🌸Memorias🌸/ Pausada Por Bloqueo Creativo En Esta Historia

#3

— Wow, es muy bonita, muchas gracias.

Con eso todos se despidieron.

Ambrosius y Ballister caminaron un rato hasta que el moreno rompió el silencio.

— Por qué no vives con tu padre?

Dijo mirando al rubio.

— Bueno, mi papá se fue con mi mamá, o eso me dijo la directora. Que están con Gloriana...

Respondió.

Ballister se quedó pensando un rato más.

El día ya casi iba terminando, los jóvenes aprovecharon el poco tiempo que les quedaba juntos para hacer todo tipo de cosas.

Desde la ventana de la habitación del más grande, observaban como el cielo se pintaba de amarillos y naranjos. De apoco el sol fue desapareciendo, dando paso a la luna y las estrellas.

Toc....toc....

Ambrosius abrió la puerta mientras que Ballister seguía admirando la belleza de la luna.

— Bally, ya vinieron a buscarte.

Dijo el rubio mirando como el niño sonreía.

— Hola Luke!

Saludo feliz.

— Listo para irnos?

Pregunto tomando la mochila del joven.

— Sip.

Dijo.

Saliendo de la habitación Ambrosius le dió la mano y se despidió, con la promesa de visitarlo pronto.

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Camino a lo que el consideraba su nuevo hogar, vio como la gente hacia su vida cotidiana. A tan corta edad aprendió que ver a los ojos a alguien mayor era malo. Hablar sin que te den permiso, también era malo. Reír, jugar, o incluso simplemente sonreír.

— Ball?!

Dijo el joven.

El niño estaba derramando lágrimas, no sabía el por qué... Pero siempre estaba esa espina que lo molestaba, incluyendo sus constantes pesadillas. Era un trauma que revivía a cada minuto.

El beta al no obtener respuesta se sentó al lado del niño, carisio el pelo de este, tal y como lo hacía la reina cuando lo veía llorar.

El pelinegro se bajó del vehículo con una mochila en sus hombros y un pequeño bultito.

Camino a la habitación de Ballister, Luke fue detenido por la reina.

— Por fin llegaron, estaba preocupada...

Dijo viendo cómo el niño dejo unas manchas en el uniforme del mayor.

— Que fue lo que pasó?

Pregunto mirando los ojitos hinchados del cachorro.

— Se puso a llorar. La verdad no sé porque, pero parecía asustado y con un miedo irracional... En ese momento íbamos pasando cerca del mercado.

Respondió Luke acomodando en sus brazos al pelinegro.

— Pobre... No me imagino lo que tuvo que vivir a tan temprana edad...