Fuera de los comentarios amanerados, comenzaron a conversar amenamente de otro tipo de temas. Y es que ambos se sentían bastante cómodos, e incluso, habían terminado ya sus platos.
—Y dime, Aoi, ahora que oficialmente eres universitaria, ¿pudiste cargar materias sin problemas? —le preguntó.
—Pues... apenas han lanzado los resultados, según leí, tengo toda la semana para imprimir mi comprobante y que me carguen las materias automáticamente, debo admitir que estoy muy emocionada.
—Eso puedo verlo —sonrió viéndola a los ojos con sumo interés.
Ella le imitó. —Mitsui —susurró —, no me has dado ni un solo beso desde que entraste a mi casa.
El peliazul se puso rojo de inconsciente, parpadeó un par de veces intentando calmar sus emociones, porque sabía que lo que decía era cierto, y no porque lo olvidara, sino porque, para él eso era algo un poco apresurado. Y es que la ironía de los hombres es aveces ir lento con la chica que realmente quieren, y les gusta ir rápido con las que desecharán rápido, era como un instinto animal, y a él si le interesaba Aoi.
—¿Por qué no me besas? —cuestionó colocando su mejilla recargada en la palma de su mano, mirándolo con detenimiento, con una ligera sonrisa que prometía más que mil palabras —, ¿sientes temor?, ¿qué buscas conmigo?
—Aoi, te lo dije, quiero hacer las cosas bien.
—Lo sé, y hacer las cosas bien no implica no intimar. Desde hace tiempo he querido hacerlo contigo Mitsui.
Esas palabras fueron como un shock a su cabeza, ahora estaba más rojo que nunca, Mitsui no entendía que le pasaba, se sentía como un puberto estando con ella, cosa que no era en absoluto, e incluso, Aoi demostraba ser mas segura, firme y madura con sus intensiones, sin ninguna pizca de pena. En ese instante, Aoi colocó una de sus pequeñas manos en el rostro del mayor, sintiendo su áspera mejilla, el tacto provocó un ligero choque de nervios recorrerle por todo el cuerpo a Mitsui.
—Ya no hay porque poner barreras, Mitsui —habló —, te doy el total permiso de que me toques.
Esas palabras, esa confianza, ese consentimiento, fue todo lo que el hombre necesitaba oír para abalanzarse sobre ella.
Mitsui fue veloz, sin preguntarse más a si mismo sobre que hacer o que no hacer, comenzó a sujetar a la chica de sus cabellos y unir sus labios en un apasionado beso. Ella lo recibió de maravilla, colocando sus delgadas manos sobre los fuertes brazos de Mitsui. Aún sobre las sillas, él comenzó acercarla así mismo, tocándole la espalda baja, acariciando su delgado cuerpo. La joven también le acariciaba, desde sus hombros hasta su cuello y rostro, sus cortos cabellos eran como un inexplorado pasto sobre las yemas de sus dedos, amaba sentir eso.
Después de unos alocados besos y caricias, ella lo detuvo.
—A-Aguarda, aguarda...
—¿Qué pasa?
—Vamos a mi habitación —incitó con unos ojos llenos de deseo, mordiéndose el labio inferior, pidiendo casi a súplicas por él.
De inmediato asintió y ella bajó de la silla para tomarlo de la mano y dirigirlo al segundo piso de la casa. Era un hogar cómodo, no olía mal y tampoco se sentía tan descuidado. Después de unos cuantos tortuosos escalones llegaron a una puerta blanca, ella la abrió y le dejó entrar, Mitsui se mantuvo estático de pie observando las paredes, el colchón, los colores de la habitación eran claros: entre morado y blanco, nada demasiado vivo.
Con una sonrisa, Aoi se acercó a su mueble principal, justo el que era el más grande y se colocaba debajo del amplio espejo, este contaba con cajones, así que de uno de ellos comenzó a sacar un paquete de condones. Mitsui se giró para observarla.
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[SD] 𝒂𝒊𝒏'𝒕 𝒏𝒐 𝑭𝑼𝑵
FanficMitsui asiste a la boda de Hanamichi y Haruko, ahí mismo, conoce a una joven que comienza a llamar su atención, es entonces cuando decide interesarse en saber más sobre ella. Un encuentro que podría llevarlos a una relación algo inesperada, con much...