8 de noviembre - sábado
12:10 pm - Queda un día.
El Valhalla, mejor conocido como "el paraíso", es la primera capa en la cual se divide el mundo, en ella habitan los dioses, semidioses y almas humanas. Lugar creado para el subsistir armónico de las almas, abundante en vegetación, pacífico en los mares y rebosante en formas de vida.
El Valhalla poseía hermosas y tranquilas playas, exuberante en fauna que le daba la bienvenida a cualquier visitante, de las cuales nadie pensaría que alguna vez fueron gobernadas por un oscuro tirano
Qin Shi Huang jamás visitó aquellas tierras desde que tenía uso de razón de su viveza en el paraíso. No tenía interés por asolearse bajo el sol, sudar sin motivo y beber agua salada, tanto antes como después de los acontecimientos del Ragnarok, aún si Nikola le pedía su compañía cuando iba a hacer investigaciones marinas.
Pero ahora, cuando estaba frente a las olas saladas del mar, con sus pies tocando la arena granulada y caliente, sin importarle el sol y el calor del ambiente, era agradable y hermoso. Arrepentirse por no haber visitado esos lugares antes no lo estaba, porque la presencia de Hades a su lado, había hecho mejor la primera impresión.
No había rastro alguno de familias a su alrededor, tan sólo el sonido de las olas golpeando entre sí como única compañía sonora, sin personas metiéndose en asuntos que no les conciernen, y la tranquilidad de la privacidad sólo por el momento para los dos. para los dos
—Muy bien, ya le avisé a Hécate que llegamos y nos invitó a cenar para conocer a su prometido. —Hades se le acercó—. ¿Te gusta la idea? Es en un restaurante popular de mariscos.
Qin sólo asintió, sin ser capaz de despegar su vista de la espuma que se formaba en el mar.
—¿Estás bien? —le preguntó Olympus con preocupación—. ¿No te gustó el lugar?
—No, no es eso, es bastante bonito en realidad, sólo pensaba.
—¿En qué?
En qué esa sería su última noche junto a Hades, y por más que quisiera poder pasarla a su lado, y lo hará, habían cosas por las que asistieron en primer lugar.
—Te tengo un regalo.
—¿De verdad?
Yíng Zhèng le pidió unos segundos de tiempo, yendo descalzo hasta el auto en la acera que dividía la zona de la playa. Se colocó sus zapatos dejados cerca para evitar quemarse gracias al asfalto y buscó su regalo en el interior de la cajuela, donde sus pocas pertenencias estaban resguardadas.
Con su venda en mano, volvió a quitarse el calzado para seguir caminando sobre la arena hasta la posición de su novio. Inhaló y exhaló, dejando la venda cuidadosamente doblada sobre las manos previamente estiradas de un Hades confundido. Se quitó las gafas, porque no era justo ocultar sus intenciones a través de lentes engañosos.
—Ábrelo.
Con la mano libre, Hades fue quitando los extremos de la venda blanca con patrones carmesí, mientras las mejillas de Zhèng se pintaban del mismo color poco a poco. Los nervios aumentaban con la misma rapidez con la que los segundos transcurrían, carcomiendo al humano en la desesperación y la ansiedad.
—No sabía si aceptarías con tan sólo semanas de haber comenzado a salir, pero... —¿por qué estaba tan nervioso? El emperador no se intimidaba con nada—. Yo de verdad quería demostrarte cuánto te amo sin la necesidad de someterte a la presión
Hades entonces descubrió el regalo oculto tras 5 angustiantes y lentos segundos, eran dos objetos en realidad, preciosos y brillantes ante los rayos del sol que golpearon directamente, un presente hecho bajo la supervisión del mismo Adonis.
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✧ʟᴏꜱ ᴅɪᴏꜱᴇꜱ ᴍᴏʀᴛᴀʟᴇꜱ ✧
De Todo𝐸𝑙 𝑁𝑖𝑓𝑙ℎ𝑒𝑖𝑚, 𝑒𝑙 𝑜𝑙𝑣𝑖𝑑𝑜. 𝐿𝑎 𝑑𝑒𝑠𝑡𝑟𝑢𝑐𝑐𝑖ó𝑛 𝑑𝑒𝑙 𝑎𝑙𝑚𝑎, 𝑖𝑚𝑝𝑒𝑑𝑖𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑟𝑒𝑒𝑛𝑐𝑎𝑟𝑛𝑎𝑐𝑖ó𝑛, 𝑟𝑒𝑑𝑢𝑐𝑐𝑖ó𝑛 𝑑𝑒𝑙 𝑐𝑢𝑒𝑟𝑝𝑜 𝑎 𝑝𝑜𝑙𝑣𝑜 𝑑𝑒𝑙 𝑣𝑎𝑐í𝑜 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑢𝑛𝑖𝑣𝑒𝑟𝑠𝑜. 𝑆𝑒 𝑐𝑟𝑒...