Glory-Ethan Hunt/ Carlos Sainz (Segunda parte de Espadas de dioses y reyes)

"Espejo en la pared"

Luego de la carrera y las entrevistas, Elly fue con el médico y le dijo que su tobillo ya estaba al 100%, lo que la alegró, así como al resto de equipo, al fin podría volver a correr.
-¡Amén!-dijo en cuanto le quitaron la bota-Dulce Libertad.
-No exageres-le dijo Kurt.
-Usa una de estas y vas a ver, tío.
-No, gracias Kleine, estoy muy bien así.
-Si...
-Elly-La voz del Carlos se hizo presente, venía ya cambiado, traía unos shorts de mezclilla y una camisa de lino blanca, tenía una gran sonrisa.
-Hola Carlos.
-Felicidades por el podio de hoy, Carlos.
-Gracias señor Herrnfeld.
-Los dejó solos, ¿estarás bien, Kleine?
-Ja, alles gut-El señor asintió ante las palabras de su sobrina y salió del lugar.
-Estoy muy orgullosa de ti.
-Gracias, se podría decir que tuve una gran motivación este fin de semana-sonrió hacia ella, pero Elly solo pudo darle una débil sonrisa-Pensaba que quizás...¿podríamos salir hoy...?
-¿Con los demás? Claro suena...
-Me refiero a los dos solos...
-Oh...-definitivamente no era la reacción que Carlos esperaba de la chica, esperaba una más emocionada, pero en cambio esta era de sorpresa.
-¿Pasa algo?
-No, nada, es solo que...no sé pensé que saldríamos con todos como después de todas las carreras.
-Pues...pensé que esta vez podía ser sólo nosotros dos.
¿No tenia nada de malo aceptar? No lo creo, al menos eso era lo que pensaba Elly.
-Está bien, elige el lugar, solo que nada muy elegante, ya sabes que no me gustan esos lugares.
-Seguro-le sonrió Carlos, pero estaba tan emocionando que casi no le puso atención-Te veo luego-beso su mejilla y se alejó corriendo de ahí.
-Adiós...
-¡Hola Álvarez!
-Hola Frackie...
-Vaya, para haber tenido un buen día no pareces estar bien, ¿qué te pasa?
-Voy a salir con Carlos...
-Oh genial, se van a unir a nosotros y...-Franck se fijó en el semblante de su amiga, ella negó.
-Los dos solos...
-Oh, ya veo...¿tú quieres? No te veo emocionada.
-No lo estoy...la verdad es que...Carlos me besó hace unos días, pero no sentí nada, y adoro a su familia, es un gran amigo, solo que...
-Es una Red Flag andante...
-Tú lo dijiste.
-Estoy de acuerdo contigo, cambia de novia tanto como de ropa interior, no me parece algo bueno.
-A mí tampoco.
-¿Por qué no me dijiste que te besó?
-No había encontrado el momento adecuado.
-¿Y qué sentiste?
-Nada...
-¿Nada de Nada?
-Nada, nadita, nada, acabé llorando...
-¿Tan mal te besó?-Franck casi se echaba a reír, pero al ver la cara de su amiga se aguantó-vi que tú e Ethan se besaron en el yate en Mónaco, ¿qué sentiste?
-Mariposas...de esas que te ponen nerviosa cuando estás...
-Enamorada-Elly asintió sonriendo.
-Así es.
-¿Y te gusta él?
-Sí, pero es complicado.
-¿Qué tiene de complicado? Los dos se gustan, es obvio hasta para el ciego, solo estén juntos y que Carlos deje de chingar.
Elly rio ante su comentario.
-Ojalá fuera tan fácil, Frackie, ojalá que sí.
-Es fácil, solo tienes que encontrar el momento-se paró-¿te regreso al hotel?
-Por favor, te veo en un momento.
- Claro, te espero en el auto-ella asintió y el dejo el lugar.
Elly soltó un suspiro.
-Ojalá fuera tan fácil Franck, ojalá pudiera decirte donde lo conocí, qué hace...que hicimos juntos...pero es demasiado peligroso...con nosotros nunca nada fue tan fácil.
Se miró al espejo que estaba en la estancia.
Recordó vagamente el retrato de la Emperatriz Elly del Bizancio.
Se parecía a ella.
Solo que estaba segura de que ella no tenía cicatrices de haber salvado el mundo por todo su cuerpo.
Quería averiguar más de aquel sueño que había tenido en Mónaco.
Y lo averiguaría.
Encontraría las respuestas que necesitaba en Andalusia.
De eso estaba segura.
- Mírame cuando te hablo
Me miras pero yo estoy mirando a través de ti
Veo la sangre en tus ojos
Veo el amor disfrazado
Veo el dolor escondido en tu orgullo
Veo que no estás satisfecho
Y no veo a nadie más
Me veo a mí mismo, estoy mirando el
Espejo en la pared, aquí estamos de nuevo.

Esa noche, Carlos pasó por ella a su cuarto, usaba una camisa negra, unos pantalones blancos y mocasines negros, se había peinado.
Elly debía admitir que se veía guapo.
"Pero no es Ethan" pensó en cuanto lo vio.
Ella optó por algo más simple, usaba unos shorts de cuero negros y una blusa de tirantes del mismo color, de calzado eligió unos tenis blancos.
Carlos había dicho que no irían a un lugar elegante, así que no se había arreglado mucho, pero tampoco se veía fachosa.
-¿Lista?
-Sí-dijo tomando su bolsa y cerrando la puerta del cuarto-Te vez guapo hoy.
-Gracias-Elly esperaba algún cumplido de su parte, Ethan siempre le decía cumplidos a cada hora del día, incluso en las mañanas cuando tenia pelos de loca, le decía cosas como: "me encanta tu pelo rebelde" "Bueno días Bella durmiente", "¿Cómo está la chica más linda de mundo hoy?". Ese tipo de cosas que Elly estaba acostumbrada a oír, incluso de Benji, Luther u otros pilotos. Claro que los cumplidos no se parecían nada a los de Ethan, pero eran cumplidos y la hacían sentir especial, sentía que el esfuerzo que había puesto había valido la pena.

Carlos le abrió la puerta del carro al llegar al restaurante y Elly se dio cuenta de que era un lugar elegante "Me lleva a la...Justo donde le dije que no quería."
-¿Este es el lugar?
-Sí, ya verás tienen una comida excelente-Carlos le dijo y un mesero los guió a su mesa, les ofreció los menús y antes de que Elly pudiera decir algo Carlos ya había ordenado lo que iban a pedir.
-Pero no tuve Chance de ver el menú.
-Confía en mí, veras que te va a gustar lo que pedí.
-Está bien-Elly le sonrió, después de todo le quería dar gusto a Carlos, él había ganado la carrera y se sentía muy feliz, pero algo dentro de ella le estaba diciendo que se estaba arrepintiendo de haber salido esta noche con él.

La comida llegó al cabo de treinta minutos, en los cuales ambos hablaron de lo que tenían pensado hacer esa semana de descanso.
Carlos iría con Lando y Charles a Mónaco.
-Siena muy padre-dijo Elly y la comida llegó, había langosta, ostras, pulpo. Ella sintió ganas de vomitar, Carlos se comenzó a servir en su plato.
-¿No quieres?
-Tú primero-le dijo ella-No tengo prisa-contestó tomando un pedazo de pan.
-¿Y qué me decías que tenías planeado hacer?
-Cierto...me voy mañana con los chicos a Andalusia, me van a ayudar con mi investigación de la espada de Gonzalo Fernández de Córdoba.
-¿Por qué tienes tanto interés en la espada? No tiene valor.
-Es más complicado que eso Carlos, tiene un valor histórico muy importante, Gonzalo revolucionó la infantería española, él y su esposa permitieron la libertad de culto en España y el Bizancio, ocultó la tumba de su esposa por alguna razón y estoy muy cerca de averígualo, es el trabajo de mi vida-pero Carlos estaba en el celular, no le ponía atención.
-Lo siento, era del equipo, están felices por mi victoria.
-Seguro que si.
-¿Qué estabas diciendo?-Elly suspiró, esto jamás le había pasado con Ethan, no importaba cuán ocupado estuviera, siempre hacia espacio para hablar con ella y cada que lo hacía la escuchaba con mucha atención, le interesaba mucho lo que la chica tenía que decir y enseñarle.
-Nada, olvídalo...

Durante toda la cena Elly no pudo probar bocado y Carlos no se dio cuenta de eso y ni siquiera pidieron postre, que era lo único que se le antojaba a ella, ya que el español le dijo que debía estar en forma para la carrera de Canadá, la chica no dijo nada y al pagar la cuenta estaban por irse.
-¿Vamos a la fiesta?
-La verdad Carlos...estoy algo cansada y tomo un avión mañana temprano, lo que menos quiero Es develarme.
-¿Te pido un taxi?
"Im Ernst?!" Era lo que pensaba la chica.
-Si quieres ya vete, ya lo pido yo.
-¿Segura?
-Sí, sí ya vete Carlos-dijo ella alejándose, Carlos suspiró, no entendía el comportamiento de la chica, ya que según él esta noche había ido bien, pero en verdad quería ir a la fiesta y dejar a Elly al hotel estaba al otro lado de la ciudad, así que solo se subió a su carro y dejó ahí a la chica-Pendejo-dijo, marcó en su celular un número.
Estaba sonando.
Luego la voz no se distinguía bien entre tanto ruido, pero ella gritaba:
-¿Puedes venir por mí?-silencio-te cuento luego, solo ven, te mando la dirección.

A los 10 minutos un McLaren se paró frente a la chica, los pilotos Franck y Lando estaban en el coche.
-Señorita-Lando dejó el asiento de copiloto para que Elly ocupara su lugar, mientras que él iba a la parte trasera.
-Gracias por recogerme.
-No hay problema.
-Ni lo menciones-dijo el británico.
-Lamento haberlos sacado de la fiesta, ¿no los extrañaran?
-No-dijo Franck-además tú eres más importante.
-¿Quieres contarnos qué pasó?
-Prefiero no hacerlo, Lando-dijo mientras miraba a la ventana, los dos pilotos del miraron por el retrovisor y se entendieron con una mirada: "Carlos pendejo".

Al llegar al hotel, dejaron a la chica en su habitación, luego de 5 minutos volvieron con helado y dulces, así como con Ethan.
Quien al ver la cara de la chica, no preguntó lo que le sucedió y solo la abrazó.
Franck y Lando habían ido a su habitación y le habían dicho que Elly había salido con Carlos pero que luego estaba ahí sola, Ethan estaba hirviendo de rabia, si tuviera al español enfrente no dudaría en darle su merecido.
No merecía a Elly.
Ni cómo amiga.
Ni nada parecido.
-Ya estoy acá-le dijo acariciando su espalda-tranquila, suelta lo que necesites, aquí estoy Els-la chica lloraba en su pecho, al principio eran sollozos callados, pero a medida que sentía las caricias de Ethan se iban intensificando.
Luego de calmarla, le dieron helado y dulces.
-Parece que no comiste nada-bromeó Franck.
-Es que no comí.
-¿De que hablas Els?
-Ordenó langosta, pulpo y almejas...
-Lo que no te gusta-dijo Ethan y Ella asintió.
-Y no me dejo pedir postre porque dijo que necesitaba estar en forma para Canadá-Ethan la abrazó.
-Come lo que tú quieras Els, es tú cuerpo y tu decides que consumes, nadie más, solo tú.
-Carlos será mi mejor amigo, pero en este momento juro que si lo tuviera enfrente, lo golpearía-declaró Lando, a lo que la mexicana río.
-Gracias por esto, lo necesitaba.
-De nada Els.

La noche se pasó entre bromas, risas y anécdotas hasta que los cuarto acabaron dormidos y la esperanza de un nuevo día le daba un buen sentimiento a Elly.
Estaba cerca de encontrar respuestas.
Lo sentía.