Capítulo 23: Entierro

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12:00 de La Mañana, 26 de Marzo.
Estábamos en el cementerio junto a un montón de familiares de Adrián. Todos lloraban y llevaban rosas para echarle. Yo ya no tenía lágrimas para llorar ni fuerzas.
Cuando le echaron las rosas y lo terminaron de enterrar, Pablo me dijo que Adrián preguntó por mi, todos le dijeron que al día siguiente iría y él respondió que no iría a verle. Que no sería posible.
Estas palabras me partieron aun más el alma inexistente y sentí culpabilidad al no haber podido estar con él.
Les pedí a todos que se fueran para quedarme de nuevo a solas.
Me quedé ahí, delante de una piedra mirándola fijamente, delante de un vientre de muerte, una odiosa boca.
Sabías que no puedo vivir sin ti...
Solo dije eso y me fui. Lo dije con toda sinceridad. No podía...

A la noche siguiente desperté sin ganas y supe que era el último pocos me creían pero era lo único que pedía mi alma muerta, no era una mentira, era solo una amenaza que acabó por ser cierta.
Dejé la puerta abierta y una nota medio escrita. Se leía con dificultad "Adios mamá y papá" decía en ella.
Salí descalza sin Fuerzas, sin ganas, me imagine en el suelo muerta y nadie lloraba. Pasee por una calle solitaria, todo estaba oscuro y llovía. Las farolas me observaban y el paso del tiempo me dolía.
El filo de mi cuchilla me apretaba, llegaría al final de la forma más fácil. La vida no es bella, sólo buscaba estar sola ahora.
Sentí como poco a poco mi cuchilla acariciaba mi piel hasta cortar todo tejido que protegiera las venas. Sufrí un dolor incontrolable y poco a poco vi como Adrián se acercaba a mi hasta tocarme la mano y llevarme lejos junto a él...

Fin.

Sintiendo tu CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora