De leones y corderos

Capitulo 2-2

Los gritos de Teddy a la mañana siguiente despertaron a todos ridículamente temprano para ser un sábado. Draco gimiendo se dio la vuelta en su cama y miró el despertador. 5:37 am. En un sábado. Enterrando su rostro en la almohada, trató de bloquear los gritos infelices de los bebés y volver a dormir. Pero nada funcionó y Draco dejó de dormir y bajó las escaleras a trompicones necesitando una taza de té fuerte, solo vestido con los pantalones de su pijama. Sus costillas e incluso su columna se mostraban terriblemente en su pálido torso y el cordón de la parte inferior estaba mucho más apretado que antes.

swefjhEncontró a Harry en la cocina, levantando a Teddy de la silla alta, haciéndolo saltar en sus brazos y murmurándole dulces palabras. El propio Harry solo estaba vestido con unos calzoncillos negros y Draco tuvo que dar un paso atrás cuando vio el cuerpo del otro adolescente por primera vez. ¡Estaba peludo! Pero no era algo malo para Harry, era algo bastante sexy para Harry... Draco le frunció el ceño cuando se encontró pensando eso sobre su viejo enemigo.

"Oh, Draco, no podrías llevarte a Teddy ni un minuto, ¿verdad? Tiene hambre, pero no quiere conformarse lo suficiente para que yo le prepare el desayuno", dijo Harry, sonando aliviado al ver al mago rubio.

"Pero yo nunca..." su protesta fue interrumpida cuando se encontró con un montón de bebés, un montón de bebés llorando y retorciéndose. Draco hizo un ruido de sorpresa y abrazó a Teddy lo más suave pero fuerte posible, temiendo dejarlo caer. Tampoco estaba seguro de... bueno, de los gritos. Estos eran muy diferentes a los gritos de sus pesadillas y sus ataques de pánico, pero aún así...

"Gracias Draco", dijo Harry, corriendo por la cocina para preparar el desayuno de Teddy, "Mientras pongo la tetera, ¿quieres una taza de té?"

"Um, sí, gracias, eso es lo que vine a hacer", dijo Draco, sorprendido cuando Teddy dejó de gritar y lo miró fijamente, "Eso está mejor. ¿A qué se debe entonces todo este alboroto? Harry te va a traer algo de comer. Él puede No te muevas más rápido porque estás gritando". Los ojos muy abiertos parpadearon hacia Draco y apareció una pequeña sonrisa con dientes. "¡Eso está mucho mejor!"

Sin saberlo, no era sólo Harry el que estaba viendo esta adorable exhibición con Teddy, sus padres también habían bajado las escaleras y estaban observando desde la puerta. Narcissa se apretó el corazón mientras su hijo le sonreía al pequeño, la primera sonrisa que Draco le había ofrecido en mucho, mucho tiempo.

"Y me llamaste natural", murmuró Harry, buscando en la cocina las tazas y el tazón que necesitaba para el desayuno estilo avena de Teddy. "Necesitas comer más, ¿sabes?"

"¿Qué?" Draco preguntó sorprendido, levantando la vista de los ojos color ámbar que lo miraban fijamente. Cuando vio el color de esos ojos un momento antes pensó que dolería, tan cerca estaban de los ojos de los Cullen. Pero no fue así. Eran los ojitos de Teddy, muy abiertos y llenos de lágrimas.

"Estás demasiado delgado, necesitas comer más", dijo Harry con calma, continuando preparando el desayuno de Teddy y dos tazas de té, "Aquí estamos Teddy, tu papilla está lista. Estás con el té azul, Draco. "No le he puesto azúcar", dijo Harry mientras ponía el cuenco sobre la mesa de la cocina con su taza de té y una cuchara. Cuando tomó a Teddy de los brazos de Draco, los lamentos comenzaron de nuevo. "Oh, eso no es justo, a mi ahijado le gustas más que a mí".

"Probablemente sea porque soy una cara nueva", dijo Draco, tomando su taza de té. No le gustaba el azúcar y cuando tomó un sorbo del líquido caliente descubrió que era tan fuerte como le gustaba.

"No, creo que es porque eres el primer rubio que ha visto", Harry se rió suavemente mientras llenaba la cuchara con la papilla con el nombre apropiado y la presionaba contra los labios de Teddy. El niño los abrió con muchas ganas y la papilla desapareció.