pasarle por la cabeza semejante cosa. Por otro lado, Rantaro intenta convencerle de que va con demasiadas prisas y que debería buscar por otras soluciones que no impliquen tomar la vida de nadie. Sí, probablemente todos queremos pensar como Rantaro ahora mismo, nos estamos aferrando a la vaga esperanza de que realmente exista una solución como esa, pero en esta situación, es hasta cuestionable, casi rozando lo imposible.

Alternative [A DRV3 fanfiction]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora