Capítulo 1

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Era una cálida mañana de un sábado en medio del caluroso verano. Gemma se levantó empapada de sudor, con la sensación de húmedo de la cama. Marta la esperaba en el jardín como todas las mañanas con su café en la mano. Pero ese día era distinto, no la esperaba sola como habitualmente, la esperaba con Jorge y con Miguel. Ella se preguntaba intrigada que por qué estaban todos aquella mañana allí.

-Hola- se le ocurre decir.

-¿No te has enterado?- dice Jorge con una expresión mal humorada.- José Martín ha muerto.

Gemma siente como el corazón se le va llenando de lágrimas hasta un punto en el que no cabían más. Un dolor sofocante recorre su cuerpo comenzando por el pecho. Poco a poco su rostro se va cubriendo de lágrimas.

José Martín era muy querido por Ella. En los momentos más difíciles él le había apoyado, cuando se sentía sola el estaba a su lado.

Gemma se va al baño del jardín seguida por Marta, que mira a Jorge con una mirada asesina, queriendo decir "Deberias haber sido más comprensivo". Entran en un baño lujoso que da juego con el resto de la mansión, con la pila de plata y el grifo de cobre, al lado de la pila hay una columna de estilo Barroco, un cuadro está colgado detrás de donde está Gemma.

- No te preocupes, si hay algún culpable, lo cogeremos.- afirma Marta como si estuviera leyendo el futuro o como si lo supiera de por sí.- Venga desayuna algo más, es tarde pero seguro que queda algo más guardado.- la agarra del brazo y la lleva hasta la cocina.

Una cocina lujosa, amplia, y con una ventana que ocupa toda una pared. Le prepara un vaso de zumo de naranja y una tostada que se le quema un poco.

- Se ve que las tostadas no son mi punto fuerte.- dice intentando animar a Gemma.

Se sientan en la mesa pero Gemma no prueba bocado. Al cabo de una hora Marta se toma lo que le había preparado a su amiga sabiendo que ella no la iba a tocar. Cuando Marta acaba Gemma se levanta y se va a su habitación. Una habitación con unas paredes verdes y una cama con aspecto antiguo pero con unas sábanas de aspecto novedoso. En la mesa la espera una nota. Ella la abre y ponía lo siguiente:

"Sé más cosas del asesinato de José. Sí quieres saberlas ve a la vieja casa a las 10:00 de la mañana, a solas y si le cuentás esto a alguien la suguiente en morir serás tú."

Ella corriendo va a buscar a su amiga para contarle lo ocurrido con la nota. De Pronto se para en medio del lujoso pasillo de la mansión. Piensa en la última frase del anónimo: " Si le cuentas esto a alguien la siguiente en morir serás tú"

Así que decide que se lo contará más adelante. Se vuelve hacia su habitación y anda de un lado a otro pensando que podría hacer, si ir a contárselo y correr el riesgo de morir, o esperar a que le expliquen lo ocurrido corriendo el riesgo de que sea una trampa para ella.
Decide al fin no contárselo a nadie pero poner una nota sobre su cama cuando se vaya, en ella pone lo siguiente:

"Si estás leyendo esto es porque he ido a dónde ponía la carta que hay sobre mi mesa. Y no he regresado. Si es así podéis leer la carta que hay sobre mi mesa, si no es así, si no ha pasado por lo menos un día de mi desaparición no lo leas. Y así comprenderás todo."

Al día siguiente se levanta normal, con el sudor de siempre pegado al cuerpo. Se acuerda de repente de la nota. Se gira para mirar el reloj de su mesilla y ve que son las 8 de la mañana. Más pronto de lo normal. Va a su armario y escoge la ropa más fea que tiene. Un jersey rojo y unos pantalones vaqueros de campana. Y sale por la puerta de su habitación y se dirige hacia la entrada sin hacer el mínimo ruido. Cuando pasa por la cocina se da cuenta de que no ha comido nada y empieza a notar hambre en su estómago. Coge lo primero que encuentra, un zumo de frutas y un bollo de chocolate, y sale sigilosamente de la habitación.

Se dirige hacia la vieja casa que está situada junto a una piscina medio abandonada. Ve a lo lejos del frondoso jardín, que rodeaba la casa como si la abrazase, una silueta con forma de hombre. Se acerca para distinguir mejor al personaje. Era un hombre con aspecto robusto, una musculatura impresionante. Lleva puesto un atuendo poco común, una camiseta de tirantes con agujeros y unos pantalones rotos. Una apariencia de poco fiar.

-Hola, ¿Eres Gemma?- dice el.

- Sí, soy yo.- Contesta ella - ¿Quién eres?

- Soy una persona que quiere ayudarte, se que la muerte de José Martín no fue natural, fue un asesinato.

-¿Cómo sabes eso? ¿Sabes quién fue?...

- No.

-¿Cómo lo sabes? ¿Quíen fue? ¡Ayúdame!

-No, eso te toca hacerlo a tí.

SIEMPRE ALERTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora