Glory-Ethan Hunt/ Carlos Sainz (Segunda parte de Espadas de dioses y reyes)

Mi querido Gonzalo

A primera hora de la mañana, Ethan, Elly, Benji y Luther Se fueron al aeropuerto para tomar su primer vuelo a su primera parada: Córdoba.
El vuelo no había durado mucho, llegaron a las 11 de la mañana, el sol estaba a todo lo que da y el calor, ni se diga.
-Hace 40 grados aquí-dijo Benji.
-Tú querías venir-dijo Elly-ahora te aguantas, pero sepan que pude venir sola.
-No te dejaríamos sola-dijo Ethan a su lado sonriéndole y poniendo una mano alrededor de su cintura mientras iban a la salida para tomar un taxi.
-Cierto-reconoció la chica-Pero me sé cuidar sola.
-Lo sé, pero aún así no te dejaría en algo tan importante para ti.
Ella le sonrió y llamó a un taxi.

Llegaron al hotel y desempacaron, Luter y Benji compartirían habitación, así como Ethan y Elly, al entrar ambos vieron que solo había una cama.
-¿Que carajos...? Estaba segura de que la pedí con dos-dijo la chica.
-Quizás se les acabó-dijo Ethan-No me molesta dormir en el piso, si estás más cómoda así.
-No seas ridículo-le sonrió Elly toándolo de las manos y jugando con sus dedos-No me molesta-sonrió, pero sin mirarlo a los ojos, Ethan intuyó que estaba nerviosa.
-No vamos a hacer nada que no quieras, ¿de acuerdo?
-Gracias-le abrazó.
Se quedaron así unos minutos hasta que Elly se fijó que había un balcón, y fue a ver jalando a Ethan de la mano.
-Es preciso, se ve toda la ciudad.
-Sí, lo es-pero el americano no miraba la ciudad.
-Creo que se aquí veo el Alcázar, tenemos boletos para ese mañana.
-¿Supongo qué ya te encargaste de todo?
-Supones bien-sonrió la chica, Ethan la abrazo por la cintura y se quedaron mirando aquel paisaje.
-Estoy seguro que la encontrarás...
-¿Qué...?
-La espada, estoy muy seguro que este viaje te dará más pistas de las que ya tienes.
Él no veía, pero ella sonreía.
-Gracias por apoyarme tanto.
-Tú hiciste lo mismo.
-No cuando deje la FMI...
-Eso es pasado, tuviste tus razones y lo entiendo, me alegra que a pesar de eso aún podamos vernos, quizás no con tanta frecuencia que antes, pero es mejor que nada. Te lo aseguro.
-Te quiero Ethan.
-Y yo a ti Els.

Al cabo de unos minutos, Lis cuatro amigos estuvieron listos y salieron a recorrer Córdoba, Ethan miraba cómo Elly Se emocionaba, miraba en todas direcciones y se detenía a tomar fotos y sin que se diera cuenta...
Ethan tomaba fotos de ella.
-¿Aún sientes algo por ella? Me equivoco-le preguntó Luther.
-Lo hago-sonrió Ethan-siempre lo hice y siempre lo haré.
-Deberías decirle-dijo Benji-Sabes que Carlos está detrás de ella ¿no?
-No me lo recuerdes, el muy imbecil habrá ganado la carrera, pero te juro que después de como trato a Elly, se la va a pensar dos veces antes de acercársele.
-Ethan, no hagas una locura.
-No te preocupes Luther, aún no la he cometido.
-¿Cuándo vas a decirle lo que sientes?-pregunto Benji.
-Ya sabes cómo son Ethan y Elly, Se lo demuestran pero no lo dicen, eso es más complicado.
-Te doy la razón, Luther, cada que intento hacerlo estamos cerca del peligro. No soportaría que algo le pasará.
Elly regresó al grupo sonriendo.
-¿Ya vieron la estatua?-en el centro de la Plaza había una estatua de un hombre a caballo, blandía su espada y miraba hacia el horizonte-Es "El Gran Capitán" Es precisa.
Ethan sonrió mientras la abrazaba por la cintura.
-Muy hermosa Els.
Siguieron recorriendo toda la ciudad, solo estarían ahí 4 días, 3 en Sevilla, 2 en Málaga y 3 en Granada.
Habían visto la mayoría de la ciudad ahora, Elly les explicaba a los chicos cualquier cosa de la que tenían duda, aunque Benji insistió en contratar un guía turístico, lo que le llevó a recibir una fea mirada del grupo y un golpe por parte de Ethan.
-Eso me dolió.
-¿Ya ves? Así dolió tu comentario hacia Elly-le dijo.
-Que no harías por ella Ethan...-suspiró.
-Está loco de amor-le dijo Luther-solo le falta confesarlo.
-Debe haber un momento perfecto.
-No los hay, nosotros los creamos Benji.

Ya caída la noche, después de haber cenado y haber visitado algunos lugares como la Mezquita-Catedral de Córdoba volvieron al hotel.
-Bueno...-dijo Benji soltando un bostezo-supongo que podemos dejarlo así todo por hoy.
-Pienso lo mismo-dijo Elly-Benji me ha contagiado los bostezos.
Ethan y Luther rieron.
-Anka vemos mañana-dijo Luther-¿a qué hora tenemos que estar en el Alcázar?
-1:30-sonrió Elly-nos vemos mañana.

Ella e Ethan volvieron a su habitación y luego de haberse cambiado se acostaron en la cama, Ethan la miraba con una sonrisa mientras que ella leía.
-¿Te has divertido hoy?-pero ella no contestó, estaba inmersa en la lectura. Ethan sobo su hombro lo que la hizo sobresaltar.
-Disculpa, no te escuche.
-Me di cuenta Els-Sonrió-dije que si te divertiste hoy.
-Mucho, me emociona más mañana. ¿Tú?
-También, hace mucho no tenia unas vacaciones-Elly se recostó en el pecho de Ethan y él la rodeó con un brazo, mientras juntaban sus manos.
-¿No te llamarán? Ya sabes...una nueva misión...
Ethan la notaba triste cuando dijo eso.
-No lo harán-le aseguró-No tienen manera de encontrarme, sino no...
-Serian vacaciones-completó ella-recuerdo que lo decías cada vez que te tomabas unas.
-Déjame ver ese libro, quiero ver porque no me pones atención-tomó el libro que ella tenia en sus piernas y lo comenzó a ver-"El Gran Capitán y la Emperatriz Bizantina" ¿historia?
Ella sonrió.
-Está muy interesante, puedes leerlo, así vas a entender mejor lo que digo mañana.
-De acuerdo, pero lo leeré contigo-Ethan comenzó a leer en voz alta, y en media hora Elly ya estaba dormida, Ethan lo notó al ver sus ojos cerrados, su cabeza colocada sobre su pecho, dejó el libro a un lado, apagó la luz y se acomodó bien pero sin despertar a Elly.
Adoraba tenerla así, tranquila, abrazada a él, solo para él y aunque sabía que Elly no era propiedad de nadie y era capaz de tomar sus propias decisiones, sabía bien que a veces necesitaba ayuda para salir de ciertos aprietos en los que se metía.
Cómo cuando quiso ir a salvar a Ethan, pero la acabaron secuestrando y ambos temían por su vida. Amenazaban con matar a Elly frente a él e Ethan no podía sopórtalo.
No soportaría perderla otra vez.
Casi lo hace cuando lo fue a salvar.
Lo hizo definitivamente cuando Elly dejó la FMI.
Pero no lo hago de nuevo.
Estaba decidido a luchar por ella.

A la mañana siguiente, Ethan ya no sintió la presencia de Elly en la cama, al abrir los ojos trato de buscarla por la habitación y se puso a alerta, tenia que algo le hubiera pasado.
En cambio vio una nota en su buró.
"Ethan,
Me fui a Montilla, es un pueblo cerca de acá, no te preocupes por mí, los veré en el Alcázar.
Te quiere
Els"

Suspiró.
Se había ido sola.
Vio la hora del reloj.
8 de la mañana.
Supuso que Elly se había ido temprano, pero no sabía la razón del viaje, ni siquiera había mencionado la intención de ir allá y él quería saber porque.

Elly llegó al pueblo cerca de las 8:15, había pedido indicaciones del lugar a donde quería llegar y le fue fácil encontrarlo, gracias a las amables personas que habitaban el pueblo.
La casa no era grande.
Pero era de buen tamaño.
Siguió al grupo de turistas a su interior y escuchó al guía, o al menos eso trataba.
Le era algo difícil considerando que todo aquello que le rodeaba le llamaba la atención.
Y entonces lo notó.

Era un cuadro.
Destacaba por encima de los demás.
Había un hombre, cerca de los treinta años, semblante serio, tenía ropas de un noble.
La mano derecha estaba empuñando la espada.
En la descripción se leía: "Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitan, Rey de Castilla y Emperador consorte del Bizancio"

De pronto, muchos recuerdos empezaron a invadir la mente de Elly, una chica de ojos verdes y cabellos dorados, un hombre de barba alto con ropas de Aragón y una corona, otro chico con aspecto enfermizo, una pareja de jóvenes amantes que eran coronados Reyes de Bulgaria, una sonrisa fugaz de un zar y luego ella llorando sobre su cuerpo.
Y luego él...
El hombre del cuadro.
Ellos besándose.
Teniendo hijos y enfrentando a...Isabel y Fernando...
-Lo recuerdo...-se dijo a sí misma.
El grupo de turistas no le prestaba atención, ya se habían adelantado y ella seguía contemplado a aquel hombre en el cuadro.
-Lo recuerdo todo...mi querido Gonzalo.