Capítulo 12

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LIAM

¿Cómo se puede añorar a un corazón ajeno? Ella me confunde terriblemente y vuelvo a sentir que el pasado regresa a mí y como un terremoto destruye todo lo que creí haber logrado. Ella se ha convertido en una maldición; jugando con mi corazón, aplastándolo, rompiéndolo e hiriéndolo.

Pero la quiero, la adoro, igual o incluso más que a las mismas estrellas.

<<¿Realmente estas siendo sincera conmigo ahora? Edith>> Ese fue mi primer pensamiento antes de verla correr a la salida con ansiedad, como si la llamada que hubiera recibido fuera mucho mas importante que lo nuestro.

El tintineo de los cubiertos suena a mi lado. Sin embargo es como si todo lo de mi alrededor se hubiera evaporado, ensimismado miro hacia la nada y siento la mano de mi abuelo en la mía, algo que me hace sobresaltar y mirarlo de inmediato.

-¿Iras a visitar a tu hermano?

-No

Escucho su suspiro mientras frunce el entrecejo.

-Debes ir. Ustedes dos comparten la misma sangre y es tu hermano.

-Él no lo es -me levanto de la mesa dejando la comida intacta -Compartimos el mismo padre, pero no la misma madre ¿Entiendes eso?

-Otra vez con lo mismo... -desvió la mirada reflejando un desinterés evidente en mis palabras.

-Esa mujer que se ha hecho llamar mi madre frente a la sociedad y ese hombre incapaz de ser fiel, son unas escorias... ¿o es que te olvidas que mataron a mi madre, tu hija?

-CÁLLATE -golpeó con los puños la silla. Solía hacer eso cuando perdía la paciencia como si deseara levantarse, pero no pudiera.

Él me pedía que los perdonará, como si el perdón bastara para cubrir las heridas que me había ocasionado la familia Hill. Salí de la sala, los gritos de mi abuelo quedaron atrás y un sentimiento de culpa me invadió.

Los odiaba tanto que tener el apellido de ellos sobre mi nombre, me hastiaba. Pero también odiaba a mi yo de 12 años por haber aceptado ser el chivo expiatorio, aunque en ese momento jamás lo supe. Mi celular timbro, era el informante que había contratado y el guardaespaldas de la dicha familia. Respire hondo antes de contestar, para calmar el temblor en mis manos.

-¿Aló?

-Joven Liam, tenemos interceptada a la novia de Jacob, esa misma que su madrastra trataba de ocultar.

-¿Y quien es ella? -dije sin titubear.

-Se sorprendería al saber de quien le hablo.

-No entiendo, ¿por que?

-Porque esa chica parece que es muy allegada a usted.

-¿Quién es? -Deje de respirar por un instante y con cada segundo que pasaba, la espera era mas grande y dolorosa.

-La señorita Edith -mi voz se apago al oír su nombre en la bocina de aquel teléfono, el nudo que cargaba en la garganta y el corazón latiendo a mil hicieron que este instante se paralizara -¿Joven?

Los recuerdos que ocultaba la herida añeja del pasado, se abrió quemándome por dentro y asfixiándome. Aquel momento fue como dar un paso hacia atrás, fue como un golpe de realidad.

INICIO DEL FLASHBACK

La naturaleza a mi alrededor era mágica, las mariposas revoleteaban de un lado a otro.

Nací el 25 de mayo, en un lugar muy lejano a la gran ciudad, viviendo una vida tranquila y prospera junto a mi madre y mi abuelo, quien siempre fue como un padre. Me regalaba el cariño y la atención paternal que un niño de 10 años necesitaba y me sentía realmente agradecido. Pero aun así... quería conocer a mi verdadero padre.

Aquel domingo, me levante sobre las 4:00 a.m, cuando aun la oscuridad cubría el cielo. Salí con sigilo para no despertar en el camino a nadie, pero entre la oscuridad de la sala, me llamo la atención una luz encendida en la cocina.

Este hecho fue extraño, ya que los domingos mamá y el abuelo dormían como marmotas. Me acerque de puntitas a la cocina y me asome un poco sobre la puerta, temiendo que fuera un ladrón. Pero era mamá, estaba sentada viendo la TV de la cocina. Por la hora me pareció muy extraño encontrarla en esta situación.

Me quede un momento observándola, ella escuchaba las noticias con los dedos temblando, mientras apretaba una y otra vez el limpión en sus manos, sobre el mesón.

Escuché las palabras de la periodista y de inmediato me llene de curiosidad.

"La ciudad se ha llenado de miles de soldados, patrullando cada perímetro del hospital, donde estaría naciendo el gran heredero del imperio"

Miraba el televisor como anonadado, no entendía la preocupación de mi madre, ni su obsesión por ver esta noticia, pues ella jamás había mostrado interés en la vida de los famosos.

"Los ciudadanos se han empezado a preocupar por la llegada del comandante del ejercito al lugar y los helicópteros volando sobre el hospital. Esta claro que algo esta sucediendo, ¿Qué será?..."

Oía las voces desde lejos y me di cuenta de repente, que me estaba quedando dormido. Me incline hacia un lado soñoliento, en la lejanía de mi sueño, el celular de mi madre vibro con una llamada, lo intuí por la música de fondo.

Hubo silencio, algunos susurros y luego un grito de terror que me hizo espabilar.

-¡Dios mío, no!.. Si necesitan un donante, no lo será mi hijo. Te lo advierto, Elías Hill.

Ella hundió por descuido el altavoz y oí una respuesta clara.

"Es demasiado tarde, mis hombres ya han llegado a por él"

FIN DEL FLASHBACK

Cerré los ojos al sentir que mi vista se inundaba de lagrimas y sin embargo, no pude evitar que una lagrima palpara mi mejilla, testigo de tanto dolor en el pasado. En mi mente aun permanecían intactos los gritos desesperados de mi madre, quien suplicaba que no me llevaran, mientras me tomaba de las manos y forcejeaba para no soltarme.

Luego a mi memoria, llego Edith... Esa mujer tan bella como la luna en el cielo y tan tierna como los tulipanes tras una alfombra de seda.

Ese ser tan insignificante como lo era todo a mi alrededor, se había convertido en mi verduga, en mi cruel castigo.

Pero ¿Por qué ella? ¿Por qué tenia que ser la mujer en la que tanto confiaba y amaba?...

Porque, lo se. Le he confiado todo, incluso mi mayor terror, mis traumas y lo mucho que la quería. Pero no le basto con esto...

Al fin y al cabo, ella resulto ser la mujer que he estado buscado asesinar, durante tanto tiempo.

Universalmente ExtraordinarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora