¿El comandante es gay? | Maitake [Finalizado]

Capítulo 4: Evidente

Como hace minutos Mikey había vuelto a tener un extraño ataque de estornudos. Después de la noche donde había pasado lo de Takemichi él se había resfriado, todo por evitar que Takemichi sintiera frio. Ahora estaba tratando de mantener la compostura a punto de iniciar otra reunión de la Toman.

—Mikey, deberías cancelarla—Draken se acercó por su derecha notando su estado.

—Estoy bien—sacudió su cabeza—, será rápido. Tampoco es que este muriendo.

Takemichi sonreía con culpa escalones abajo mientras lo veía. Intercambiaron una mirada rápida. Mikey se sintió peor, su mente no dejaba de recordarle su pequeño beso de hace un par de días. Por más que quisiera no podía ignorarlo.

—Mikey—lo llamo y este de inmediato lo vio.

—¿Qué? —pregunto caminando más al frente. Takemichi le negó un par de veces.

Cuando la reunión había empezado se sentía algo extraño además de que era demasiado evidente que su comandante estaba en terribles condiciones por un simple resfriado.

—Los renegados de la Toman—intento hablar con voz más alta—, no eran un simple rumor...

Sus ojos ya estaban rojos y su cansancio era más evidente. Se movía de un lado a otro intentando buscar comodidad. El rubio teñido no le había apartado la mirada ni un solo minuto.

—Compañero—Chifuyu lo llamo a su lado—¿Pasa algo con Mikey? No has dejado de verlo.

—Bueno... Tan solo parece enfermo—le sonrió—, creo que fue después de la noche que salimos.

—¿Salieron? —pregunto sonriendo triunfante.

Takemichi asintió haciendo notar su sonrojo. Una escena que podría mal interpretarse desde otro ángulo. Mikey estaba ya cansado de intentar seguir firme y eso fue lo que colmo su paciencia. Hanagaki sonrojado por Matsuno. Si bien estaba débil no seguiría así.

Sus nervios eran manifestados como nauseas, pero su tos era por el resfrió y ambas juntas eran un peligro. Cerró sus ojos sintiéndose aún peor. Antes de que pudiera desplomarse al piso fue sujetado por sus brazos con fuerza.

—Mikey, ¿estas bien? —su voz lo hizo alzar la cabeza y mirarlo. Sus ojos azules lo miraban con preocupación y los suyos miraban de la misma forma alrededor. Tenían la mayoría de miradas encima.

—Takemitchy—intento zafarse—¿Qué estas haciendo? —susurro respirando agitadamente.

—Mírate, estas enfermo, termina con la reunión ya.

Todos los temores de Mikey se apoderaron de él zafándose del agarre prefiriendo caer al piso sentado. Draken noto esto caminando con rapidez a su lado.

—Mikey—lo llamo, pero este seguía viendo a Takemichi a los ojos—, vete a casa, yo me ocuparé de esto—giro al ojiazul—Takemichi.

Basto un llamado y entendió agachándose de nuevo a su líder y extendiendo su mano. Todos miraban esperando a ver que sucedería. Mikey se puso de pie por su cuenta y bajo los escalones haciendo que todos se apartaran haciendo una reverencia.

Takemichi no entendía nada hasta que Mikey giro su rostro a él y este corrió alcanzándolo. Se habían apartado de la multitud de miembros de la pandilla, habían quedado solos frente a la moto de Mikey.

—¿Estas bien? —volvió a preguntar.

—No—se giro sacando el aire. No se refería solamente al resfrió—quiero que nos vayamos, Michi. Draken puede con esto.

Su tos aparecía de nuevo mientras subía a su vehículo, suspiro y lo miro con sus profundos ojos negros.

—¿Puedes conducir tú? —Takemichi le asintió.