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–¿Qué opinas? El estuche azul es bonito, pero el amarillo tiene más espacio, y me gusta llevar muchas cosas– Decía mientras mostraba dos estuches a su mejor amigo. –Es mi primer día de clases ¡Siempre hay que empezarlo bien!– Mostraba una radiante sonrisa, Jiseok estaba emocionado. –Entonces ¿Qué opinas Jun?– Acercó las dos opciones al rostro de su amigo.

–¿No tienes morado? Me gusta más.– Analizaba ambos estuches, Jiseok rió por la expresión de concentración de Hyeongjun.

–No tengo morado– contestó –, pero puedo poner algunos pins de color morado ¡Tengo una colección completa!– Y así Jiseok corrió hasta su armario, donde había una pequeña caja llena de esos objetos metálicos, de distintos colores y formas.

Rebuscó en la caja y recogía algunos con su mano. Hyeongjun no podía ver que hacía, le daba curiosidad, pero sabía que a él le gustaba hacer sorpresas, por lo que simplemente se dejó sorprender

–¡Ta-da!– Jiseok mostró quizás 15 pins de color morado. Había uno que de inmediato llamó de Jun, tenía forma de conejito, es su animal favorito.

Ese mismo pin lo levantó Jiseok y lo acercó a él –¡Me recuerda a tí! Es muy tierno, igual que tú.– De inmediato Hyeongjun lo tomó en sus manos y lo examinó, viendo grosor y material, revisando detalles.

–Me gusta ¡Definitivamente lo debes llevar! Así te acuerda de mí en la escuela– Sonrió hacia su amigo mientras decía eso.

–Oh, aún no pensamos en qué estuche voy a llevar.

–Lleva el amarillo, es como tú. Es un color alegre, así el estuche es como una combinación de ambos ¡Es divertido!

Es en ese mismo momento que despierta, una sensación extraña recorría todo su cuerpo. Quería saber qué día era, se sentía tan perdido.

Intentando recordar, la imagen de Jungsu muerto en su habitación vino a su cabeza, unas inmesas ganas de llorar fue lo único que recibió ¿Por qué tenía que soportar dos muertes en un mismo año? ¿Por qué tenía que ser gente importante?

Bajó a paso lento, intentando despejar su mente, solo concentrándose en cada escalón de madera que sus pies tocaban.

–Hijo... lo que sucedió está en las noticias.– Lo miró con lástima, pero no esa lástima que te hace sentir patético, era esa que te hacía sentir entendido, era la lástima con la que otro empatizaba contigo –No voy a siquiera preguntarte que estás bien, sé que no lo estás. Eres muy pequeño para estar pasando este tipo de cosas.

Se acercó a su padre sin decir nada, solo lo abrazó. En cuanto su abrazo fue correspondido junto con un par de caricias, se echó a llorar, no tanto como la noche anterior, pero lo máximo que podía. Su padre le acariciaba el cabello para reconfortarlo, realmente le hacía sentir mejor. Intentaba decirle algo, intentaba contarle cómo se sentía, pero simples balbuceos salían de su boca.

–Shhh... no me tienes que decir nada.– reconfortaba su padre. –¿Qué te parece si salgo rápido a comprar algo de helado? Sé que te gusta mucho, y te hará sentir mejor. Luego podríamos ver algunas películas y escuchar música juntos. Haré lo posible porque te sientas mejor, mi niño.

No pudo hacer nada más que asentir en su pecho, intentaba tranquilizarse pero no podía.

–Ve a sentarte y elige algo, vuelvo en 15.– Así fue que su padre besó su cabeza y se fue.

Se dejó caer en el sofá de su sala y comenzó a regular su respiración. Para cuando se iba a levantar para sonarse la nariz, sintió una paranormal presencia a su lado, se sentía acompañado, pero esa compañía no la sentía reconfortante, le causaba terror. Era esa misma presencia que había sentido por días y no lo había hecho dormir.

Sintió como si una ligera y casi imperceptible respiración se acercaba a su oído. De pronto fue como si alguien le hubiera soplado en el oído. Se levantó rápidamente y fue al baño, ignorando lo que acababa de pasar, pero con un terror fulminandole el alma.

Espero un tiempo más y salió del baño, se fue a sentar de vuelta. Esta vez ya no se sentía tan raro, pero seguía manteniéndose alerta, cada pequeño sonido lo alteraba.

En unos minutos llegó su padre con dos botes de helado, uno de vainilla y otro de chocolate. Amaba mezclarlos entre sí, sabían mejor juntos. Eso sí, si tuviera que comer solo uno elegiría el de Vainilla, del helado de chocolate habían algunas marcas que no le gustaban, así que prefería no arriesgarse.

Pasaron toda la tarde viendo películas y cantando canciones juntos. Casi se había olvidado de todo lo sucedido, pero su padre dijo algo que se lo recordó. –Jiseok, no creo que quieras ir a la escuela esta semana. Puedo tomarmela libre y acompañarte en casa, pero no más de una semana. Sabes que no puedo faltar al trabajo y que me disgusta dejarte solo. – Él lo tomó de las mejillas al ver cómo sus ojos amenazaban con derramar lágrimas. –Descansa todo lo que puedas, hijo, sé que eres muy fuerte.

Le dió un último abrazó para después decirle que quería dormir, pero no quería dormir solo, le daba un mal presentimiento, así que le pidió a su padre dormir juntos. Puede que ya estuviera grande, pero esa noche se quería sentir protegido. Claro que su padre aceptó.

Durmieron juntos entre un par de patadas, pero después de muchas noches por fin pudo dormir en paz.

Por fin actualicé JAKSJAJS

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Ghost - [Xdinary Heroes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora