lo llamaré amor - fred weasley fanfic

15. preparaciones

Louise estaba más apagada. De eso, Fred se daba cuenta.

Apenas le hablaba. Luego de aprovechar cada oportunidad para discutir y pelear con él, no entendía este nuevo silencio.

Louise era meticulosa. Le ayudaba con sus vendajes exactamente cuando tenía que hacerlo. Lo seguía a la tienda en su forma de gato cada vez que Fred atravesaba la puerta y se sentaba en el mostrador a vigilar. Volvía a subir con él en la hora de la cena y comían en silencio. Sus heridas ya estaban recubiertas de una costra que pronto daría paso a una cicatriz y no habían signos de los mortífagos.

La vida casi se sentía normal, si no fuese por el hecho de que estaba conviviendo con Louise Lester y no se hablaban.

Lee llegó de nuevo a la cuarta noche. Louise lo sentó en la mesa de la cocina y para la sorpresa de Fred, Lee se bebió el café y se comió el sándwich que Louise le preparó. Se veía consciente cuando se fue a dormir en el sillón.

A la mañana siguiente, cuando Fred despertó, Lee ya se había ido.

"¿Dónde está Lee?" le preguntó a Louise, que estaba en la cocina lavando un par de tazas.

"Se fue" le dijo simplemente. "Tenía cosas que hacer"

Fred se acercó a la encimera y se sirvió una taza de café.

"Voy a bajar a la tienda más rato" informó.

"Vale"

Louise se secó las manos y dejó el paño en su lugar de siempre. A Fred le daba una sensación de pánico cada vez que veía a Louise hacer ese tipo de cosas en su casa, como el día anterior, cuando la vio doblar la manta y echarla sobre el sillón, o el día anterior a ese, cuando la vio devolver una revista a la mesita de café.

Cosas domésticas. Cosas normales. Cosas que hace alguien que ya sabe dónde va todo. Cosas que se podía acostumbrar a ver. Cosas que le hacían pensar por un momento que no estaban viviendo en medio de una guerra, que su convivencia no era forzada e incómoda. Viendo a Louise hacer ese tipo de cosas en su casa, casi podía fingir que estaban viviendo juntos como dos personas normales.

Por su parte, Louise cruzó la habitación sin dirigirle la mirada, si quiera.

"Avísame cuando estés por bajar"

Luego, cerró la puerta de la habitación de George y Fred volvió a quedarse solo.

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La conversación con Lee había sido interesante.

Louise había despertado temprano por la mañana, como siempre que no dormía en una cama que era suya. Salió a la cocina y ahí encontró a Lee, sentado en la mesa, con las manos juntas y mirando a la nada.

"¿Un knot por tus pensamientos?"

Lee la miró.

"No puedo dejar de pensar en Leo" confesó.

Era evidente. Lee tenía el rostro apagado de pura preocupación.

Louise se acercó a él, se sirvió una taza de té y se sentó a la mesa.

"Yo tampoco"

Lee suspiró.

"No sé qué hacer" continuó. "No puedo funcionar sin él, ¿sabes? Él... Llegó a cambiarlo todo"

Louise no dijo nada. Sintió que Lee necesitaba el espacio entre ellos simplemente para hablar.

"Y no puedo hacer nada para recuperarlo" siguió. "No es como que nos hayamos peleado y se fue. No es como si pudiera ir a su casa a pedirle perdón. Yo estoy en su casa, y él no está ahí"