22:00 de la noche, viernes 12 de septiembre.
Me situaba en la feria de mi pueblo con mis dos mejores amigas, Ana y Noelia. Ellas eran Hermanas gemelas y las dos únicas personas que no me habían abandonado ese verano. Ese mism verano me había quedado sola a causa de una discusión con la que había sido mi mejor amiga. Me había quedado sola y Ellas dos me "acogieron" por así decirlo. Había pasado un verano genial con ellas, y disfrutaba cada día como si fuese el último puesto que, este nuevo curso, lo iniciaría en otro instituto diferente. Y esto era así porque tuve el valor de decidir cambiarme por culpa del acoso escolar que sufría. Quería pasar página de una vez.
-Nosotras nos tendríamos que ir yendo ya.- Dijo Noelia. Yo no quería que se fueran porque para una de las pocas veces que me dejaban quedarme hasta las 12 de la noche...
Entonces nos sentimos en la fuente principal. De repente, ellas vieron a 4 chicos desde lejos y llamaron a uno de ellos:
-¡Pedro!
Como no les oían le grité yo. Entonces todos ellos se dirigieron hacia nosotras. Reconocí a 3 de ellos, estaban en el instituto del que había pertenecido hasta entonces. La chica del grupo, Aurora, había estado este año en mi clase en las horas de religión y solo había hablado con ella una vez, cuando se me olvido el libro y se lo pedí. Ella simplemente asintió y no dijo ni una sola palabra.
Otro de los integrantes, aparte de Pedro, era Carlos. Solo había conversado con el en una ocasión, pero fue porque yo estaba con una amiga y ella se acerco a él . Pero uno de ellos se me escapaba... Un chico cuya atención captaron mis ojos. No lo había visto nunca, o eso creía, no me cabía duda de que estaba en el mismo instituto que en los demás, pero no sabia quien era. Tenia una mirada tímida y me esquivaba con la mirada.
Luego recordé "las gemelas se tenían que ir, ellos eran mi última salvación. " empecé a hablar con ellos y pedí sus números de teléfono. Me los dieron y luego temí preguntarles si me podía quedar con ellos pero lo hice. Aurora dijo:
-Por mi genial.
Y los demás asistieron. Les pedí que fuéramos a mi casa a hablar con mi madre porque, minutos antes había hablado con mi padre diciendo que iría ya a casa porque mis amigas se iban.
De camino a mi casa, nos asustamos. Porque el perro de mi vecina salió ladrando, como siempre hacia. Todos reimos y seguimos andando.
Cuando llegamos a mi casa, toqué la puerta y me abrió mi hermano pequeño. Pregunte por mi madre y me indicó que estaba en el piso de arriba. Hable con ella y con mi padre y me dejaron.
Me fui con ellos.
En la feria grabamos a Pedro y a Carlos subidos en una de las atracciones mientras yo intentaba mantener conversación con el chico misterioso cuyo nombre desconocía. Noté que el también desconocía mi nombre puesto que, para dirigirse a mi me decía "muchacha " pasaron las horas en la feria y Pedro y él empezaron a hablar conmigo sentados en la fuente principal. Luego al chico misterioso le dije :
-No sabes cómo me llamo, verdad?
Lo negó avergonzado y le dije que yo tampoco me sabia el suyo. Le dije como me llamaba y el respondió :
-Vale, Laura. Yo me llamo Marcos.
Reimos y nos fuimos. Al llegar a casa hice un grupo de WhatsApp y empezamos a hablar por ahí.
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Sintiendo tu Corazón
RomanceEs una historia basada en hechos reales en los que contare mis sentimientos y experiencias vividas. Contendrá frases y poemas. Que lo disfrutes!