Capítulo 5.

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­­ —¿Puedo besarte?

Aquellas simples palabras lograron borrarle la sonrisa a Jimin por completo, se sentía raro que el príncipe estuviera pidiéndole un beso.

—¿Disculpe?

—P-Por favor.

Se sorprendió al ver a Yoongi tartamudeando mientras pedía eso. No sabía cómo sentirse, pero se le hacía tan tierno como el príncipe casi que hacía un berrinche en busca de un beso.

-No entiendo, príncipe, ¿está bromeando?

Cuestionó Jimin mientras desviaba su mirada y sentía como sus mejillitas se ponían muy, muy rojas. Yoongi tomo el mentón de Jimin y movió su carita desde allí, haciéndolo volver al contacto visual de hace unos segundos.

—¿Cómo crees que puedo estar jugando una broma, Jimin?

El tono de Yoongi era casi dolido, aquello que hacía Jimin podía considerarse un rechazo. Suspiró profundamente y se alejó del omega, recostándose a su lado, pero dándole la espalda. Jimin se sentía raro, su corazón latía frenéticamente y no sabía que estaba pasando con él justo ahora. Ver al príncipe darle la espalda fue algo doloroso, siendo que los últimos días había sido él quien lo había buscado para dormir juntos.

—Príncipe...

Habló Park unos minutos después, al no obtener respuesta se sentó en la cama y logró ver los ojitos cerrados de Min. Se inclinó a plantar un beso sobre una de las pálidas mejillas ajenas y rápidamente se dió la vuelta, apenado.

Yoongi logró sentir ese besito y logró dormir con una sonrisita, sin embargo, él quería un beso en los labios y lo conseguiría como fuera.

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A la mañana siguiente Jimin se despertó alrededor de las 7:40 am, cosa a la que lo acostumbraba así que cuando se dió cuenta que ya era algo tarde se arregló tan rápido como pudo, logrando quedar listo y bonito alrededor de la 8:15 am.

Se dirigió al gran comedor donde estaban sus padres y las cocineras sirviendo el desayuno.

¿Y el príncipe Min?

Se cuestionó mentalmente mientras se acercaba a la mesa, no recordaba haber despertado a su lado o haber sentido su característico calorcito en la noche. Levantó sus hombros restándole importancia y se sentó a desayunar, agradeciéndole a las amables mujeres quienes, luego de saludarlo, le sirvieron la comida.

—Jimin, buenos días.

Saludó a su papá mientras tomaba una rebanada de pan y la llenaba de mermelada. Jimin respondió el saludo y le lanzó un besito a su mamá quien estaba sirviéndose un poquito de jugo de mandarina, su favorito.

—¿Cómo estás, Minnie? ¿dormiste bien?

Habló su mamá está vez, poniéndole su total atención. Al ser una familia tan unida solían desayunar juntos y conversar acerca de los sueños que habían tenido o cualquier cosa trivial.

El desayuno pasó entre conversaciones tranquilas y algunas risas puesto que Gordito había pasado la noche en la habitación donde el señor y la señora Park se estaban hospedando mientras el alfa sanaba sus lesiones.

—Mi gordito no es malo, solo estaba extrañando al abuelo.

Adjuntó Jimin a la broma y recibió unas altas risas por parte de su madre, era muy cómico cuando Jimin decía que ellos dos eran los abuelitos de Gordito y que él era un padre soltero.

Luego de una deliciosa comida y una amena conversación los padres de Jimin se levantaron de la mesa y se dirigieron a la habitación, siendo seguidos por el omega.

Royal Omega [YM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora