De leones y corderos

Capitulo 3-11

Draco despertó sintiéndose dolorido pero satisfecho, envuelto en los brazos de su novio con su cabeza apoyada en el fuerte pecho de Jasper. Sonriendo felizmente para sí mismo, se giró y le dio un beso a la piel de mármol de Jaspers, parpadeando para quitarse el sueño de los ojos mientras miraba a su novio. El cabello de Jaspers era un desastre, sobresaliendo en todas direcciones y Draco pensó que nunca se había visto más sexy. Inclinándose más, presionó sus labios contra los de su novio en un suave beso.

"Buenos días", respiró mientras se recostaba contra el pecho de Jaspers.

"Buenos días", respondió Jasper, recorriendo con las puntas de sus dedos la espalda desnuda de Draco, dibujando ociosamente en la suave piel y enviando escalofríos por la columna del mago, "¿Cómo te sientes?"

"Maravilloso", respiró Draco con sinceridad.

"¿Sin dolor?" Jasper preguntó suavemente, su voz llena de preocupación.

"No hay dolor real, sólo un dolor glorioso que me recordará nuestra primera vez en todo el día", respondió Draco, sentándose junto a Jasper y estirando los brazos por encima de su cabeza, haciendo que sus hombros y espalda hicieran ruido. "Oh, eso es mejor..."

"Me alegro de no haberte lastimado", admitió Jasper suavemente, extendiendo la mano para acariciar la mejilla de Draco, "Tenía miedo de ser demasiado duro o perder el control y morderte..."

"Pero no lo hiciste", dijo Draco, su voz fuerte mientras obligaba a Jasper a mirarlo a los ojos, "No me lastimaste ni me mordiste. Jasper, estuviste maravilloso".

Inclinándose, presionó sus labios contra Jaspers con un poco más de fuerza esta vez, sus manos ahuecaron la cara del vampiro mientras se movía para quedar a horcajadas sobre su novio. Jasper gimió contra sus labios, sus manos acariciaron suavemente el trasero de Draco, jalándolo hacia abajo y juntando sus caderas.

"Maravilloso..." repitió Draco en poco más que un gemido cuando las cosas comenzaron a calentarse más entre ellos... pero entonces sonó el teléfono de Jasper. "No... está pasando..." gimió Draco, con los labios aún presionados contra los de su novio. "Simplemente ignóralo..."

"No puedo..." Jasper gimió, sonando tan molesto y reacio como Draco; no quería detener lo que estaban haciendo más que Draco. "Podría ser... importante... podría ser... sobre... Victoria..." jadeó entre besos ardientes antes de apartar a Draco de él de mala gana, agarrando su teléfono y respondiendo con un, bastante brusco, "¿Hola?"

Draco gimió suavemente para sí mismo, frotándose la cara con las manos mientras escuchaba la conversación unilateral... qué manera de matar un estado de ánimo...

"No, Alice, está bien... sé que no habrías llamado a menos que fuera una emergencia... sí, sí, lo sé... ¿Alice? Alice, ¿por qué me llamaste?" Preguntó Jasper, sonriendo a modo de disculpa a su novio. Draco sonrió, rodando para besar la mejilla de Jasper antes de levantarse de la cama y dirigirse al baño. Dudaba mucho si continuarían donde lo habían dejado y ahora tenía un pequeño (o no tan pequeño como para presumir con orgullo) problema del que ocuparse. "¿Qué? ¿Estás seguro? Quiero decir, ¿Edward está seguro? ¿Bella está bien?"

"¿Bella?" Draco se giró y miró fijamente a su novio al oír el nombre de su amigo. "¿Qué pasa? ¿Qué pasa?" Jasper parecía preocupado, muy preocupado y se estaba poniendo los boxers con una mano. Draco se apresuró a ayudarlo, esperando que su novio respondiera su pregunta.

"Ella no estaba en casa, eso fue suerte", murmuró Jasper, "¿Qué pasa con su padre? Él estaba en el trabajo, bien, bien. ¿Edward reconoció el olor? Así que es un vampiro que aún no hemos conocido..."

"¿Qué vampiro? Jasper, por favor, ¿qué está pasando?" Draco le suplicó, poniéndose sus propios boxers mientras Jasper comenzaba a caminar a lo largo de su habitación.