Royal Omega [YM]

Capítulo 11.

Jimin y Yoongi se dedicaron a satisfacer con el cuerpo del otro lo que hace mucho no tenían: Buen sexo. La luna fue testigo de todas las posiciones en las que lo hicieron, sin importar cuántas horas pasaran ellos solo estaban concentrados en disfrutar al máximo.

Justo cuando el sol ya estaba saliendo Jimin expresó que se sentía cansado y Yoongi secundó lo que el bajito decía, pararon luego de un rato y se durmieron abrazaditos casi de inmediato.

El omega se despertó primero quien sintió su carita ponerse muy rojita y caliente al recordar todo lo que habían hecho la noche anterior, sintiéndose avergonzado por un momento.

Con discreción se separó de los brazos de Min y se mentalizó en ir al baño, sin embargo cuando puso un pie fuera de la cama una fuerte punzada hizo estremecer su cuerpito, perdió el equilibrio y cayó.

Yoongi, al escuchar el fuerte golpe, se levantó se inmediato y, al ver que era Jimin quienes staba en el suelo, no dudó un segundo en tumbarse también para ver si se encontraba bien.

—¿Qué pasó? ¿Te lastimaste?

Cuestionó el alfa con un tono de voz preocupado, tratando de ver los pies y piernitas desnudas del pelinegro.

Jimin tenía penita y no quería que siguiera viéndolo sin ropa, así que intentó cubrirse con la sábana que había estado cubriendo sus cuerpos hasta hace poco.

—Estoy bien, s-solo quiero ir al baño.

Tartamudeó el bajito mientras hacía todo lo posible por no mirar el rostro de Min. No estaba arrepentido de nada, pero aún así la vergüenza se lo comía vivo.

Yoongi logró interpretar que se sentía incómodo y se alejó, pero aún manteniéndose con sus ojitos puestos en la preciosa carita roja.

—¿Por qué te caiste? ¿Qué te duele?

Volvió a insistir el príncipe, esperando una respuesta con una carita bastante preocupada.

Jimin sonrió suavecito intentando dejar la pena a un lado y se terminó de cubrir con la sábana, no podía llegar solo al baño así que era mejor pedir algo de ayuda.

—Mi cintura duele mucho, príncipe. ¿Me podría llevar al baño, por favor?

Pidió el menor con más confianza ahora y Yoongi no tardó ni tres segundos en tenerlo en sus brazos tal y como se levanta a una princesa. Acomodó de mejor manera la sábana que cubría el cuerpo ajeno y se encaminó al cuarto de baño.

—¿Quieres en la ducha o en la bañera?

Preguntó mientras sentaba a Jimin en la encimera que estaba cerca al lavamanos, quedando entre sus bonitas piernas y muy cerca de su rostro.

—No puedo mantenerme en pie, ¿me ayudarías a llenar la bañera?

Pidió mientras unía ambas naricitas en un pequeño y tímido besito esquimal. Yoongi sintió que su corazoncito daba mil vueltas y se dirigió con mucha rapidez hacia la bañera, comenzando a llenarla de agua calientita.

No bastó mucho para que la bañera estuviera llena y el alfa dirigió su vista al omega quien estaba perdido en sus pensamientos.

Yoongi se levantó y se acercó peligrosamente a Jimin otra vez, uniendo ahora ambas frentes. Con sus grandes manos rodeó la bonita cintura del menor, riendo bajito luego de un pequeño brinquito que pegó el omega.

—¿En qué piensas?—. Preguntó el alfa.

Jimin negó mientras intentaba girar su rostro y no ver más esos profundos ojos que parecían penetrar en lo más oculto de su alma, pero no podía dejar de perderse en ellos.