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La mañana era fría como siempre, pero esta vez ese frío no le otorgaba frescura. Se sentía desolado.

Había pasado una semana desde lo que sucedió con Jungsu, para su mala suerte, esto fue transmitido en las noticias. La frase extraña en la pared fue accidentalmente grabada, pues se podía notar que durante la grabación no le prestaban importancia, lo cual desencadenó que muchas personas hicieran este tema popular, publicando sus teorías acerca del caso.

Pero, ¿Cómo ayudaría eso a Jiseok? No sabían que ni siquiera él entendía lo que estaba pasando. Peor aún, todas las personas en su escuela se enterarian de eso. Le podrían decir miles de cosas y hacer mil más.

Por eso, la mañana no era fresca, era helada.

El sol comenzaba a asomarse, eso de alguna forma le alegraba, siempre había visto a su madre a través del sol. Ella siempre había sido cálida, siempre lo había acompañado cuando la vida le era adversa, y aunque ahora ella no está presente físicamente, él podía sentir sus cálidos abrazos por los rayos del sol.

Desde el día en que murió, todo se sentía diferente. Aún se acordaba de esa vez. Su mamá había salido con unos amigos, al parecer había tomado de más y chocó.

Había esperado horas, ella le había prometido regresar temprano para cenar, por lo que se esmeró en hacerle una cena grata a su madre, la cual siempre trabajaba mucho por él.

La esperó, la esperó y la esperó. Recalentó la comida un par de veces quizás, pero ella no llegaba. Había llorado tanto que sus mejillas ardían, pero ella no llegaba. La siguió esperando, hasta que una llamada anunciando la muerte de su madre lo hizo realizar que nunca volvería. Ese fue uno de los peores días de su vida.

Volviendo al presente, Jiseok se encontraba en camino a la escuela, solamente que no esperó la bicicleta que se avecinaba.

–¡Cuidado!– Quizás le habían gritado muy tarde, porque ya estaba en el suelo con un chico encima, el cual nunca había visto en su vida.

–¡Ey, quítate!– Lo tiro hacia un lado para poder sentarse en el suelo y quejarse de su cabeza herida. Pudo haber acabado peor, sin embargo solo acabaría con un par de hematomas.

–¡Lo siento tanto! Me di cuenta muy tarde que estabas en el camino.– El chico miró detenidamente a Jiseok, cosa que lo incomodó un poco –¿Tú no eres el amigo del chico que murió hace una semana?

Justo lo que necesitaba, que lo reconocieran de esa manera. Ja, "el amigo del que murió", qué gracioso. –No me llames de esa manera, me llamo Jiseok.– El semblante curioso de ese chico cambió completamente, ahora demostraba amabilidad.

–¡Yo soy Jooyeon, un gusto!– Mientras le sonreía alegremente. –Realmente lamento lo que pasó. Pero aprovechando, te ofrezco que seamos amigos. No puedo ser un remplazo de tu amigo, pero te puedo ayudar a que estés mejor.– Su manera de expresarse le parecía divertida. Mientras decía eso, levantaba los pulgares.

Río fuertemente, pues su suerte era increíble. Comenzaba el día lamentándose y solo unos pocos minutos después, un chico le choca con una bicicleta y le ofrece ser su amigo. Estaba seguro que se iba a llevar bien con Jooyeon.

Ya por fin puedo actualizar

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Ya por fin puedo actualizar. Capítulo del hoyo que escribí, pero no importa 🥰

Ghost - [Xdinary Heroes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora