Tal vez Charles debió haber pensado mejor lo que dijo en plena noche de Luna llena.
- Rsailec
Empezada: 01 de septiembre 2023
Terminada: 26 de diciembre 2023
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— No quiero que nadie se entere, no ahora, se que en algún momento lo harán, pero en estos momentos necesito mantener mi contrato — pidió el menor.
— Esta bien, nadie se enterará, por favor, cuando ganemos el campeonato tendrás 6 meses, quiero que descanses cuando tengas al cachorro, por lo menos una temporada, el bebé no puede estar solo.
Decidieron si tener al pequeño, Charles ya se había hecho ilusiones cargando a su cachorro, jugando con el, incluso llevándolo a los Grandes Premios.
— ¿una temporada? — se sorprendió.
— No podemos dejarlo solo por los primeros meses, necesita estar contigo más que conmigo, puedes quedarte como reserva del equipo en esa temporada, lo más seguro es que suban a Antonio — explicó.
— ¿quieres que deje la Fórmula uno? — pregunto molesto.
— No, solo digo que lo mejor para nuestro cachorro es que tenga a su madre cerca ese año, luego ya podrá ser un poco más grande y lo llevaremos a los premios con nosotros — Charles sintió su corazón latir con fuerza al escuchar las palabras "nuestro cachorro".
— Pero no me quiero ir de las carreras ¿es necesario hacerlo? — sus ojitos se cristalizaron.
— Es lo mejor para ti y para el bebé, si tú no lo haces lo haré yo pero según lo que me han dicho, los cachorros se desarrollan mejor estando con los omegas, los alfas somos torpes cuidando niños, uno de lo dos lo tiene que hacer — soltó con voz suave, trancando de ser lo más dócil ante el comportamiento defensivo del omega.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Segundo mes.
Decidieron ir con un obstetra para guiar el embarazo, Carlos no quería que su cachorro estuviera mal por lo que desde que se enteró permaneció más pegado a Charles, mimándolo, abrazándolo, acurrucándose con él, marcándolo con su aroma, incluso llegando a gruñirles a otros alfas cuando estos se acercaban al chico, teniendo que recibir un pequeño regaño por el de orbes verdes.
Nadie se había enterado que Charles Leclerc era un omega a excepción de la scuderia y la FIA. Pero ni la FIA ni la scuderia tenían idea de que el piloto estaba en cinta.
