Capítulo II Reencuentro

98 8 12
                                    

Desde aquel día ambos se empezaron hacer preguntas y más preguntas sobre ese nuevo sentimiento encontrado pero decidieron por el momento no darle tantas vueltas al asunto y seguir con sus vidas aunque tampoco podían negar lo que sentían pero, ¿sera correcto hacer eso? Ocultar su amor ¿es lo correcto? Tal vez, nadie aceptaría una relación así y mucho menos la madre narcisista de Douma aunque lo cierto es que siempre quizo tener nietos pero por culpa de lo insensible que era su hijo nunca se pudo. Ambos jóvenes (bueno no tanto por cierto aquí Kotoha tiene 21 y Douma 23) no sabían cómo o de que forma se mirarían a la cara si sus corazones quedaron flechados el uno por el otro.

Ella estaba en su trabajo de secretaria cuando le pidieron entregar unos "documentos" y un café a su nuevo jefe, tragó en seco y se puso nerviosa por ir donde él y mirarlo, ¿siquiera podía hacer eso? Mirarlo y contener esa emoción dentro suyo ¿podría hacer tales cosas al mismo tiempo? Imposible, eso no era posible claro que no pero trataría.

Estando frente a frente con la puerta suspiró bajo y tomó una pizca de valentía para tocar la puerta con golpes leves pero audibles y recibir un "adelante", abrió la puerta y se lo encontró a él ahí pero decidió no mirarle evadiendo su mirada dirigida a cualquier lado que no fuese la cara del rubio, él también estaba en las mismas, sentía una vergüenza el mirarla aún sintiendo aquel desorden de emociones en su interior, tenía tantas ganas de besarla y decirle " te amo" pero temía que la reacción de ella fuera una negativa, se limitó a suspirar para hablarle pero sin mirarle a los ojos, esos ojos que tanto le encanta ver, su color verde primaveral haciendo referencia a la misma naturaleza, él se quedaba siempre perdido en aquella mirada de ella pero lo mejor era no dirigir miradas con ella sino quería que de momento le llegue un impulso de decirle todo lo que siente.

Ella por su parte estaba igual que él, dejó los documentos en la mesa junto al café y se despidió con un "Buenos días tenga un excelente día", cuando su mano se posó en la manecilla de la puerta el la detuvo para que no se fuera de ahí agarrandole la mano suavemente pero con firmeza para hacerla verle a los ojos directamente.

Por unos instantes el tiempo se detuvo y nada más eran esas dos almas gemelas en aquella Oficina mirándose a los ojos, sintiendo sus corazones latir a mil, todo era perfecto en ese lapso de tiempo pero se vió arruinado porque se escuchó el móvil de la chica sonar, se separaron avergonzados por aver hecho aquello, ella atendió a la llamada retirándose de ahí tras cerrar consigo la puerta dejándolo a él solo sin nadie más que aquellas paredes, miró hacia abajo (Douma) con una tristeza notoria dé no aver podido aprovechar aquella oportunidad y de finalmente declararsele de una vez por todas pero sí tenía miedo a algo en concreto, a ser rechazado, a que su corazón otra vez volviera ser el mismo de antes ahora que encontró un motivo por el cual sentirse feliz y no fingir más, suspiró breve mirando esta vez al techo perdiéndose en sus pensamientos hasta que una frase inconsciente se le escapó, se notaba cierta melancolía en esa frase.

¿Por qué no me armé de valor y decirle? ¿Por qué la dejé ir así sin más? ¿Estará bien confesarme? Pero seguramente ella tiene a alguien más en su vida...no no, eso no, ella no ha entablado algo formal con nadie así que todavía tengo mi oportunidad pero sería mejor para ambos alejarse más allá de una relación laboral o de amistad pero ¿estará bien fingir para no lastimarla o yo ser el lastimado? ¿Y si resulta que le hago daño de esta manera? No me lo perdonaría por nada en el mundo...ahhg ¡¿por qué esto tiene que ser tan complicado?! ¡¿Por qué este sentimiento tiene que ser tan difícil de saber comprender?!...debo de calmarme..


Aquello que dijo frustrado revolviéndose un poco sus cabellos simplemente dejaría de hacerlo y lo último dicho lo dijo más tranquilo pero neutro, finalmente logró calmarse. En otra parte una persona de igual manera estaba en esas mismas condiciones, maldiciendose de el no aver podido expresarle aquello que sentía hacia ese hombre que la dejó tan loca de amor pero sabía que si hacía eso uno de los dos saldría perjudicado, quizás lo mejor es dejar su relación como de trabajo o simplemente como de una normal amistad entre ambos, igual él es un chico agradable y divertido, pensó eso y no dudó en soltar una pequeña risita la oji verde, se calmó finalmente, el transcurso del día fué normal, la hora del almuerzo en el trabajo llegó, ella decidió de retirarse para ir al comedor de los trabajadores de allí, eran una cafetería la cual estaba serca al lado de la empresa, se sentó junto a unas amigas a charlar y platicar mientras disfrutaban de su comida hasta que una tocó un tema de conversación cuando le preguntó a la de puntas azules sobre si o no tenía pareja en la actualidad (Nahoya es la mejor amiga de Kotoha, se conocen desde la guardería es decir son amigas desde la infancia y se tienen mucha confianza, ella es algo atrevida y muy directa aparte de ser algo difícil de comprenderla pues su cambio de humor es algo raro), la Hashibira la miró con un sonrojo a mil, parecía un tomate Maduro en ese estado, se veía tan tierna así que su amiga no dudó en reírse un poco haciendo que la otra hiciera un puchero leve pero por dentro se quería morir de la vergüenza por aquella pregunta de su amiga la cual le dirigió la palabra.

Reencarnando en el presente, mirando al futuro╭DouKoto╮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora