lo llamaré amor - fred weasley fanfic

20. la boda (parte 2)

"Tengo que hablar contigo"

La mirada de Louise era tan honesta, tan insoportablemente transparente que Fred supo de inmediato que estaba en problemas.

Asintió sin querer. En otro momento, bajo otras circunstancias, Louise le habría tomado la mano y se lo habría llevado a un lugar más apartado, un lugar donde pudieran hablar a solas. Pero no estaba segura de que Fred fuese a permitírselo.

Así que plantó los pies bien firmes en la tierra y tomó aire.

"Te quiero" le soltó. "Todavía siento por ti lo que sentía en el colegio"

Fred debió prever que eso sería lo que pasaría, que Louise llegaría en algún momento a retomar la conversación que había quedado pendiente, pero ni todo el tiempo del mundo lo habría preparado para aquella sensación.

La sensación de estar soñando, y el miedo inexorable de despertar en cualquier momento. La sensación de arena entre los dedos que Louise siempre le había dado.

"No puedo" le respondió.

Sus pasos lo dirigieron instintivamente hacia afuera. Avanzó entre los invitados y las sillas doradas hacia el jardín de La Madriguera, en búsqueda de aire frío y silencio.

El huerto.

La respiración de Fred se agitaba con cada momento que pasaba. Las luces de la carpa se volvieron insoportables e incandilantes, y lo que su cerebro necesitaba era el aire de la noche y el cielo estrellado.

Avanzó por el prado hacia el exterior. Si podía llegar al huerto, todo estaría bien. Entre los árboles frutales podría pensar.

"¡Fred!"

La voz de Louise llegaba distorsionada a sus oídos. Se mezclaba con el barullo de la boda y la música detrás de ellos. Fred seguía avanzando hacia los árboles.

"¡Fred, espera!"

No quería esperarla, no quería estar ahí, no quería escucharla. No más. Quería sentarse bajo un ciruelo y pensar.

"¡Fred!"

"¿Qué?" se giró.

"¿Puedes hablar conmigo, por favor?"

"¿De qué quieres hablar, Louise?" le preguntó con un tono que le resultó desconocido a sí mismo. Demasiado agudo. Demasiado nervioso.

"De que te acabo de decir que siento cosas por ti" le dijo jadeando tras él. "¿Podrías parar?"

Fred se detuvo. Iban colina abajo hacia el huerto de árboles frutales, y tenía que mirar a Louise hacia arriba. El cielo estaba de un azul precioso, iluminado por las miles de luces de la boda, y se recortaba contra su silueta como si el mundo ya se hubiese acabado y Louise fuera todo lo que quedaba en él.

Él se llevó una mano al corazón de forma instintiva.

"No puedo hablar de esto, Louise"

Ella agachó la cabeza. Jugueteó con sus dedos.

"¿Por Jo?"

"¡No!" dijo él de inmediato. "No, Louise. Por nosotros"

"¿Qué?"

Era una noche ventosa. La brisa jugaba con su cabello y empujaba algunos mechones por encima de su rostro.

"Louise" le dijo tranquilamente. ¿Cómo encontrar las palabras? Después de un año, creyó que tenía todo claro. Creyó que sabía lo que hacía. "Somos nosotros. No... No funcionamos"

Louise lo miró. Su piel se veía más pálida en la noche. Su cabello, que había cambiado a pelirrojo, se veía más oscuro. Sus ojos eran lo único que no dejaba de brillar.