𝙄'𝙈 𝙉𝙊𝙏 𝘼𝙉 𝙊𝙈𝙀𝙂𝘼! || 𝘾𝙃𝘼𝙍𝙇𝙊𝙎

18. | Courtship

— Todo va a estar bien Ángel, tú estarás bien — tranquilizo Carlos al tembloroso omega.

— ¿Como lo sabe? ¿Quien se lo dijo? — lloró en el pecho del mayor.

— No lo se, no sé quién se los dijo, pero si ellos no te lo habían reclamado antes no lo harán ahora — acaricio su espalda, intentando hacer que el más joven dejase de llorar.

Sainz miro como algunos periodistas salían de la sala de teatro, seguramente buscándolos.

— Ven, tenemos que irnos.

Una vez estuvieron fuera del teatro con algunos reporteros rodeando los costados del auto del español Carlos arrancó el Ferrari antes de que alguien se pusiese frente al coche.

Leclerc no dejaba de soltar lágrimas y silenciosos sollozos, se suponía que esa noche él iba a destellar, no llorar.

Al llegar a su hogar Sainz lo bajo cargado, el chico no podía parar de llorar y temblar, sin duda, tenía miedo.

Lo llevo a su nido, donde sabía que el ojiverde se sentiría seguro. Lo mantuvo abrazado a él por más de una hora, sin saber que hacer, el menor estaba muy sensible ahora, temía decir algo que pudiese dañarlo más.

— Háblame Carlos.

— ¿eh?

— Tu voz, háblame, de lo que sea, solo quiero escuchar tu voz.

Sainz pensó por un momento que contarle — Cuando me dijiste que estabas en cinta pensé que era una broma, nunca se me ocurrió que esa última noche haría que mi relación contigo cambiase completamente, pero verte tan mal y tan abandonado, sin saber que hacer con un cachorro me hizo caer en cuenta de que no podía dejarte solo, desde ahí nunca pude separarme de ti, mi alfa nunca me dejo hacerlo y siendo sincero, yo tampoco quería, pensaba que mi apego a ti era por el cachorro pero cuando fui a España, la chica por la que te preocupaste me abrió los ojos, ella me hizo entender que mi cariño no solo era por mi cachorro, si no también por quien lo lleva, me di cuenta de lo mucho que te amo y que no quería perderte nunca, no importa que pase, quiero estar contigo Charles — hablo con suavidad.

— Pareciera como si fueras a pedir matrimonio.

— No se aleja mucho de lo que quiero hacer.

— ¿de que hablas?

— ¿me darías permiso de cortejarte?

Leclerc se quedó estático, ¿Carlos Sainz le estaba pidiendo permiso para cortejarlo?

— No tienes que darme una respuesta ahora, se que ahora mismo no estás en el mejor de tus momentos, puedes tomar el tiempo que necesites.

— No tengo nada que pensar, me encantaría que me cortejaras Carlos — sonrió levemente.