✧ʟᴏꜱ ᴅɪᴏꜱᴇꜱ ᴍᴏʀᴛᴀʟᴇꜱ ✧

『VII』

20 de octubre - lunes.

8:42 am - Quedan 21 días.

Hades entró de nuevo al vehículo dejando escapar una expresión de frío con los labios moldeados, su hermano encendió el climatizador interior y se generó un ambiente cálido entre los dos; El primogénito no lucía perturbado con la hora que marcaba su teléfono, se encontraba muy tranquilo al momento de apagar la luz que indicaba estacionarse temporalmente en una zona no adecuada, dejó sus compras en algunos espacios libres y encendió el motor con completa simplicidad.

-Vas tarde. -le comentó Poseidón mirándolo de reojo, cruzándose naturalmente de brazos.

-Lo sé, pero por eso le compré esto. -su hermano levantó un pastelillo, esta vez la envoltura marcaba un sabor diferente-. Compensará mi retraso.

La ceja de Poseidón se arqueó incómodamente tras asimilar que el otro había pensado en un hombre, no en un evento más importante.

-Me refería a la exposición. -tuvo que aclarar-. ¿No comenzaba a las nueve? Tú eres el maestro que propuso el evento y no estarás ahí para la inauguración.

-Lo propuse, pero luego del accidente, me relevaron de tareas. -Hades golpeteó suavemente la tapa blanda de un vaso de café-. Este es tuyo.

Poseidón lo tomó sin mucho inconveniente, soplando aire frío a través de la pequeña abertura de la tapa para nivelar y olfateando los sabores del líquido café, una esencia de chocolate y vainilla en la composición, tan adictiva, única combinación que le permitía disfrutar tan horripilante bebida sin quejarse.

En un semáforo rojo, Hades se detuvo y bebió su café sin necesidad de soplar. Poseidón escuchó que en el inframundo, se castigaba a los demonios en medio de las llamas y la muerte, su hermano mayor, como dios, había gobernado ahí... ya no le sorprendía saber por qué toleraba a la perfección el calor.

-¿Y? -Poseidón volteó hacia la ventana-. ¿Cómo estás llevando todo esto? No luces muy afectado luego de oír que eras un dios.

-Eso debería preguntarles a ustedes.

-Yo estoy bien, los otros dos tontos también. -esa fue toda su respuesta-. Pero están preocupados por ti. Heracles cree que los dioses no estarán contentos con no verte y buscarán llevarte a como dé lugar.

Hades se rió causando un sentimiento de consternación e indignación en Poseidón, quién volteó a verlo con ofensa dispuesto a quejarse y negarse a expresar sentimientos de nuevo, recibiendo una caricia en su cabello cargada de la más pura ternura.

-Les estoy agradecido por preocuparse por mí. Pero nada va a impedir que me quede aquí con ustedes.

Poseidón se quitó su mano con vergüenza y Hades retomó el volante sin sentir aquel gesto como un insulto, conoce bien a su hermano.

-Supongamos que lo que dijo Nikola está comprobado y es real. Esos "dioses" tendrían que matarme para llevarme con ellos, pero no me quieren como humano. -Hades relató-. Tampoco les conviene forzarme, la última decisión recae en mí y por supuesto que mi respuesta es clara. Así que no les queda más que aguantar la derrota.

-¿Cómo estás tan seguro de que lo harán?

-No lo estoy, admito que me da miedo que puedan salirse con la suya, pero no me voy a esconder. -Hades dio vuelta en una esquina y el hotel se divisó a lo lejos-. No mientras tenga hermanos que cuidar.

Poseidón rodó los ojos y se cruzó de brazos por segunda vez, era su posición relajada y natural.

-Hazle caso a Apolo y consigue pareja. Ya no somos niños para que nos cuides todo el tiempo. -exhaló con resignación y burla-. Ya queremos ser tíos también. Mira hasta qué punto has llegado para que me hagas decir estas cosas.